La factura de la luz es una de las cuestiones que más quebraderos de cabeza está provocando a los usuarios en los últimos meses. De hecho, su elevado precio ha hecho que muchas personas busquen la manera de ahorrar con otras alternativas energéticas.
Pero, además de elegir otras soluciones, también debemos comprender correctamente cuál es el servicio de luz que tenemos contratado para ver si es la mejor opción para nosotros. Te lo explicamos en detalle a continuación.
Cómo elegir la tarifa de luz correcta para ahorrar más
El precio de la luz es algo que se ha encarecido de manera excesiva durante los últimos meses, haciendo que prestemos más atención a nuestras facturas.
No obstante, muchas veces el problema viene porque tenemos contratada una tarifa errónea que hace que paguemos más dinero. Por eso hoy vamos a explicarte las dos opciones que tienes a la hora de contratar la luz y cómo funciona cada una de ellas.
Tarifa de la luz regulada: en qué consiste
En primer lugar, tenemos una tarifa que ofrecen algunas compañías energéticas y que se conoce como tarifa de luz regulada o PVPC. Esta hace alusión a una tarifa regulada por el gobierno a la que pueden acogerse aquellos consumidores que no superen los 10 kW de potencia contratada.
Se trata de una potencia bastante elevada, por lo que la mayor parte de los consumidores podrían acogerse a la misma. Si bien es cierto que la ofrecen actualmente muy pocas empresas dentro de su oferta de luz.
Con respecto a la misma, deben saber que el precio va cambiando de manera constante. De hecho, las comercializadoras lo que hacen es ir a una subasta pública para comprar el precio de la electricidad para cada hora, por lo que puede haber una diferencia bastante importante de un día a otro.
Esto implica cierta incertidumbre dado que nunca sabemos realmente lo que vamos a pagar porque está sujeto a los cambios. Algo que puede ser positivo porque paguemos menos que con la tarifa libre, o negativo en caso de que nos toque pagar más.
No obstante, este tipo de tarifas no tienen ningún tipo de permanencia, por lo que podemos cambiarla cuando nosotros consideremos oportuno.
Cómo funciona la tarifa de mercado libre de la luz
En el lado opuesto, tenemos las tarifas más comunes y que suelen tener la mayor parte de usuarios: tarifas de mercado libre. En este sentido, es la comercializadora la que fija las tarifas, normas, funcionamiento, etc.
Por eso, el precio que vas a pagar es algo que va a establecer la empresa a la cual estás contratando y aparecerá reflejado tanto en el contrato como en tus facturas de luz. Algo que hace que sea esencial que hagas una comparativa de precios entre varias compañías antes de contratar la luz con una de ellas.
La diferencia principal con la anterior es que, en este caso, el precio que pagas no es por hora, sino que suele establecerse una tarifa por kilovatio y esta es la que se aplica. De esta manera, tienes claro desde un inicio cuánto te va a tocar pagar por tu consumo.
No obstante, debemos tener en cuenta que todas las comercializadoras que ofrecen este tipo de tarifas se manejan con un margen de beneficio. Lo que implica que, en principio, vas a pagar más que con una tarifa regulada, salvo que esta suba de manera desorbitada.
Además, este tipo de tarifas de mercado libre suelen estar sujetas a una permanencia, sobre todo si van acompañadas de algún tipo de oferta o descuento en el precio. Lo que implica que, si el usuario quiere darla de baja, tendrá que pagar una penalización a la comercializadora en cuestión.
Como ves, ambas tienen sus puntos a favor y en contra, por lo que es importante analizar la situación de cada hogar para elegir la mejor alternativa para el mismo. De esta forma conseguiremos ahorrar lo máximo posible en nuestras facturas.