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Trucos de decoración infalibles para disfrutar de un hogar muy calentito

Cortinas, cojines y alfombras son accesorios claves para transmitir sensación de calidez en casa

Cuando los días más fríos del invierno hacen presencia, apetece más que nunca quedarse en casa y disfrutar de esas tardes de peli y manta. Conseguir que nuestro hogar sea lo más cálido y acogedor posible no solo es cuestión de temperatura. La decoración también puede ayudar, y mucho a conseguirlo. Basta poner en práctica unos sencillos trucos.

Por un lado, con la decoración podemos mejorar el aislamiento de nuestro hogar, ayudando a mantenerlo caliente durante más tiempo y con un coste energético menor. Por otro, no hay que olvidar que el aspecto de la casa también puede tener un fuerte componente psicológico en el que entran en juego colores, materiales y texturas.

Grandes ideas para decorar el hogar en invierno y ahorrar calefacción

Los textiles, de un modo u otro, son los grandes protagonistas del invierno en casa. Lana, algodón, pana y telas con pelo son especialmente cálidas, por eso, el primer consejo es introducirlas en la decoración. ¿Cómo? Hay muchas ideas. Por ejemplo, una sobrecortina de paño o de lana no solo nos ayudará a renovar el estilo del salón o el dormitorio, también es un buen aislante para evitar que el frío del exterior llegue a la estancia.

salon blanco calido

No es la única posibilidad. Cambiar las fundas del sofá por otras de un tejido como el borreguito o colocar una manta en él, visualmente dará una imagen de mayor calidez. Pero también hará que nos sintamos más cómodos y más “arropados” cuando nos sentemos en él. Si es una manta, además, la podremos utilizar para taparnos mientras nos relajamos leyendo o viendo la tele. Y no solo en el salón, en el dormitorio, una colcha de terciopelo o un plaid tendrán ese mismo efecto

También los cojines tienen un papel importante a la hora de transmitirnos una sensación de calidez. Pueden ser de esos tejidos calentitos. Pero aún podemos jugar un poco más con ellos. El secreto son las texturas. Si elegimos cojines de punto grueso, de nudos o con pelo, la habitación o el salón parecerán mucho más acogedores.

Si hay algo que a la mayoría nos disgusta en invierno es pisar el suelo frío. Por eso, sobre todo si en casa tenemos suelos de gres o terrazo, el mejor aliado contra las bajas temperaturas son las alfombras. Dejaremos de dar un salto al pisar el suelo cuando nos levantamos de la cama y, además, son otro de los elementos que ayudan a aislar la casa.

En el dormitorio, esas alfombras son imprescindibles, si es pequeño, una a cada lado de la cama. Si es grande, se puede colocar una sola debajo, asegurándose de que sobresale al menos 40 cm de los pies y los laterales. Como además no va a estar sometida a muchas pisadas, podemos permitirnos el lujo de poner alfombras de pelo, que al tacto son mucho más agradables.

¿Y en el salón? Las alfombras también aíslan y decoran, pero en este caso, como van a estar más sometidas al ir y venir diario y a la suciedad, lo ideal es optar por aquellas que son de nudos o pelo corto, que resultan mucho más fáciles de limpiar. Lana y algodón son dos buenas elecciones. En lo que respecta a la colocación, como la alfombra estará en la parte del sofá, lo aconsejable es que sobresalga también unos centímetros por cada lado.

La gran protagonista del invierno en casa: la chimenea

Si hay chimenea en casa, hay que darle la relevancia que se merece. Y no solo porque calienta, también porque ayuda a crear esa sensación de hogar tan agradable. Por ello, además de encenderla, conviene cuidar su entorno. Hay que procurar que esté limpio y despejado y tener el combustible a mano pero ordenado. La leña, además, puede ser muy decorativa.

¿No hay chimenea? Hay una forma barata de tener una en casa y, además, sin obras. Es tan sencillo como instalar una eléctrica o de bioetanol en una pared que tengamos desnuda, puede ser en el salón o incluso en el dormitorio. Estas chimeneas son muy decorativas y lo mejor de todo es que no necesitan instalación ni salida de humos. Además, son muy seguras, incluso las de bioetanol, que tienen llama de verdad.

Ahora que ya tenemos chimenea, solo queda convertirla en el centro de todas las miradas. Para ello, lo más sencillo es colocar unas cestas de mimbre con troncos, ramas o piñas secas. Si es una chimenea de leña, será muy práctico y tendrá un bonito efecto decorativo que hará que el ambiente sea aún más acogedor. Además, no hay que olvidar que todo lo natural es tendencia, así que es una idea perfecta.

Con estas sencillas ideas sentiremos de verdad el calor del hogar, y todo ello sin necesidad de hacer grandes cambios en casa. Con una casa más agradable, más cálida y de ambiente más relajado, ¿a quién le apetece salir de ella en invierno?

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