Realizar ejercicio es algo crucial para mantener nuestro cuerpo en buenas condiciones y retrasar durante el máximo tiempo posible la aparición de enfermedades. Si bien es cierto que no debemos olvidar que la alimentación es otro pilar sumamente relevante a tener en cuenta.
No obstante, muchas veces cuando nos planteamos entrenar, nos focalizamos en los ejercicios aeróbicos, como puede ser el caso de caminar o andar y dejamos de lado otros entrenamientos focalizados en la fuerza. Esto es, además, algo que se hace especialmente patente cuando comenzamos a hacernos más mayores.
Pero, ¿sabías que entrenar fuerza es algo esencial también en la edad adulta? La Clínica Mayo, una de las mayores entidades dedicadas a la salud, se ha pronunciado al respecto y ha hablado de los beneficios de este tipo de ejercicio para la salud. Si quieres saber cuáles son, continúa leyendo porque te lo contamos a continuación.
6 beneficios de entrenar fuerza en la etapa adulta
La Clínica Mayo es una de las entidades más reconocidas cuando hablamos de salud e investigación y por eso es importante seguir los consejos que nos plantean. En este caso, la clínica se ha pronunciado al respecto de la importancia del entrenamiento de fuerza, al igual que hiciera Harvard previamente con respecto a los ejercicios básicos para mantenernos en forma toda la vida.
El principal argumento que esgrimen al respecto, es que este tipo de ejercicio, nos ayuda a conservar y mejorar la masa muscular que vamos perdiendo cómo consecuencia del paso de los años. Evitando, por otro lado, que se produzca un aumento de grasa que podría derivar en otros problemas como la obesidad.
Pero, para que conozcas en detalle los beneficios del entrenamiento de fuerza para la salud, te los contamos a continuación.
1. Ayuda a controlar el peso corporal
Muchas veces cuando queremos perder peso o grasa solemos recurrir a ejercicios aeróbicos muy intensos porque pensamos que son la única manera de lograrlo, pero no es así. De hecho, el entrenamiento en fuerza suele aumentar nuestro metabolismo, por lo que nos permite quemar un número mayor de calorías por rutina.
Lo que ocurre es que, al aumentar la masa muscular, esta requiere un mayor gasto energético, por lo que es más sencillo que quememos aquellas grasas que tenemos acumuladas en el organismo. De esta forma, podemos controlar mucho mejor nuestro peso y huir de aquellas enfermedades que pueden poner en peligro nuestra salud como la obesidad.
2. Permite fortalecer nuestros huesos
Cuando nos hacemos mayores comienzan a surgir problemas con nuestros huesos, los cuales se vuelven más frágiles. En este caso, debemos saber que el entrenamiento de fuerza consigue aumentar la densidad ósea de los mismos haciendo que estén más fuertes.
Por eso, cuando se lleva a cabo este tipo de ejercicio se reduce el riesgo de sufrir ciertas enfermedades como la osteoporosis. Además de evitar posibles problemas como pueden ser las roturas óseas cuando tenemos algún tipo de caída.
3. Manejamos mejor las enfermedades crónicas
Uno de los principales problemas de las enfermedades que se encuentran cronificadas, es que nos hacen experimentar dolores fuertes que pueden terminar afectando a nuestro estado anímico. De hecho, una de las principales consecuencias de este tipo de enfermedades suele ser que la autoestima de la persona se ve mermada al sentirse incapaz de controlar el dolor que tiene de manera continua.
Sin embargo, el ejercicio de fuerza ayuda a manejar y reducir estos dolores para que podamos tener una mejor calidad de vida y un estado anímico más positivo. Y no solo eso, sino que también nos ayuda evitar o retrasar la aparición de otras enfermedades como pueden ser las cardiacas, diabetes, obesidad, etc.
4. Controla los niveles de azúcar en sangre
Cuando ejercitamos los músculos esqueléticos conseguimos aumentar la sensibilidad a la insulina y reducimos los niveles de azúcar en sangre porque se elimina glucosa que debemos enviar a las células musculares para que funcionen correctamente.
Por eso, si queremos evitar la aparición de ciertas enfermedades como la diabetes, lo mejor que podemos hacer es incluir el ejercicio de manera habitual en nuestra vida. O aun cuando ya suframos esta enfermedad, nos permitirá tener más controlada la misma al disponer de un mayor equilibrio del azúcar que tenemos en sangre.
5. Mejora el rendimiento cognitivo
Como bien sabes, el cerebro es un músculo que requiere de su propio entrenamiento para estar en buenas condiciones, pero también se aprovecha del ejercicio físico que realizamos para mejorar sus funciones.
De hecho, diversas investigaciones han demostrado que combinar este ejercicio con el aeróbico, mejora ciertas habilidades como pueden ser el pensamiento y el aprendizaje en adultos mayores. Esto sucede porque nos ayuda a retrasar el deterioro cognitivo que aparece con la edad, pero también porque contribuye a que tengamos un estado anímico mucho más positivo a la hora de afrontar la vida.
Además, ni que decir tiene que también nos va a ayudar a retrasar la aparición de ciertas demencias o deterioros cognitivos, como puede ser el caso del Parkinson o del Alzheimer.
6. Mejora la calidad de vida
Finalmente, la Clínica Mayo apunta a que el entrenamiento de fuerza nos ayuda a mejorar nuestra calidad de vida de manera general. ¿Por qué? Porque nos ayuda a estar mejor tanto a nivel físico como mental.
Además, cuando vamos llegando a la edad adulta, nos protege más de las lesiones que se suelen producir en las articulaciones y hace que el músculo se desarrolle lo suficiente como para evitar posibles caídas. Pero también nos aporta la libertad y autonomía que en muchos casos perdemos como consecuencia de no poder llevar a cabo las tareas por nosotros mismos.
En definitiva, este tipo de ejercicio es crucial si queremos mejorar nuestra salud a nivel físico y mental, sobre todo cuando estamos llegando a una edad avanzada. Por eso te recomendamos que lo incluyas desde ya dentro de tu día a día, pero siempre acompañado de una dieta equilibrada que te aporte todos los nutrientes necesarios y te permita mantener la salud de tu organismo en condiciones óptimas.