Los largos días de verano quedan atrás con la llegada del invierno y seguramente te preguntes la rentabilidad de una inversión de dinero en los sistemas de generación de energía solar y en paneles fotovoltaicos cuando las horas solares comienzan a disminuir. Una disyuntiva que sin dudas está en la mente de todos, pero que gracias a la tecnología es posible asegurar que los paneles o placas solares se alimentan de la radiación del sol y no de la luz que el astro rey emite.
El hecho de conocer si realmente vale la pena una inversión en energía solar pensando en el invierno es una pregunta que ronda la mente de muchos y sin dudas es un punto muy importante debido al increíble auge de las energías solares en el ámbito del desarrollo económico, en el impacto del ahorro en las facturas de energía y de electricidad y en la cuota de emisiones hacia el medio ambiente en el que vivimos y en los esfuerzos que hacen los países para su desarrollo.
El real rendimiento de los paneles solares en invierno
España al igual que la gran mayoría de los miembros de la Unión Europea están plenamente encaminadas a desarrollar e implementar tecnologías de energía solar para dejar atrás las emisiones contaminantes, la dependencia de los combustibles fósiles y el gigante gasto económico y ambiental que ha generado la actual crisis energética mundial.
Muchos piensan que las nubes interfieren en la generación y en la captación de la energía solar por parte de los paneles y es una cuestión que no funciona de esta manera, en pocas palabras por muchas nubes que haya en el cielo el sol se mantiene allí y por consiguiente la radiación que el sol produce.
Esta afirmación en parte logra disipar muchas dudas, pero siguen en la mente muchas otras como por ejemplo: ¿Es posible mejorar el rendimiento de las placas solares en la temporada de frío? ¿Es rentable la inversión de los paneles solares fotovoltaicos en invierno?, ¿Cuál es la generación energética de las placas en días de alta nubosidad?.
El verdadero sentido de invertir en placas solares en invierno
La inversión de la energía solar fotovoltaica es a largo plazo, por lo que para que esta inversión sea de cierta rentabilidad debe estar pensada para 5 o 10 años, esto evidentemente incluye los inviernos de cada uno de estos años en la respectiva amortización de su rendimiento.
También es relevante que los ahorros en las facturas eléctricas serán al menos durante 25 o 30 años que es la duración de la mayoría de estas instalaciones, logrando que los ahorros superen con creces los costos de la instalación. Estos cálculos obviamente incluyen a los inviernos porque evidentemente las placas solares instaladas seguirán funcionando en esta temporada de frío.
Las placas solares y su capacidad de cargar sin sol
La efectividad y la elevada eficacia de los sistemas actuales de energía solar hacen posible que puedan generar cargas de cualquier tipo de luz, inclusive la artificial; esto permite que también puedan cargar cuando los rayos del sol no inciden directamente sobre los paneles solares, de allí que sea posible asegurar que el funcionamiento de los paneles sea posible a través de diversas longitudes de onda.
Esto crea las condiciones perfectas para lograr un funcionamiento con toda aquella radiación que logra atravesar las nubes, mientras que su alta eficacia logra una excelente tasa de adaptabilidad a las diversas necesidades y condiciones de carga y recepción de radiación solar.
Mejorando el rendimiento de los paneles solares en el frío
El rendimiento de los sistemas de energía solar en verano evidentemente es insuperable dada la cantidad de horas solares disponibles, pero el rendimiento en invierno, aunque es menor, no disminuye en gran medida. Este rendimiento total se verá algo disminuido por diversos agentes como por ejemplo la presencia de nubes, sombras o polución; pero cuando la producción se calcula con relación a las horas solares, esta será la misma que en las demás estaciones del año.
Es posible considerar reducciones de al menos 25 % como máximo cuando se llevan a cabo comparaciones con otras épocas del año, un error que en muchos casos se debe a la medida global de la energía producida, ya que generalmente las mediciones y estimaciones se llevan a cabo globalmente, en vez de hacerlo por horas de sol.