El orden está en el pleno auge a nivel mundial y muchas personas suspiran extasiadas por lograr un armario de revista o una habitación en la cual todo esté en su sitio y en la que no sobre nada. La prueba de esta afirmación se encuentra en el rotundo éxito de una gran cantidad de profesionales del orden y de la organización incluida la famosa Marie Kondo, quienes en conjunto mantienen unas reglas básicas denominadas los mandamientos del orden.
Felicidad, alegría y paz mental gracias a los consejos y a las ideas de organización de un grupo de expertos encabezados por la escritora japonesa Marie Kondo. A través de los cuales es posible conseguir que las casas se conviertan en refugios del alma, por lo que con estos mandamientos se acabaron las excusas para que el orden se apodere de tu hogar y sea capaz de generar los incontables beneficios que se derivan de la organización y de la limpieza.
Marie Kondo solo conserva lo que ofrece felicidad
La acumulación es un problema grave de la cultura occidental y es que las compras forman una parte integral de la vida social de las personas que viven en estas latitudes, al contrario de los orientales, quienes mantienen el minimalismo en plena vigencia como una forma de vida que genera alegría y que se dirige hacia una verdadera afirmación de la frase que lo define como movimiento decorativo “menos es más”.
Marie Kondo ha creado el método KonMari para ganarse a millones de seguidores y adeptos, y ha logrado dar vida a varios libros convertidos en bestseller de ventas a nivel mundial para lograr que estos consejos denominados mandamientos puedan ser del pleno acceso de las masas. Un sistema descrito de revolucionario porque mantiene como principio general el propio desprendimiento de todo lo que no provoque alegría.
Los deseos de Marie Kondo como punto central
La creatividad puede incentivarse a través de espacios despejados, pero siempre partiendo de la idea principal de conseguir una decoración que mantenga como centro a los objetos que verdaderamente te gustan. Aquí todos los organizadores profesionales parten del principio de cambiar la modalidad decorativa que tenemos programada en la mente y dejarse guiar por este novedoso concepto que realza las cosas que gustan.
Desechando antes de comprar
Muchos ordenan a través de nuevas compras que incluyen contenedores de almacenamiento, cajas, cestas, organizadores y estantes; pero los expertos del orden aseguran que se trata de un error de principiantes. Primero hay que desechar, reciclar, donar o regalar, con la premisa de hacerlo bajo la producción de alegría y cuando hayas logrado disminuir la cantidad de objetos, entonces será hora de comenzar a almacenar.
Mantener todo a la vista
Aunque parezca contradictorio, tener todo a la vista es uno de los mandamientos de los expertos del orden, ya que se evita esconder y almacenar cosas que en definitiva podríamos no necesitar. Mantener todo lo necesario de un modo que sea perfectamente visible evita el desperdicio y facilita al máximo el aprovechamiento y uso de todas las cosas disponibles en los diversos espacios del hogar, sobre todo en los baños y las cocinas.
Mantente implacable con la entrada del hogar
La entrada del hogar es el lugar perfecto para funcionar como filtro de todo lo que debe quedarse fuera de casa, una papelera en este lugar es un consejo de la reina del orden para lograr que todo lo que no necesite entrar al hogar vaya directamente a ella. Se trata de una especie de purga diaria que se lleva a cabo al momento de regresar del exterior y que gracias a este mandamiento se crea una efectiva cortina de protección, para filtrar lo que no debe entrar al hogar.
Marie Kondo: Es suficiente con una sola lista
Las listas de verificación y de organización son un recurso magnífico para que la planificación diga presente dentro del hogar, pero solo funcionan si se hacen bien y para ello solo debe existir una. Un único listado con una frecuencia semanal permite una gestión de alta eficiencia y en la que se deben ir tachando los logros conseguidos y colocar el mayor énfasis en aquellas tareas que aún están pendientes por lograr.