Es habitual que para ahorrar tiempo y no tengamos que estar todos los días yendo a comprar pan, a menudo compremos pan para varios días y mantenerlo congelado.
El pan congelado es una buena solución, pero aunque nos permita alargar la vida de este alimento, es cierto que el pan descongelado no es igual que el pan recién hecho. Te contamos algunos trucos mágicos que te ayudarán a que ese pan, cuando lo descongeles, parezca haber sido recién horneado.
Aprovechando el pan congelado: Una forma de evitar el desperdicio
El pan recién horneado, ese pellizquito irresistible al pico del pan en el camino de la panadería a casa. La pena es no disfrutarlo a diario. Aquí es donde entra en juego el hábito de congelar pan. No solo permite reducir el desperdicio, también nos brinda la oportunidad de disfrutar de un pan fresco en cualquier momento. Con estos sencillos trucos de descongelación, podrás disfrutar de la misma textura y sabor que si lo acabaras de comprar.
Al congelar el pan, también evitamos que se ponga duro y pierda su frescura. Con un poco de planificación, puedes mantener tu suministro de pan siempre a punto, listo para ser transformado en deliciosos sándwiches, tostadas o acompañamientos para tus comidas.
Métodos para descongelar el pan de forma eficaz y que parezca recién horneado
En primer lugar tenemos la descongelación lenta, la clave para mantener la esponjosidad. Olvídate del microondas o de pasar del congelador directamente a la tostadora, ya que puede resecar el pan. Opta por una descongelación lenta y cuidadosa. Deja el pan a temperatura ambiente o colócalo en la parte baja del refrigerador durante la noche. De esta manera, la humedad se conservará y el pan mantendrá su textura esponjosa, como si acabara de salir del horno.
En segundo lugar, el horno es tu aliado para pan crujiente. Si prefieres una solución más rápida, precalienta el horno a 180 °C, envuelve el pan en papel de aluminio y hornéalo durante unos 10 minutos. ¡Tachán! El pan recobrará su corteza crujiente y su miga se volverá tierna, como si estuviera recién salido del horno de la panadería.
Por último, el secreto del vapor para una corteza perfecta. Si te encanta esa corteza crujiente en tu pan, mientras calientas el pan congelado en la parrilla superior del horno, coloca una bandeja con agua caliente en la parte baja. El vapor generado ayudará a mantener la humedad y conseguir esa corteza crujiente que tanto adoras.
El pan que te sobre del día puedes transformarlo en pan recién hecho
La próxima vez que te encuentres con pan sobrante al final del día, en lugar de desecharlo, sácale el máximo provecho congelándolo. «Quién tiene pan congelado tiene pan recién horneado» puede ser tu nuevo refrán de cabecera ahora que ya sabes cómo descongelarlo adecuadamente para que parezca recién salido del horno de la panadería. Prueba estos trucos y ya nos cuentas.