Incluso la cocina más limpia puede ser víctima de malos olores de vez en cuando. Los residuos de comida maloliente están al acecho en la basura, fregadero, refrigerador e incluso dentro de tu microondas. Esto último es especialmente desalentador, ya que los microondas tienen que ver directamente con tu comida, además de apoyarte para que tengas más velocidad y comodidad.
Nadie quiere encontrar un olor desagradable en el interior de su cocina, justo antes de recalentar un plato de su comida favorita. Afortunadamente, es fácil eliminar esos terribles olores de tu microondas con un sencillo método de limpieza. Solo tendrás que conseguir un poco de bicarbonato de sodio, seguir los consejos que te ofrecemos a continuación.
¿Con qué frecuencia debo limpiar mi microondas?
Un horno de microondas puede desarrollar olores si no se limpia regularmente o si cocina demasiado algo y se quema. La mejor manera de mantener tu microondas libre de olores desagradables es simplemente limpiarlo regularmente con un paño húmedo y jabonoso. Luego, límpielo con un paño limpio empapado en agua. Cuando hayas terminado, sécalo completamente con un paño limpio y deje la puerta del microondas abierta hasta que desaparezca todo rastro de humedad.
A veces puede ser necesario un poco de esfuerzo adicional para eliminar la comida horneada del horno de microondas. Si hay trozos de comida horneados en el microondas, caliente una taza de agua adentro durante tres o cuatro minutos. El vapor ayudará a aflojarlos para limpiarlos. Pero, si quieres hacer una limpieza más profunda, será mejor que sigas el siguiente protocolo.
¿Qué necesito para hacer una limpieza profunda del microondas?
Debes tener a la mano un recipiente apto para microondas, agua, un paño de limpieza, vinagre blanco o jugo de limón y bicarbonato de sodio. De manera opcional puede servirte medio limón, una naranja pelada, esencia de vainilla o café molido para dejar un agradable aroma.
¿Cómo limpiar un microondas apestoso con bicarbonato de sodio?
Puede haber momentos en los que hayas limpiado tu microondas, pero esos olores horribles persistan. No te desesperes, todavía no es el momento de comprar un microondas nuevo. Para olores leves, los tratamientos durante la noche pueden no ser necesarios. Prepara una solución de 1 taza de agua y 1 cucharada de jugo de limón o vinagre blanco en un recipiente apto para microondas. Calienta la solución en el microondas durante tres o cuatro minutos hasta que hierva.
Si prefiere un olor más dulce, prepare una solución de 1 taza de agua y 4 cucharaditas de vainilla o 2 cucharadas de café molido. Una vez que el agua se haya enfriado lo suficiente, empapa un paño en la solución y limpia el interior del microondas y la puerta, raspando suavemente cualquier comida adherida. Cuando hayas terminado, asegúrate de limpiar bien el microondas con un paño limpio y húmedo y sécalo con otro paño limpio. Luego, deja la puerta abierta hasta que el interior del microondas tenga la oportunidad de secarse por completo.
¿Qué hacer si el problema sigue?
Si persiste un olor desagradable, coloca una caja abierta de bicarbonato de sodio dentro del microondas y déjalo allí durante la noche. El bicarbonato de sodio absorberá los olores y dejará tu microondas con un olor limpio y fresco por la mañana.
Si prefiere un olor cítrico, toma la mitad de un limón o una naranja pelada y colócala en 2 tazas de agua en el recipiente apto para microondas. Calienta el agua durante tres minutos en el microondas o hasta que esté humeante. Deja el agua caliente y la fruta dentro del microondas durante 12 horas. Luego desecha el agua y la fruta y deja la puerta abierta para que se sequen.
¿Cómo prevenir los olores en el microondas y mantenerlo limpio por más tiempo?
Para evitar los malos olores, limpia inmediatamente cualquier derrame en el microondas. Considera usar una cubierta de salpicaduras sobre su comida para evitar desorden. Deja la puerta abierta durante unos minutos después de cada uso para permitir que el vapor y los olores se disipen. Luego limpia a fondo su microondas con la solución de vinagre o jugo de limón cada dos semanas.