Mi vida dio un giro completo cuando mi madre enfermó y desde jovencita todas las labores del hogar recayeron sobre mi responsabilidad. Desde la limpieza en casa, el lavado y cuidado de la ropa, el mantenimiento de los electrodomésticos hasta la cocina diaria. ¡Algunas veces el cansancio y el desánimo me ganaban!
Y aunque no considero que “odio” el aseo de casa, sinceramente hay algunas áreas que no me gusta limpiar y ciertos quehaceres que no me agradan demasiado —por supuesto que planchar la ropa está incluido entre ellos—. La buena noticia, es que existen formas de hacer que las tareas domésticas más odiadas y estresantes sean más fáciles y llevaderas, ¿quieres saber cómo? ¡Aquí encontrarás la respuesta!
9 consejos para que las labores del hogar sean más entretenidas y rápidas
Tras varias encuestas y estudios realizados para conocer cuáles son las tareas domésticas que más desagradan, destacan la limpieza a fondo del horno, del refrigerador, del baño, de la cocina, lavar los platos, limpiar el polvo, tirar la basura, doblar y planchar la ropa tras la colada y limpiar los cristales (incluyendo mamparas, ventanas y espejos).
Aunque para cada tarea existe un método para facilitarlo, la verdad del asunto es que, si mantienes el orden en cualquier espacio, tendrás un 50% resuelto. Además de eso, si previenes la aparición de mugre difícil, aspiras a tiempo las migas que van cayendo y limpias lo que se va derramando o ensuciando, el día que te dispongas a llevar a cabo una limpieza profunda, será mucho más sencillo lograrlo ¡Básicamente la mitad del trabajo estará resuelto!
- Si no quieres pasar horas limpiando el horno por dentro, rocía vinagre blanco en las paredes y el suelo y enciéndelo durante 10 minutos a 120 °C, pasado este tiempo, apágalo y pasa un trapo cuidadosamente para remover la grasa reblandecida.
- Prepara un poderoso limpiador para el inodoro con vinagre y bicarbonato a partes iguales y viértelo en el inodoro, frota con la escobilla y espera 15 a 20 minutos a que actúe antes de tirar la cadena.
- Deja la mampara de la ducha o bañera reluciente todos los días pasando una espátula limpiacristales para que la cal, el jabón y los demás cosméticos salpicados no se adhieran y no se formen sedimentos.
- Limpia los cristales con una espátula para esta función, un buen producto limpiacristales (o vinagre blanco diluido) y paños de microfibra. Si tienes la posibilidad de adquirir una vaporeta o un robot para limpiar cristales ¡No lo dudes ni un minuto! Y no olvides que esta tarea debe efectuarse en horas del día donde no haya contacto directo con el sol para que no se sequen tan rápido y queden manchadas.
- No uses plumero para limpiar el polvo, lo adecuado es utilizar el aspirador o paños de microfibra, un material eficaz para atrapar partículas de polvo, suciedad y hasta bacterias presentes en la superficie.
- Los refrigeradores deben limpiarse cada cierto tiempo para que no se proliferen bacterias y mal olor. Prevén este problema limpiándola una vez al mes con ayuda de vinagre o bicarbonato sin olvidarte de fregar bien las olvidadas juntas y recovecos.
- Plancha más fácil la ropa cubriendo la tabla con una funda para que retenga calor, se deslice mejor la plancha y las arrugas desaparezcan más rápido —y con menos esfuerzo—.
- Tiende la ropa de tela delicada en perchas para prevenir la aparición de arrugas y no tener que planchar tanto. Y si odias planchar tanto como yo, hazte con una “caja planchadora” en la que solo tendrás que introducir la prenda y ella hará todo el trabajo por ti. ¡A mí me encanta!
- Limpia con agua caliente y obtén resultados más impecables, más rápidos, combate virus y bacterias y reduce la cantidad de jabón y limpiadores usados. ¡Es perfecto para la cocina, el baño y los sitios con suciedad incrustada!
Sabemos que todas estas labores son poco estimulantes y no generan demasiada satisfacción, pero con estas recomendaciones serán mucho más sencillas, prácticas y dejarán de ser una carga diaria en tus hombros. ¡Para mí han sido una verdadera salvación!