El lugar donde más se acumula el sucio dentro de la casa, es la cocina, pero sabes realmente, ¿cuál de los rincones acapara el mayor porcentaje de suciedad? Te sorprenderás al conocer la respuesta. Conscientemente sabemos de las áreas que requieren limpieza y son las que cuidamos a diario, ya que al ver un espacio ordenado lo identificamos como un lugar aseado.
Cayendo en la trampa de ver todo limpio, asumimos que la cocina no necesita más atención. Lo cierto es que desde la nevera hasta el fregadero, existen zonas húmedas, además de los restos de comidas dentro del basurero, la suciedad y acumulación de polvo se va extendiendo. No existe la manera correcta de ver todos los rincones y llegar a ellos al momento de cumplir con la limpieza, no obstante, es el momento de saber cuál es la parte de la cocina donde el sucio se queda pegado.
Te sorprenderás al saber cuál es la parte de la cocina que acumula más suciedad
Resulta que no se trata de un lugar específico sino de diversos espacios y utensilios. Aunque no lo creas, la cocina es la zona donde más bacterias se acumulan y ha desplazado al baño como la habitación más sucia de la casa. Sin importar el menú a preparar, el piso, mesón, nevera, cocina y demás herramientas siempre terminan salpicados de cualquiera de los alimentos preparados.
La primera reacción es lavar y limpiar todo el lugar, pero cuando se trata de muchos objetos o simplemente de la premura que puedas tener, olvidas espacios que a la larga son un dolor de cabeza. Estas son las zonas de la cocina que más se ensucian, así que presta especial atención a ellas.
Fregadero
Cuando cocinas, no solo cortas los ingredientes en la tabla, los lavas y preparas en la encimera, también te lavas las manos cada tanto para continuar trabajando. El asunto es que todo el sucio más los gérmenes de cada uno de los utensilios y superficies terminan en el fregadero, en el grifo y su interior. En el fregadero se acumula humedad y bacterias que no son agradables en el lugar donde se manejan los alimentos.
Mesones o encimeras
Todos los ingredientes crudos y cocidos se cortan y preparan en el mesón. Por lo tanto, no es de extrañar que sea un espacio súper expuesto a suciedad y sobre todo a las bacterias. La acumulación del sucio también dependerá del tipo se material de la encimera. Las superficies perforadas son las más abiertas a desperdicios. Aunque la limpies antes de usar para eliminar las bacterias y gérmenes, difícilmente se van por completo. En ese sentido, es un lugar que requiere mantenimiento constante.
Tablas para cortar
Ese utensilio que usas para cortar todo tipo de alimentos para proteger la encimera de cualquier daño causado por el cuchillo, inevitablemente absorbe restos de comida, convirtiéndose en un espacio de cultivo para gérmenes. La mayoría de las tablas cuentan con baterías coliformes como la salmonela y la E. Coli. El material también hace la diferencia, por ejemplo, las de madera son las menos recomendadas porque la humedad penetra en ellas. En cambio las impermeables son más fáciles de limpiar y no acumulan tanta humedad.
El polvo hace de las suyas en la cocina
El polvo también es un elemento que se acumula en la cocina y hace de ella el lugar más sucio de la casa. No obstante, no suele encontrarse en los espacios con mayor gérmenes y bacterias, todo lo contrario, busca zonas más secas y oscuras como la parte baja de los muebles.
Al momento de cumplir con la limpieza de la cocina, mayormente, el interior de los electrodomésticos y del mobiliario se dejan a un lado. Es entonces cuando la suciedad comienza a acumularse, sobre todo en los muebles que llegan hasta el suelo donde se aglomera el polvo entre las juntas y debajo de cada espacio.
Recuerda que aunque tu cocina parezca el lugar más limpio del mundo, eso no quiere decir que esté libre de suciedad. Por algo existen estudios que afirman esta teoría y se han dado a conocer diferentes consejos para mantener alejadas las bacterias y los gérmenes.