Los beneficios de tener una planta en casa son múltiples. Por un lado, aportan frescura a un hogar y la ciencia ha demostrado que contribuyen a mejorar el bienestar emocional de las personas, la capacidad de atención y, además, decorativamente siempre contribuyen a hacer una casa más acogedora. Además, purifican el aire, puesto que absorben el dióxido de carbono y lo transforman en oxígeno, absorben gases nocivos, aumentan la humedad y reducen la sequedad del ambiente, contribuyen a aromatizar un hogar, especialmente las que tienen flores, reducen el ruido y contribuyen a paliar el estrés.
A nadie se les escapa que las flores y plantas permiten embellecer y dar un toque único a nuestro hogar, llenándolo de vida y color. Sin embargo, hay gente que desconoce que algunas de las plantas más populares para el hogar también pueden ser venenosas. Y es que, por mucho que nos gusten su estética, no todas son aptas para todos los hogares. Existen plantas tóxicas, algunas de ellas muy comunes, y en casas con niños o personas dependientes, así como con animales, hay que prestar más atención o, directamente, optar por otras.
Plantas tóxicas que solemos tener un nuestros hogares
La popularidad del cuidado de las plantas decorativas en el hogar ha aumentado de forma significativa, ganando cada vez más seguidores. Y es que, principalmente si tenemos mascotas o niños pequeños, requiere conocer no sólo sus cuidados de riego o sol, sino también los posibles riesgos que podrían representar para poder tomar las precauciones necesarias. Entre las plantas de interior más peligrosas para la salud se encuentran las siguientes:
- Hortensia. Es una planta con una flor azul, violeta, rosa o roja muy llamativa, lo que la otorga un gran poder ornamental para un hogar o un jardín o terraza. Pero muchas personas desconocen que también es una planta tóxica. Posee un principio activo, la hidragina, que cuando se rompe libera cianuro de hidrógeno, lo que la convierte en venenosa. Si se ingiere puede provocar vómitos y fuertes dolores de estómago e incluso un paro cardíaco si se toma en exceso.
Adelfa - Adelfa. Es una de las plantas más venenosas que existen, a pesar de su apariencia, así que se puede decir directamente que nunca debería estar en un hogar. Entre sus compuestos, se encuentran varias toxinas peligrosas, quizá la más destacada la oleandrina, que se concentra sobre todo en las raíces, que puede provocar la muerte. Una ingesta en mínimas cantidades puede producir náuseas, vómitos, vértigo, deposiciones, excitación y depresión, convulsiones, arritmias y taquicardias.
Filodendro - Filodendro. Otra planta de interior que es muy común en cualquier hogar pero que encierra una gran toxicidad en sus componentes. Algunas personas, de hecho, pueden sufrir consecuencias como dermatitis con el simple contacto. La razón de su toxicidad es un compuesto, los cristales de oxalato de calcio que resultan venenosos tanto para personas como para animales. Pueden producir hinchazón en el tracto digestivo y en la boca e incluso la muerte en los animales.
Kalanchoe - Kalanchoe. Aunque quizá por el nombre no suene a muchos, se trata de un clásico de las tiendas de plantas de interior. El kalanchoe tiene una floración muy abundante, de color rosa, rojo, amarillo, blanco y naranja, que se cultiva de forma sencilla y no requiere muchos cuidados. Sin embargo, en su interior alberga sustancias que pueden alterar el tracto digestivo y, consumidas en cantidad, resultar tóxicas para el corazón, provocando taquicardias e incluso llegando a producir la muerte.
Espatfilio o lirio de paz - Espatifilo. También llamada cuna de Moisés o lirio de la paz, es una planta de interior tóxica, cuya ingesta accidental puede provocar importantes dolores intestinales, irritación en la boca o labios, molestias en la garganta, etcétera. Tiene un alto contenido en oxalatos de calcio. Es también muy peligrosa para los animales. Es muy demandada por su facilidad de cuidados y de cultivo, que complementan su belleza singular, pues sus flores son capaces de alegrar cualquier ambiente. Además, es un buen purificador del aire, pero esto no compensa sus contraindicaciones.
Monstera deliciosa - Monstera deliciosa. Sus impresionantes y características hojas la han vuelto muy popular durante los últimos años. Sin embargo, esta puede ser mortal, principalmente para las mascotas y niños pequeños. La monstera, al ser masticada en cualquier parte, en los animales puede ocasionar molestias que van desde ardor y dolor de boca, y salivación excesiva, hasta dificultad para respirar por inflamación de la lengua y la faringe. En el caso de los niños, se ha visto que esta planta puede causar convulsiones, pérdida de consciencia, e incluso muerte, aunque en casos extremos.
Potus o Teléfono - Potus. Se le considera la planta más fácil de mantener y también de reproducir, capaz de purificar el aire, pero también de causar irritaciones y daños si se ingiere o se consume, siendo más graves en las mascotas. En perros y gatos, esta planta puede producir exceso de salivación, inflamación de la boca y la lengua, problemas para tragar y respirar, así como problemas estomacales. En el caso de los humanos, el potus, también conocido como teléfono, puede causar irritación de la piel, inflamación de labios, lengua y garganta, además de vómitos y diarrea.
Sansevieria - Sansevieria. La también llamada lengua de suegra contiene una sustancia en sus hojas (la saponina) que al ser mordida se libera, y puede causar síntomas y reacciones negativas principalmente en las mascotas, las cuales pueden sufrir de vómitos, náuseas, diarrea y salivación excesiva. En los humanos la toxicidad de esta planta es baja, ya que los síntomas, principalmente dolor de boca y náuseas, suelen ser de corta duración y no muy intensos.
Todas ellas son plantas de hogar que, además de ser muy populares debido a su belleza y su capacidad de purificar el aire, también pueden ser dañinas si se llegan a ingerir. Es importante aclarar que estas plantas sí pueden tenerse en casa, siempre y cuando se tengan las precauciones necesarias, principalmente manteniéndolas alejadas de los más vulnerables, como los niños y las mascotas. En estos casos, siempre hay que estar alerta, por si acaso.