Luego de una década de la muerte de Oscar Niemeyer el insigne arquitecto brasileño considerado como una de las figuras de mayor influencia en la arquitectura y el diseño moderno internacional de los últimos tiempos. Nacido en el año 1907 y abandonándonos en el 2012, pero que aún mantiene acaparados los titulares de la prensa especializada mundial y es que se ha llevado a cabo la inauguración de uno de sus proyectos. El pabellón planeado para la bodega Château La Coste ubicada en la región francesa de la Provenza y que ya está abierto al público, permite vislumbrar una finca capaz de albergar una de las más extensas colecciones de arte y de arquitectura mundial, donde es grato conseguir obras de la talla de famosos como Frank Gehry, Jean Prouvé, Louise Bourgeois o Richard Serra entre otros tantos dignos exponentes.
El pabellón en sí consta de una galería de exposición que alcanza los 380 metros cuadrados y ser capaz de hospedar increíbles obras de altísima categoría mundial, además de un auditorio con plena capacidad para recibir de un modo placentero a 80 personas y que consta de 140 metros cuadrados de espacio. Este proyecto fue concebido por esta mente maestra de la arquitectura en el periodo comprendido de los años 2010 y 2013, gracias a una invitación recibida por el propio Niemeyer para llevar a cabo esta construcción en suelo de Francia y luego de que su equipo técnico realizase las respectivas visitas técnicas al emplazamiento, una obra póstuma de envergadura capaz de relanzar espacios para el arte y en un país como Francia que acostumbra a mantener obras arquitectónicas famosas.
Francia como segunda casa del arquitecto
El emplazamiento final de esta magnífica obra es el famoso viñedo de Château La Coste, el cual se encuentra en una de las zonas vitivinícolas de mayor antigüedad de toda Francia y por ende una majestuosa referencia a los mejores vinos del mundo, enclavado específicamente a medio camino entre el Parque Nacional de Luberon y la ciudad de Aix-En Provence.
Esta construcción dentro del viñedo es exclusivamente póstuma, por lo que en efecto representa un grandioso homenaje a la vida y obra de este famoso arquitecto, quien en vida y ahora luego de su muerte aún sigue con la majestuosa obra de continuar revolucionando el mundo del diseño y del arte por medio de la arquitectura. Esta inauguración permite hacer realidad una de las construcciones basadas en uno de los últimos dibujos arquitectónicos del arquitecto, permitiendo que el mundo no pierda la oportunidad de disfrutar de su maravillosa creación.
Esta finca constituida por unas 200 hectáreas de terrenos presenta a este pabellón como el cierre con broche de oro de una increíble y fructífera serie de diversas propuestas relacionadas con el arte mundial, un pabellón constituido por una galería de arte acompañada de un auditorio que ofrece una construcción cilíndrica y que además no se presenta en solitario, porque se han logrado integrar otros pabellones diseñados por famosos arquitectos donde es posible conseguir los nombres de Ai Weiwei y de Renzo Piano.
Un proyecto que resume la vida del maestro Niemeyer
Una construcción que goza de ser ligera y con plena capacidad para adaptarse de un modo magistral al paisaje y a la vegetación que la circunda, siendo palabras del mismísimo arquitecto Oscar Niemeyer para referirse a este específico proyecto. Este pabellón logrará plena armonía con la edificación creada por el también inigualable Frank O. Gehry y el pabellón de Renzo Piano. Unas creaciones que en conjunto significan una oportunidad única en la vida para disfrutar de las increíbles posibilidades arquitectónicas que ofrecen estos maestros del arte.
Aunque su estudio y su diseño finalizaron en el año 2013, no es sino hasta ahora cuando este edificio pueda ver la luz significativamente una década después de la desaparición física del maestro brasileño, quien nos abandonó en el año 2012 a la edad de 104 años a cuestas y con una impresionante visión que representa el diseño de su última arquitectura especialmente elaborada para Francia. Recordando su gran agradecimiento luego de conseguir en tierras francesas el perfecto refugio contra la dictadura instaurada en su país natal.
El auditorio del Château La Coste es capaz de resumir de un modo magistral en una única construcción todas las enseñanzas y los progresos de la obra arquitectónica de Oscar Niemeyer, estas características presentan una perfecta fusión entre las enseñanzas de su famoso maestro Le Corbusier y por supuesto las teorías desarrolladas a dúo con Lucio Costa y que han sido un sello distintivo en la obra del arquitecto brasileño.
Una genial convivencia entre construcción y naturaleza
Este pabellón es capaz de garantizar una perfecta armonía con la orografía de los terrenos aledaños, así como con los propios viñedos, ya que está diseñado para que su cúpula de forma circular y elaborada en hormigón pueda definir todo el perímetro del recinto, el cual es absolutamente acristalado y que se proyecta hacia los alrededores del paisaje que lo circunda. Este vidrio se encuentra inmerso en infinidad de pilares perimetrales y el corazón del salón integra una obra cilíndrica que permite que en sus paredes sea posible inscribir una magnífica obra de cerámica de color rojo elaborada por un artesano local, según instrucciones precisas del propio arquitecto Niemeyer.
La creación del pabellón y la mente creadora de Oscar Niemeyer hacen posible disfrutar del panorama de los viñedos, otorgándole la calificación de una obra de arte adicional a la construcción, donde de propias palabras del arquitecto estos viñedos representan “un símbolo de la presencia del hombre sobre la tierra”. Lo que permite lograr una combinación del amor hacia el vino con el diseño y la arquitectura de geniales obras de arte para que los sentidos puedan disfrutar al máximo de esta experiencia sensorial, sin olvidar la búsqueda de la supervivencia de lo natural y preservando el medio ambiente como símbolo mundial de vida.