El orden tiende a adueñarse de los espacios del hogar y del trabajo luego de un par de años donde la pandemia hizo de las suyas y es que evidentemente los ambientes se abarrotaron de objetos que sin dudas ya no hacen falta. El desorden pandémico tiende a llegar a su fin y el método de Marie Kondo es de especial ayuda para volver a la normalidad, ya que muchas de estas nuevas cosas no despiertan la alegría y además nos apartaron del camino del minimalismo.
Los planes de Kondo son ambiciosos para que todos logremos orden en los hogares y en la vida, por lo que al visualizarse el fin del confinamiento y la vuelta a la normalidad es una oportunidad de oro para que la gestión de las pertenencias, mobiliario y prendas logre la deseada regularidad y para que los ambientes de trabajo así como las casas sean generadoras de alegría y de bienestar gracias al orden.
Acabada la pandemia es hora de comenzar a ordenar
Ya sea con las enseñanzas de su exitoso programa de Netflix Sparking Joy With Marie Kondo o de su último libro Marie Kondo’s Kurashi at Home donde se expone de un modo sencillo a los lectores la mejor forma de gestionar y de aplicar las enseñanzas de limpieza en las vidas. Entregando la máxima importancia al aspecto de descubrir la alegría de las cosas y así conseguir convivir con elementos que generen bienestar y plenitud.
En la justa medida en la que comienza el regreso a las jornadas laborales y a la oficina, así como el desarrollo o la implementación de modelos de trabajo híbridos, se hace sumamente necesario que se aplique una generosa reflexión sobre las cosas que producen alegría. Esta afirmación de Kondo es categórica y generadora de aumentar las posibilidades para conseguir el éxito en este emprendimiento.
El consumismo ha ganado terreno a medida que el confinamiento se incrementaba y por consiguiente la acumulación también se vio favorecida con esta ola incesante de compras de cosas que posiblemente nunca necesitaremos, un impulso que no ceso ni siquiera cuando los precios de los combustibles, la inflación y fallas en los suministros globales crearon un verdadero cuello de botella que disparo los precios de los bienes y servicios.
Y es que el problema se generó cuando ir de compras en forma física o de modo online era una de las únicas alternativas para salir de la monotonía pandémica y que evidentemente represento una actividad que va en contra del orden y de la organización de los espacios. Este accionar mantiene una explicación científica y demostrada y es que “Consumir y comprar son un mecanismo de refuerzo, por lo que a nivel cerebral se liberan neuroquímicos que permiten una sensación de bienestar cuando compramos cosas”.
Marie Kondo y las normas para un hogar ordenado y alegre
Esta etapa pospandémica es especialmente favorable para deshacerte de esa inmensidad de artículos que lograste acumular y que ofrecieron alegría en su momento, pero que ahora ya no se necesitan. Hora de agradecerles y dejarlos ir para que puedan ofrecer sus servicios a otras personas que si los necesiten, como por ejemplo “la caridad” o para generar algún tipo de ingresos. Por medio de una venta de garaje y darles un nuevo hogar a muchas de las cosas que ya no generen la necesaria alegría para quedarse en tu casa.
La felicidad depende de los actos y no de los objetos, por lo que una vez que está hecha (la purga de las cosas) la adaptación llega de un modo muy rápido, pero siempre partiendo de generar alegría durante el proceso y no esperarla del resultado final. Ir de compras genera las posibilidades de conseguir nuevas cosas para purgar, aunque es importante que el simple hecho de ordenar también crea una retroalimentación que nos genera nuevas compras gracias a que existen innumerables artículos destinados a la gestión del orden, de la limpieza y de la organización de los hogares.