Si hablamos de frustración en las tareas de limpieza, hay una situación en la que esta sensación se duplica inexplicablemente: cuando lavamos ropa y se encoge en la lavadora, ¡no puede ser, otra vez no! Lamentablemente, esto sucede de manera más frecuente de la que desearíamos, y por lo general, aunque duela admitirlo, ocurre por nuestra culpa.
Quizá por descuido o simple desconocimiento, pero hay algunos errores que cometemos al lavar la ropa que encogen la tela durante el lavado/secado. Si quieres saber cuáles son para no volver a repetir esta frecuente metida de pata, sigue leyendo y entérate qué hacer para prevenir este problema en tu vida. ¡Es más profundo de lo que crees!
La razón por la que la ropa se encoge en la lavadora
A pesar de que pensamos que hacemos todo bien con solo introducir la ropa a la lavadora, añadir detergente y seleccionar un ciclo de lavado normal, existen factores que afectan notablemente los resultados finales —y que pueden constarnos nuestras prendas favoritas—, por ejemplo: separar la ropa por color y por características para darle un trato adecuado. Ahora bien, si se encoge la ropa, estos son los motivos reales:
- Lavas la tela con agua muy caliente.
- Usas la secadora en tejidos no permitidos o a una temperatura muy alta.
Ten presente que los tejidos fabricados con fibras de polímero se estiran en el proceso de elaboración de cada una de las prendas, por lo tanto, al aplicar calor directamente sobre la tela, se libera la tensión generada y regresan a su tamaño natural, dando como resultados: ropa que metes a la lavadora y sale mucho más pequeña.
¿Cómo se evita el encogimiento de la ropa al lavarla?
La respuesta es muy sencilla: Siguiendo las instrucciones del fabricante que se encuentran en la etiqueta incorporada y lava o seca a una temperatura prudente ¡Nunca más de lo recomendado! Puede que parezca algo inútil, pero la verdad es que el simple gesto de leer este trozo de tela, que incluye toda prenda, puede salvarte de arruinarla y dejarla inservible.
Igualmente, las fibras naturales como el algodón o la lana tienden a encogerse rápidamente por su propiedad absorbente de líquidos, es decir, el agua caliente penetra en las fibras en un instante ¡Y no hay marcha atrás! Lo mejor en estos casos es lavar la ropa con agua tibia o fría y solo hacerlo con agua caliente si el tejido lo permite y cuando sea realmente necesario para eliminar malos olores, suciedad difícil o bacterias, como es el caso de las toallas, ropa de cama, tela blanca y ropa muy sucia que sea poco delicada.