Lavar los platos sucios se ubica en los primeros puestos entre las tareas más odiadas por la población mundial, lo hacemos a diario, por la mañana, a mediodía y también por la noche ¡No termina nunca! Y lamentablemente, es una labor de limpieza que no se puede evitar, pero siempre se puede lograr más rápido y de manera más eficaz si se hace correctamente.
Cada quien tiene un método distinto, unos prefieren limpiar los platos y menaje de cocina a mano, otros con lavavajillas e incluso prefieren hacerlo con dos cubos de agua para aprovechar al máximo del agua. Sin embargo, existe un orden específico para lavar los platos que asegura resultados impolutos a la vez que ahorra tiempo y evita malos olores, ¿quieres conocerlo? ¡Presta atención a lo que te contamos aquí!
Este es el orden adecuado para lavar los platos
Respetar el orden para lavar los trastes es una excelente forma de agilizar la limpieza y prevenir que aparezcan manchas, pero ¿Cuál es la forma correcta de hacerlo?, ¿se debe fregar todo y luego enjuagar el finalizar, ¿o es preferible separarlos por tipo? Entérate de lo que aconsejan los expertos en aseo a continuación:
- Empieza con utensilios de cristal: El primer paso es lavar los vasos, jarras y todos los utensilios de vidrio transparente para evitar que se rompan y que los restos de alimentos ensucien el cristal.
- Vasos de plástico o aluminio: Además de los vasos de vidrio, los de los demás materiales deben lavarse antes que todo. Así se previene que los residuos de grasa o comida queden pegados a ellos y que afecte su olor.
- Cubiertos en general: Es vital que la cubertería no se lave al final, pues son pequeños y tienden a entorpecer el lavado de los trastes. Igualmente, lo idóneo es lavarlos con una esponja suave y no con estropajo para evitar rayarlos y que se vuelvan opacos.
- Platos, bowls y tazones: Estos son los elementos más grandes y donde se sirven los alimentos directamente, bien sea ensaladas, acompañantes o la comida en sí. Son los que más se ensucian, por ende, se recomienda dejarlos casi al final para que los residuos no caigan sobre los vasos, cubiertos o cristalería.
- Ollas, cacerolas, sartenes, bandejas y el resto del menaje: Para finalizar, lo más grande y lleno de grasa y restos de comida. De ser necesario, déjalos en remojo con agua caliente para que se despegue lo adherido a la superficie.
- Lava el fregadero, estropajos y la bayeta: No te olvides de remover los restos del fregadero, no dejar en agua la esponja, lavar los trapos y extenderlos para prevenir crecimiento de microorganismos y malos olores.
Además de respetar este orden, puedes optar por alternativas que te ayudarán a conseguir resultados impolutos sin esfuerzo, por ejemplo, lavar la vajilla con agua caliente, verter un poco de vinagre blanco e incluso apoyarte de zumo de limón para un plus de desinfección.