Existen ciertos electrodomésticos en nuestra casa cuyo consumo energético es mucho más elevado que el que pudiéramos esperar, como puede ser el caso de la vitrocerámica. Y, casualmente, son elementos que necesitamos emplear en nuestro día a día. De ahí que reducir su gasto energético parezca complicado.
No obstante, utilizar estos dispositivos de forma consciente puede ayudarnos a evitar un desaguisado en la factura de la luz a final de mes y, para ayudarte a adoptar este tipo de pautas, hoy te dejamos 4 consejos para usar la vitrocerámica que harán que el consumo energético de esta sea mucho menor.
4 consejos para ahorrar luz al usar la vitrocerámica
Antes de entrar a conocer con mayor detalle cuál es la forma correcta de usar la vitrocerámica para reducir su gasto, es importante señalar que este va a depender de del modelo que tengamos y la antigüedad de la misma. De manera que, los modelos que tengan más tiempo, producirán más gasto.
No obstante, a continuación te dejamos una serie de consejos que son aplicables en todos los casos y que te ayudarán a gastar lo mínimo posible a la hora de cocinar tus alimentos. Toma nota y empieza a aplicar estas pautas desde ya.
Aprovecha el calor residual de tu vitrocerámica
Como bien sabes, tanto el horno como la vitrocerámica son dos electrodomésticos que mantienen su temperatura una vez apagados, lo que se conoce como calor residual. Y este es, precisamente, el que debemos aprovechar si queremos gastar menos luz. Lo que debes hacer es apagar la vitrocerámica antes de que termine la cocción de los alimentos que estés preparando y aprovechar ese calor latente para que el plato acabe de cocinarse, con la gran ventaja de que, durante ese rato, no estarás consumiendo nada de energía.
Elige aquellos recipientes que sean más adecuados
Otro factor importante es elegir el recipiente que sea más adecuado para cocinar, tanto en lo referente a tamaño como también en lo que respecta a materiales. Piensa que, cuanto más pequeño sea el utensilio que utilizamos, más va a aprovechar el calor que desprende la vitrocerámica y antes va a calentarse.
Por eso es fundamental que no elijas recipientes que sean demasiado grandes o que no encajen bien en el fuego, ya que te costará mucho más calentarlos y requerirán un mayor gasto de energía. Además, también es crucial que coloques el utensilio en el centro del fuego para que así el calentamiento se produzca más rápido.
Evita que se active el Stand By
Al igual que ocurre con cualquier otro electrodoméstico, la vitrocerámica sigue consumiendo si la mantenemos en Stand By, lo que se conoce como consumo fantasma y debemos tratar de evitarlo en la medida de lo posible. En el caso de la vitrocerámica puede parecer más complicado, pero es necesario que lo hagamos siempre que podamos. Por ejemplo, si nos vamos a ir de vacaciones y vamos a pasar un tiempo fuera de casa, conviene que tengas en cuenta la posibilidad de desconectar por completo la vitrocerámica.
Aprovecha las horas de luz más baratas
Finalmente, otra opción interesante es la de utilizar la vitrocerámica en aquellos momentos del día en los cuales la luz te resulte más económica, para lo cual es fundamental que conozcas con profundidad el tipo de tarifa de luz que tienes contratada. Además, deberás localizar cuando es más barato gastar luz.
Eso sí, este consejo será aplicable en caso de que tengas una tarifa con horas valle, en las cuales la luz resulta más económica en algunos momentos del día frente a otros, pero si tienes una tarifa plana, no notarás ninguna diferencia aunque lo apliques. En resumidas cuentas, existen ciertas pautas interesantes que pueden ayudarnos a reducir en la medida de lo posible el gasto energético de nuestra vitrocerámica a la hora de cocinar. Te animamos a llevarlas a cabo y verás como, poco a poco, notas el cambio en tu factura de la luz.