Comer La piña siempre está relacionada con el tema de las dietas, sin embargo, es una fruta que ofrece una cantidad de beneficios al cuerpo que notarás de manera inmediata si la consumes a diario. Pero no te engañes, el mayor porcentaje de sus nutrientes se centran en la fruta correctamente cosechada. La piña te ayudará a mantenerte hidratado gracias a su gran contenido de agua, este es uno de los principales rasgos que se ven al comer la fruta cada día, puede ser en trozos o jugos de piña.
Esta fruta tropical, se considera un alimento rico en minerales. Es ideal para el aperitivo de media mañana y la merienda de la media tarde. Recuerda que la piña procede de una planta que fructifica cada tres años y da un único fruto. Sin embargo, gracias a su variada procedencia se puede conseguir en los mercados durante todo el año. Esto te da la oportunidad de disfrutar no solo de su delicioso sabor, sino de todos sus nutrientes los 365 días del año.
Qué le pasa a tu cuerpo si comes piña todos los días
La piña tiene propiedades que te permiten notar cambios en tu cuerpo y te ayudan a mejorar el funcionamiento de tu organismo, esencialmente en el sistema respiratorio, sistema digestivo y cardiovascular. Debes tener en cuenta que la fruta debe madurar de manera satisfactoria en su planta, de lo contrario se obtiene una fruta ácida y con pocos nutrientes. La vitamina C destaca entre las propiedades que se pueden encontrar en este alimento, también el yodo y la bromelina.
Hay diferentes razones para comer piña todos los días ya que el cuerpo comienza a dar señales de cambios favorables. El poder nutricional de la piña es tan grande que no tardarás en notar las mejoras que producen las vitaminas y minerales que contiene este alimento. Si todavía tienes dudas sobre el potencial de esta fruta, echa un vistazo a los cambios que notarás en tu cuerpo al consumir piña diariamente.
Mejora la digestión
Lo primero que notarás es que mejora tu tránsito intestinal. La fibra y el jugo de la piña agilizan el proceso digestivo. No sufrirás de estreñimiento ni de inflamación estomacal, tus idas al baño estarán más controladas. Eso sí, las personas que sufren de gastritis o úlceras deben controlar el consumo de la piña ya que su acidez aumenta el jugo gástrico.
Huesos más fuertes
Comer piña todos los días te permite restaurar cualquier daño en los huesos. Esta fruta tiene un alto contenido de magnesio, sumado a eso el calcio, juntos te ayudan a fortalecer los huesos y mejorar el proceso de crecimiento. Evita la fracturas tras una caída comiendo tu porción diaria de piña.
Mejora la vista
Si todavía no tienes problemas visuales o deseas reducir los daños causados por la edad. Dos rodajas de piña al día te aportan la vitamina A y betoquerotena necesaria para conservar o mejorar la vista.
Reduce los resfriados
La piña destaca por ser una fuente rica en vitamina C. No solo contribuye al cuidado de las células ante daños oxidativos, con poder antioxidante. También con la ayuda de la bromelina puedes reducir la flema y el moco acumulado en las vías respiratorias. Esto evita enfermedades como gripe o resfriados.
Corazón más sano
Otra razón para comer piña a diario y que sentirás en tu cuerpo, es una piel más brillante y elástica. Resulta que la vitamina C también cuida al organismo de enfermedades cardiovasculares e incrementa la producción de colágeno. La vitamina C evita que los radicales libres generen daños en la piel. Así como te permite tener un corazón más sano.
Consideraciones a tener en cuenta
Si bien la piña es rica en vitaminas y minerales ideales para tener un cuerpo más sano, debes tener cuidado del tipo de alimento que consumes. Pues, se ha demostrado que la piña conservada en almíbar es la forma más habitual de consumir esta fruta y aunque conserva algunas de sus propiedades es muy pobre en su enzima bromelina y resulta ser más calórica.
El yodo de la piña contribuye al metabolismo energético normal y producción de hormonas tiroideas, además de a la función normal tiroidea. Pero también tiene componentes no nutritivos, por ejemplo, los ácidos orgánicos, málico y cítrico que son los responsables de su sabor ácido. Puedes consumir la fruta en trozos, en jugos o incluirla en tus guisos para sacar el máximo provecho. Como ya se mencionó las personas con úlceras y gastritis deben consumirla con moderación.