El frío se está haciendo de rogar este año, algo que nos viene bien teniendo en cuenta el alto precio de la energía. No obstante, con el paso de los días la temperatura comienza a bajar y comenzamos a ver necesario encender la calefacción.
Esta acción, que otros años no tenía mayor repercusión, este año puede suponernos un incremento del doble en nuestra factura de suministros. De ahí que sea importante adoptar ciertas pautas que nos ayuden a no pasar frío y reducir el consumo energético de nuestra vivienda. Hoy te contamos 3 trucos científicos que tienen este propósito, continúa leyendo para descubrirlos.
Termorregulación, la clave para no pasar frío este invierno
El cuerpo de los seres humanos está preparado para mantenerse a una temperatura corporal concreta, la cual se sitúa alrededor de los 37 °C y, en caso de detectar cualquier variación, empieza a activar mecanismos que le permitan proteger nuestros órganos y tejidos.
Esta función de regular la temperatura puede ser clave para conseguir manejar el frío de manera efectiva, y está relacionada con el hipotálamo, una estructura que se encuentra en nuestro cerebro.
El hipotálamo se encarga de comprobar que nuestro cuerpo se está enfriando o calentando, para así regular los procesos que intervienen en el proceso homeostático. De esta manera, cuando detecta una caída en la temperatura basal, hace que los vasos sanguíneos se vuelvan más pequeños para así redirigir el flujo sanguíneo hacia nuestro tronco y proteger los órganos.
Como ves, hay toda una ciencia detrás del frío, y podemos servirnos de ella para conseguir regular nuestra temperatura de manera más efectiva. Por eso hoy te dejamos 3 trucos científicos para que no pases frío este invierno y puedas reducir el uso de la calefacción:
- Utiliza varias capas de ropa. Cuando usamos varias capas de ropa generamos una capa de aire caliente que se usa como una especie de transición y nos ayuda a aislarnos del frío. Este mecanismo es similar al que emplea nuestro propio cuerpo para protegernos de las bajas temperaturas y que se conoce como piloerección o piel de gallina. De esta manera, somos nosotros quienes podemos controlar esa regulación térmica.
- Tapar nuestra cabeza. A pesar de que existe una creencia popular sobre que el lugar por el que más calor perdemos es la cabeza, esto no es realmente así. No obstante, sí que tiene un papel importante a la hora de activar otro de los mecanismos más populares para producir calor corporal: tiritar. Por eso cubrir nuestra cabeza puede ser otra buena forma de regular la temperatura de nuestro cuerpo y ejercer esa protección que nos ayudará a no pasar frío.
- Realizar actividades y ejercicio físico. Finalmente, la ciencia también nos dice que otra de las mejores formas de evitar el frío es activar nuestro organismo. Ejecutar cualquier tipo de actividad es especialmente relevante en invierno, puesto que nos va a permitir regular nuestra temperatura corporal, pero también lo va a ser durante el resto del año si queremos mantener una buena salud.
Como ves, son tres pautas muy sencillas y que podemos poner en práctica en nuestro día a día para así evitar pasar frío. Esperamos que te resulten útiles de cara a afrontar el duro invierno que nos espera.