Las margaritas son una opción popular para todos los jardineros, y por buenas razones. Son Brillantes, alegres y fáciles de cultivar. Estas flores son fácilmente identificables y son un pilar de los jardines y de los bordes perennes clásicos. Pero el término «margarita» es mucho más amplio de lo que te imaginas. Hay multitud de opciones cuando se trata de elegir margaritas para incluir en la siembra de tu jardín.
El nombre común margarita se aplica a un gran número de especies dentro de la enorme familia de plantas Asterácea, un grupo conocido por flores planas y en forma de disco, con pétalos que forman rayos que se proyectan hacia afuera desde un eje central. La familia también incluye crisantemos, zinnias, ásteres y girasoles, así como muchas malezas comunes, como los dientes de león. Sin embargo, las especies de margaritas que son mejores para plantar dependen de varios factores.
Tipos de margaritas y como cuidarlas
Aquí hay cinco hermosas especies de margaritas para sembrar en tu jardín. Toma en cuenta que algunos tipos de margaritas se consideran malas hierbas y se clasifican por estados como invasoras, porque crecen muy rápidamente, gracias a su auto-siembra y su naturaleza robusta.
Margarita inglesa (Bellis perennis)
La margarita inglesa común tiene una reputación algo merecida de ser una maleza, incluso se considera invasiva en algunas áreas. La especie tiene flores con rayos blancos y centros amarillos, pero hay muchos cultivares con flores semi-dobles y de botón, como “Galaxy Red”. Estos cultivares son más vistosos y de mejor comportamiento que las especies primarias. Las margaritas inglesas son resistentes, pero a menudo se cultivan como bienales en zonas más cálidas y como anuales en zonas más frías. Estas margaritas de bajo crecimiento, especialmente los cultivares más vistosos, pueden ser excelentes plantas para cubrir el suelo.
Margarita gerbera (Gerbera jamesonii)
A diferencia de algunas margaritas, esta especie nativa de Sudáfrica, es una planta perenne tierna, resistente solo en climas cálidos. Sin embargo, las plantas pueden prosperar en un jardín de maceta y producir fabulosas flores cortadas. Las margaritas gerberas prefieren el sol de la mañana, aunque se tolera pleno sol en climas más fríos. Irriga las plantas al nivel del suelo para mantener el agua fuera del follaje y prevenir enfermedades fúngicas.
Margarita Margarita (Argyranthemum frutescens)
Esta especie emociona a los jardineros con sus opciones de color amarillo y rosa resplandecientes, así como su recatada variedad de pétalos blancos, que prosperará como una planta perenne. Estas son anuales en todas las zonas de crecimiento, excepto en las más cálidas, por lo que no volverán después del invierno, pero obtendrás una temporada completa de flores repetidas.
Margarita ojo de buey (Leucanthemum vulgare)
Lo que se considera una planta vigorosa en un jardín se considera mala hierba en otro, y eso es cierto para la margarita de ojo de buey. Es una flor nativa de Europa, donde la naturaleza expansiva y la tolerancia a la sequía de las plantas las convierten en plagas de pastos. Estas plantas perennes de vida corta se desaconsejan en una docena de estados continentales porque se consideran invasivas. Sin embargo, en ambientes más dóciles, las margaritas ojo de buey son bienvenidas por su tiempo de floración de tres meses.
Margarita pintada (Tanacetum coccineum)
La facilidad de cuidado y las vívidas flores de la margarita pintada la hacen merecedora de un lugar en cada jardín de corte. Comienza a florecer a principios del verano e incluso puede tener una segunda aparición más pequeña en el otoño si elimina las flores marchitas. Después de que las hojas de helecho aparezcan en primavera, ten cuidado con los pulgones y el minador de hojas.