Vivir en una casa pequeña o apartamento tiene grandes ventajas, por ejemplo, menos gastos en calefacción, aire acondicionado, electricidad y agua, además de que se decora en un santiamén, se reforma con mucho menos dinero, su mantenimiento es más sencillo y su limpieza más rápida, sin embargo, lo que más se complica es la organización y la distribución de las cosas en tan poco espacio.
Es verdad, mientras más reducida es el área, más debe prevalecer el orden, pero no siempre se cumple esta regla, en especial cuando hay niños jugando por todas partes. Si has llegado hasta aquí buscando formas de organizar una casa con poco espacio, estás en el sitio correcto. Toma nota de esta guía de organización donde te contamos los hacks para que el desorden no invada tu hogar.
Consejos para organizar y mantener el orden en una casa pequeña
La gurú japonesa del orden Marie Kondo expresa claramente que el primer enemigo de una casa (grande o pequeña) es la acumulación, por lo que es imperativo deshacerte de lo que uses y aplicar otros trucos para aprovechar mejor el espacio y evitar el caos. Estos son los consejos más eficaces para lograrlo:
Identifica el desorden
Si no divides el trabajo y priorizas lo realmente importante, lo más probable es que no sepas por dónde empezar. Fíjate cuáles son las áreas más desorganizadas y piensa en los motivos por los que esto ocurre, así sabrás cómo iniciar y la mejor forma de hacerlo.
Almacena en vertical
Uno de los secretos para que el espacio de almacenamiento se aproveche al máximo, es organizar en vertical. Esto significa que instales baldas, estanterías, tableros, percheros, soportes magnéticos y colgadores donde puedas, tanto en el salón, habitaciones, cocina, cuarto de lavado, en el baño y en la entrada de la casa ¡La diferencia es abismal!
Guarda todo en su sitio
Si defines un lugar para cada cosa y las mantienes en donde van, aunque tu casa sea pequeña, encontrarás la manera de que todo quepa sin que se vea desordenado.
Dile adiós a lo que no uses
Casi todo el desorden en casa se enfoca en una sola razón: acumulación. Tener muchas cosas innecesarias puede generar estrés, pero eso no quiere decir que debas deshacerte de todo. Simplemente, mantén contigo lo que sí utilices y bota (o dona) lo que esté manchado, viejo o ya no funcione para ti.
Ahí es cuando el minimalismo gana protagonismo, es decir, todo se reduce a dejar solo lo esencial y quitar lo que no sea de gran utilidad para lograr equilibrio en el hogar y en la vida.
No debes tirar todo
Si hay alguna pertenencia que quieras preservar, pero no tienes espacio suficiente (muebles, objetos decorativos o cosas que quieras dejar de recuerdo), puedes alquilar un depósito de trasteros del tamaño que prefieras y por el tiempo que necesites.
Finalmente, aunque parece obvio, realiza una limpieza profunda de forma regular. Ordenado no es igual a limpio, así que dedica un día a la semana a llevar a cabo las tareas domésticas más pesadas y tediosas y decanta un rato solo a verificar que no haya nada mal ubicado y que el espacio esté optimizado. ¡La clave está en organizarte!