La pasta es un plato que gusta a todo el mundo y que acepta múltiples variedades a la hora de ser cocinado: en ensalada, con distintos tipos de salsa, acompañado de carne, etc. Y además es muy fácil de cocinar, lo que le ha convertido en uno de los platos más socorridos tanto para aquellos a los que les gusta la cocina como para a los que no.
No obstante, existe cierta mala prensa con respecto a la misma y es que es engorda demasiado, lo que la ha convertido en un alimento no apto para las dietas de adelgazamiento.
Pero, ¿sabes que puedes comer pasta sin engordar? Pese a todas las creencias que existen al respecto, hay una serie de pautas que podemos seguir para reducir el contenido calórico de este alimento en la medida de lo posible y así volver a incluirlo en nuestro menú. Si quieres saber cuáles son, lo mejor es que continúes leyendo.
6 pautas a seguir cuando comes pasta para que no te engorde
¿Cuántas veces has escuchado lo de que la pasta engorda? Si estás intentando o has intentado adelgazar alguna vez en tu vida, seguro que la frase te suena y no es para menos, es uno de los mantras que más se repite cuando alguien está en un proceso de pérdida de peso y lo que hace que dejemos este plato de lado, por mucho que nos guste.
Pero hoy venimos a desmentirte esto y a darte una serie de consejos que te van a ayudar a disfrutar de la misma sacándole el máximo provecho a la vez que restas calorías. Es hora de que sigas incluyendo pasta en tu dieta, pero haciéndolo de una forma equilibrada, ayudándote de superalimentos que te ayuden a adelgazar y practicando ejercicio. Así que, si quieres saber lo que debes hacer para comer un rico plato de pasta y que no te engorde, continúa leyendo.
1. La pasta debe estar al dente
Lo cierto es que puede parecer que el punto de la pasta no tiene nada que ver con el hecho de que engorde más o menos, pero no es así. Cuando nosotros dejamos una plasta al dente estamos rompiendo la cocción antes de tiempo, por lo que conseguimos un producto con una consistencia más dura y que nos cuesta más masticar.
Por si no lo sabías, cuando masticamos nosotros le enviamos a nuestro cerebro señales de que estamos comiendo, por lo que cuanto más masticamos, más saciados nos sentimos. Así que la conclusión es sencilla, si masticamos más la pasta al dente nos saciamos más rápidamente y consumiremos una menor cantidad de la misma. Pero, además, este proceso implica una mayor energía y un menos índice glucémico, por lo que también nos ayuda a retrasar la aparición del hambre durante varias horas.
2. Controla la cantidad que comes
Seguro que esto ya lo sabes, pero si no quieres engordar controlar el tamaño de las raciones que consumas es algo esencial. En lo que se refiere a la pasta, el plato debe rondar entre los 80 y los 100 gramos sin contar el resto de ingredientes que podamos añadirle. Además, dado que se trata de un alimento energético, es crucial que combinemos su ingesta con la práctica de ejercicio.
Si eres de aquellos de buen comer y esta cantidad se te hace pequeña, te diremos que un truco es elegir un plato de menor tamaño para que la ración parezca más grande.
3. Cuidado con los horarios
¿Se puede comer pasta a cualquier hora del día? No, al menos si quieres perder peso. Recuerda que los hidratos de carbono requieren de un tiempo para ser quemados por el organismo, por lo que si te esperas a comerlos por la noche, lo más fácil es que no tengas tiempo de quemarlos y se conviertan en grasa.
Por eso lo mejor es elegir el mediodía, que es el momento en el cual solemos tener una mayor actividad física y podemos asegurarnos de que vamos a quemar ese chute de energía.
4. Incluye proteínas magras
Cuando hacemos pasta siempre nos gusta acompañarla de otra serie de ingredientes que pueden ir sumando calorías al plato como es el bacon, la carne picada, etc. Si quieres adelgazar, lo mejor es que digas adiós a estos ingredientes e incorpores mejor otra serie de proteínas magras que le dan sabor y consistencia al plato como puede ser el pescado blanco, el pollo, un queso bajo en grasa o los huevos.
De esta forma estarás incorporando productos que van a ayudarte a generar saciedad a la vez que buen sabor al mismo, convirtiéndolo en un plato de pasta con menos calorías.
5. Las versiones integrales, ¿son mejores?
Siempre se ha hablado de los alimentos integrales y que no son adecuados para nuestra salud como pensamos pero, ¿qué ocurre con la pasta? Lo cierto es que si se trata de una buena alternativa porque las harinas integrales están hechas con carbohidratos de absorción lenta, por lo que son ideales para una dieta que sea baja en calorías, además de aportarnos fibras y vitaminas que nos ayudan a sentirnos saciados.
No obstante, la pasta que menos va a engordar siempre es la fresca, siempre y cuando no incluya huevo ni otras sales añadidas.
6. ¿Debemos dejar la salsa de lado?
Otro debate habitual a la hora de tomar pasta se centra en las salsas, ya que son una de las cosas que más aporte calórico genera al plato. Pero, ¿Qué podemos hacer a este respecto? Muy sencillo, elaborar la salsa nosotros mismos.
Es decir, en vez de recurrir a un tomate frito envasado, podemos hacerlo nosotros o incluso optar por otras salsas más elaboradas como el pesto, la salsa boloñesa o cualquier otra que se nos ocurra y de esta forma estaremos reduciendo un gran número de calorías en nuestros platos de pasta.
Como ves, consumir pasta que tenga menor contenido calórico es posible y solo consiste en realizar una serie de ajustes en la manera que tenemos de consumir la misma. Esperamos que este artículo te haya servido para arrojar luz al asunto.
