Una maya de patatas es algo que no falta en ninguna cocina bien abastecida. Las patatas se utilizan en innumerables recetas y guarniciones, de hecho, es probable que sea el alimento con más usos diferentes de cuantos forman el recetario habitual de cada casa.
Pese a que las usamos con mucha frecuencia, puede pasarnos que veamos aparecer una serie de signos que nos indican que las patatas no están en buen estado para ser consumidas. Para saber más sobre este ‘lado peligroso’ del tubérculo más famoso del mundo, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) nos alerta sobre los posibles peligros de las patatas con brotes o zonas verdes.
Brotes verdes en las patatas
En ocasiones vemos unos brotes verdes aparecer en la piel de las patatas. La causa de estas «irregularidades» son los glicoalcaloides, unos tóxicos naturales presentes en estos tubérculos y otros vegetales como los tomates o las berenjenas.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha investigado sus efectos en la salud, por los que la OCU ha alertado sobre no consumir las patatas que los muestren.
Existen riesgos pero no debemos asustarnos demasiado
La OCU explicado que, si bien existe el riesgo de sufrir algún que otro malestar, no hay que entrar en pánico. Aunque la EFSA aún está investigando los efectos en tomates y berenjenas, en el caso de las patatas, existe información suficiente. Los glicoalcaloides pueden provocar malestares gastrointestinales como náuseas, vómitos y diarrea. Aquí está la clave: la dosis más baja que podría desencadenar estos efectos es de 1 miligramo por kilo de peso corporal al día. Así que, mientras no exageres en tu consumo, no tienes que preocuparte demasiado.
La OCU pide especial atención al consumo de patatas con brotes verdes en niños
Según la OCU, los más pequeños de la casa sí deben tener un cuidado extra en el consumo de patatas que muestren estas manchas verdes. Los expertos advierten que bebés y niños pequeños tienen más riesgo, ya que su bajo peso los hace más susceptibles. Pero no te alarmes, los adultos tendrían que comer grandes cantidades para llegar a niveles peligrosos. Además, recuerda que el riesgo se reduce drásticamente si sigues algunos consejos prácticos.
¿Cómo mantener tus patatas libres de peligro?
Para minimizar el riesgo de comer patatas que pudieran contener el tóxico, la OCU ha dado una serie de recomendaciones muy sencillas de aplicar. Entre los más eficaces están comprar las patatas que vayas a consumir en una semana como mucho y prestar atención a que no muestren ya manchas verdes al comprar las patatas. En casa, almacénalas en un lugar fresco y seco, pero no en la nevera ni expuesta a la luz directa del sol.
Finalmente, ten en cuenta que al pelarlas y cocinarlas o hervirlas a una temperatura de 170º, eliminas entre un 20% y un 90% la concentración de glicoalcaloides. Ahora que tienes los datos, ¡disfruta de tus patatas favoritas sin preocupaciones! Con estos consejos prácticos, puedes mantener a raya los riesgos y seguir disfrutando de tus platos con patatas.