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Consejos para reducir el consumo energético de la habitación que más energía gasta

Los electrodomésticos de una casa son los que más consumo energético requieren y se ubican en este lugar

La cocina es una de las estancias de nuestra vivienda que usamos con mayor regularidad en nuestro día a día, ya que allí tenemos todos los electrodomésticos necesarios como para preparar la comida, poner lavadoras, etc.

No obstante, esto también supone que es uno de los lugares de nuestra casa cuyo consumo energético es mayor y debemos saber cómo controlarlo. Por eso hoy te dejamos unos trucos para reducir el gasto de energía de tu cocina, continúa leyendo para conocerlos.

La cocina, el principal foco de gasto de energía de tu casa

La cocina es una de las estancias de nuestra vivienda de uso más habitual, lo que también conlleva que supone un porcentaje importante del gasto energético de nuestra factura.

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Esto se debe, principalmente, la utilización constante de ciertos electrodomésticos como el refrigerador, el microondas o el lavavajillas, los cuales son responsables del 30% al 50% del consumo total de energía en el hogar.

Un gasto que se mantiene aun cuando estos están apagados, ya que el consumo fantasma también supone una cifra considerable en el desglose final a pagar. A esto debemos sumarle la antigüedad de los electrodomésticos, puesto que los más viejos suelen ser menos eficientes energéticamente y consumen más energía.

Por último, también es fundamental destacar que el mal uso de los mismos también puede influir en el consumo. Hablamos de cosas como cargar de manera excesiva del lavavajillas, utilizar el horno para hacer poca comida o emplear programas de agua caliente cuando no es necesario.

Cómo reducir el consumo de energía en la cocina

En resumidas cuentas, podemos ver que el consumo de la cocina puede elevarse sin que nos demos cuenta y existen algunas formas de reducirlo. Te explicamos varias a continuación.

Utiliza ollas y sartenes del tamaño adecuado

Muchas veces cometemos el error de elegir recipientes que son demasiado pequeños para el fuego, con el consecuente gasto extra que puede suponer esto.

Por eso lo mejor es que elijamos ollas y sartenes que sean del tamaño adecuado para el fuego, ya que nos aseguraremos de no estar gastando de más.

Tapa las ollas mientras cocinas

La forma en la que cocinamos también influye en nuestro gasto energético y por eso debemos adoptar ciertas pautas de mejora. Por ejemplo, es esencial usar la tapa de las ollas porque ayuda a que el calor se retenga y se cocine más rápido.

Pero, además, también es clave apagar los fuegos y aprovechar el calor residual para terminar de cocinar.

Descongela los alimentos con anticipación

Si vas a cocinar algo que estaba en el congelador, asegúrate de descongelarlo con anticipación para así no tener que dedicar más tiempo a cocinarlo, algo que incrementará el consumo energético.

Aprovecha al máximo el lavavajillas

Es importante que carguemos el lavavajillas de manera eficiente para así reducir su uso en la medida de lo posible. Además, debemos elegir los programas que nos proporcionen mayor ahorro, los cuales suelen estar denominados como eco.

Finalmente, también debemos dejar que los platos se sequen al aire en lugar de utilizar la función de secado con calor.

Elige electrodomésticos eficientes a nivel energético

Al comprar electrodomésticos nuevos, asegúrate de elegir aquellos que sean más eficientes energéticamente o si tienes algunos muy antiguos, plantéate cambiarlos.

En cualquier caso, a la hora de sustituirlos debes buscar aquellos que tengan la etiqueta de eficiencia energética A+++, A++ o A+, lo que significa que consumen menos energía.

No utilices el horno para cualquier cosa

Si bien es cierto que el horno es un instrumento ideal para cocinar, también puede ser el responsable de que el importe de nuestra factura se eleve. De hecho, es uno de los electrodomésticos que más gasta junto con la nevera.

Por eso, si quieres emplearlo, lo mejor es que te asegures de cocinar varios platos al mismo tiempo para así aprovechar al máximo el calor que se genera. Y, además, evita abrir la puerta del horno durante la cocción, ya que esto puede reducir la temperatura y hacer que el horno trabaje más para volver a calentarse.

Estos sencillos consejos son claves y te ayudarán a evitar que el consumo de tu vivienda se dispare, así que te aconsejamos que comiences a ponerlos en marcha ya.

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