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La carne de laboratorio: El alimento que podría estar en nuestros supermercados en unos años

Esta solución se presenta como una forma de proteína animal con menos huella de carbono, elaborada a partir de células madre

Quién nos diría hace dos décadas que podríamos pensar en una carne elaborada en un laboratorio. Pocos podían imaginarlo y, hoy en día, cobra más fuerza que nunca entre los expertos.

La carne a partir de células madre avanza rápidamente en su proceso de investigación y se presenta como una de las principales necesidades para solventar la extenuación de los recursos, acusada principalmente por la escasez en la producción de proteína de origen animal.

La carne cultivada, una solución de futuro

La población aumentará considerablemente para el año 2050, situándose en los 9.770 millones de personas. Con el cambio de siglo serán muchos más: 11.180 millones. Con este incremento significativo de habitantes en el mundo, será necesario una producción mayor de alimentos, entorno a un 50%-60%. La carne cultivada se presenta como una solución que podría arreglar la escasez que puede haber de proteína animal en las próximas décadas.

Carnes Cultivadas

Ahora bien, te preguntarás como se elabora esta “carne de laboratorio”. Es producida a través de células madre extraídas mediante una biopsia, sin tener que sacrificar al animal. Estas células que comentamos crecerían in vitro en un medio sintético que imitaría el cuerpo del animal. No necesitamos realizar ningún tipo de manipulación genética. Tan solo dejaremos que se multipliquen naturalmente. Haremos el mismo proceso de crecimiento de un músculo dentro del animal.

La producción masiva, otro de los objetivos

Pero, se piensa mucho más que eso. El siguiente paso es lograr una producción masiva con el objetivo de abaratar costes y que se pueda vender sin ser un producto de lujo. Un sinfín de empresas tecnológicas están trabajando con este tipo de proyectos. En Francia, Gourmey está tratando de conseguir un foie gras sin tener que sacrificar al pato. A partir de las células de huevo y de grasas de hígado de pato cultivadas en laboratorio, se pretende obtener este foie gras.

En España, BioTech Foods es el líder de un proyecto llevado a cabo por la Unión Europea consistente en el acercamiento de la carne cultivada al mercado y al posicionamiento a la industria europea a la cabeza mundial en este sector. Esta compañía vasca está avanzando en el proceso de investigación de la carne cultivada.

¿Qué dicen los consumidores?

Las dudas existen y la expectación se palpa entre los consumidores. La irrupción de esta nueva carne ha sido tratada por diversos expertos en tecnología y escritores. La tecnóloga Beatriz Robles opinaba sobre la presentación al público de una hamburguesa de carne de vacuno cultivada en laboratorio: “Se trata de un producto fabricado a partir de células madre musculares de animales vivos. Por ahora no es perfecta. Le falta la grasa, los vasos sanguíneos se militan con ingredientes como sumo de remolacha o huevo en polvo…”.

Escritores como José Manuel López Nicolás, vicerrector de Transferencia y Divulgación Científica de la Universidad de Murcia y autor del libro “Nuevos alimentos para el siglo XXI”, cree que “se puede hablar de calidad, pero la sensorialidad es un concepto muy subjetivo. Un alimento me puede parecer insípido y a otra persona, delicioso”. Íñigo Charola, cofundador de la empresa BioTech Foods, confirma que los jóvenes son la franja de edad que está más receptiva a probar esta carne cultivada. El 46% de los consultados entre 20 y 40 años quiere probar la carne cultivada, mientras que, en las edades comprendidas entre los 41 y 55 años, la cifra desciende hasta el 36%.

Estará entre nosotros en poco tiempo

Según Beatriz Jacoste, directora de KM ZERO Food Innovation Hub, tiene claro que los supermercados americanos comercializarán la carne cultivada en un par de años. Europa no será de los primeros que aprueben nuevos productos por complejidad burocrática.

Otras apuestas afirman que la Unión Europea será la primera región en probarlo porque tiene una de las vías de regulación mejor definidas del mundo. Nos hacemos la pregunta de cómo el ciudadano posee un conocimiento tan pequeño de algo que va a cambiar su cesta diaria cuando acuda al mercado a comprar. La respuesta está en que en la biotecnología se encuentra el secretismo. Se pretende proteger la propiedad intelectual y evitar el espionaje industrial.

No solo se podrá comercializar carne cultivada, sino que también pescado . Muchas son las empresas que ya están apostando por cultivar sus tipos de carne o pescado. Por ejemplo, la empresa rusa ArtMeat cultiva carne de caballo, que pretende comercializar en 2023. La inglesa HigherSteaks destaca peculiarmente por trabajar con beicon cultivado. Otras como la israelí Future Meat apuesta por la carne para Kebab. La texana BioBQ se decanta por desarrollar beef jerky (láminas de carne ahumada) y beef brisket (pecho de res).

Muchas son las que hay de carne, pero también de pescado. La española Cubiq Foods rizó el rizo investigando fuentes de omega 3 a partir de células cultivadas, presentada como alternativa al consumo de pescado. Y, una propuesta, sin duda, más curiosa, es la iniciativa de Because Animals, que desarrolla comida para gatos con células de ratón.

Se presenta como una opción ambiental

La investigadora Hanna Tuomisto explica que “esta opción se presenta como una solución para alimentar a una población creciente y, a la vez, reducir los gases de efecto invernadero”. Además, la cuestión también es un asunto de seguridad alimentaria. Varios investigadores de zoonosis y resistencias antimicrobianas recalcan que, al cultivarse el alimento en laboratorio, desaparece el riesgo de contagio entre animales y no hay necesidad de usar antibióticos.

Todo este tipo de proyectos requieren de inversiones millonarias. Muchos filántropos se encuentran preocupados por el calentamiento global. Bill Gates o Leonardo di Caprio, así como grandes conglomerados de la industria alimentaria y farmaceútica, como JBS, Merck KGaA, Esco Aster, Nutreco o incluso Mitsubishi, son algunos de los primeros que han dado el paso d posicionarse.

Aun así, inquieta de cierto modo entre la comunidad científica que el futuro de la alimentación esté en manos de empresas privadas. Los científicos apuestan por inversiones públicas en este tipo de proyectos. La idea de futuro está presente. Ahora habrá que ejecutarla y asegurar que todas las condiciones son necesarias para que la carne cultivada sea una realidad en los mercados de todo el mundo.

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