Muchas personas tienen la habilidad y la pasión por la cocina desde la infancia, otros, por el contrario, con el paso del tiempo y los deberes diarios han adquirido conocimientos sobre el mundo culinario y lo han sabido amar profundamente. No obstante, aunque preparar recetas gastronómicas es una tarea hermosa y muy interesante, lo que no resulta tan divertido es la limpieza profunda al finalizar.
Ahora bien, aunque es un estrés constante, debes saber que hay maneras de evitar la suciedad y el desorden excesivo en esta zona y así poder limpiar rápidamente y sin perder horas en esta labor doméstica ¿Quieres saber cuáles son mis trucos? Entonces sigue leyendo y anota las 7 reglas para mantener la cocina limpia, ordenada y libre de malos olores por más tiempo.
Los 7 mandamientos para lograr una cocina limpia y ordenada
No importa la época del año, la dieta que lleves o el tiempo que pases en casa, la cocina siempre será el corazón del hogar, en especial en la temporada decembrina, en la cual las reuniones familiares y las comilonas son más frecuentes. El meollo del asunto llega con el caos resultante después que todos se van. Para hacer de esta tarea una labor sencilla y no una faena que parece no tener fin, sigue estas normas de limpieza para mantener la cocina impoluta sin romperte la espalda:
- Lavarás los platos inmediatamente: Aunque la pereza te invada, una de las claves para hacer que la cocina se vea impoluta, huela bien y que no aparezcan insectos, es lavar los platos, ollas y demás utensilios justo después de comer.
- Guardarás electrodomésticos que no usas a menudo: Si bien la cafetera o la tostadora son de uso diario, hay otros aparatos como la báscula, la batidora o el procesador de alimentos que no son imprescindibles. Guárdalos en un cajón o en el armario y haz que visualmente la cocina esté ordenada y las encimeras despejadas.
- Mantendrás utensilios de limpieza en buen estado: Lamentablemente, la frase “toda escoba nueva siempre barre bien” tiene razón. Lo mismo aplica en el caso de los trapos, esponjas, mopa, cepillos, escobilla de inodoro, plumero y demás productos. Es vital que los desinfectes de forma habitual para eliminar microorganismos nocivos, pero si observas que tienen mal olor y están en malas condiciones, es hora de reemplazarlos.
- Invertirás en productos de calidad: el 99% del trabajo difícil se vuelve más llevadero si se realizan con productos de limpieza adecuados para cada tarea. También puedes suplirlo con sustancias caseras como el vinagre blanco (ideal para remover cal o y marcas de humedad), bicarbonato (estupendo arranca grasa) y limón (blanqueador por excelencia). Cada semana evalúa como está el armario de estas sustancias y repón lo que esté por agotarse.
- Limpiarás mientras cocinas: Sin lugar a dudas, este es un hábito que todo cocinero debería aprender, sobre todo cuando el tiempo es limitado. El secreto no es lavar absolutamente todo de forma obligatoria, pero sí de fregar los platos y limpiar salpicaduras, derrames y mugre apenas aparezcan para que no se formen manchas difíciles en las superficies.
- La nevera siempre estará limpia: Cuando está cerrada no se nota, pero, si se descuida, dentro de este electrodoméstico acumula suciedad y desorden, y también olores molestos. Es por ello que habitualmente se deben repasar las baldas, la puerta, los cajones y las paredes, por otro lado, deshazte de los alimentos caducados.
- No cocinarás después de la cena: Si quieres encontrar el fregadero libre y las encimeras ordenadas al despertar, debes dejar la cocina impecable antes de ir a dormir. Barre o aspira, limpia las superficies que se hayan ensuciado y no dejes platos sucios por lavar. Aunque da mucha pereza ¡Ayuda a iniciar el día con buen pie!
Sigue estas recomendaciones y notarás como esta estancia permanece impecable y sin desorden por más tiempo, además, indirectamente tu vida será más fácil, tomando en cuenta que es el área del hogar que se ensucia a diario y en un abrir y cerrar de ojos.