Las relaciones personales en ocasiones pueden ser complicadas y provocar problemas de autoestima en las personas que se encuentran inmersas en la misma. Esto puede deberse a distintos factores como el entorno, ciertas circunstancias puntuales o también por culpa de alguna de las dos personas que se encuentran implicadas en la pareja.
Este tipo de estrategias de manipulación en ocasiones pasan factura a la relación, pero, otras muchas veces, no somos realmente capaces de distinguirlas. Una de las más conocidas en este sentido es el gaslighting o luz de gas, un fenómeno que actualmente se encuentra muy extendido.
Pero, ¿sabes qué es el gaslighting? ¿Cuáles son sus técnicas? Si te suena, pero no lo tienes muy claro, no te preocupes porque te vamos a resolver todas las dudas a continuación.
¿Qué es el gaslighting?
Puede que alguna vez hayas escuchado este término, pero quizás no tienes muy claro a qué se refiere. Lo cierto es que la luz de gas o gaslighting es una estrategia de manipulación que suele producirse dentro de las relaciones sentimentales, aunque también puede darse en otro tipo de relaciones como las de amistad.
El objetivo de esta estrategia es conseguir que la otra persona dude de lo que está ocurriendo, lo que ha dicho o incluso de su memoria. Por eso esta estrategia suele terminar dando lugar a problemas de autoestima en la persona que se está viendo afectada por esta técnica y puede terminar rompiendo los vínculos emocionales entre las dos personas cuando se da cuenta de todo.
Etapas del gaslighting
Este proceso suele darse mediante una serie de etapas que son aquellas por las que pasa la persona que está sufriendo este tipo de manipulación y son:
1. Shock inicial
Cuando todo comienza, la reacción natural de la persona afecta es a sentir incredulidad sobre lo que está ocurriendo o a no darse cuenta de lo que sucede. En muchos casos es necesario que pase el tiempo para que sea consciente del abuso por parte de la otra persona.
2. Defensa ante el ataque
Durante la segunda etapa la persona empieza a ser consciente de la situación y de ciertas incongruencias, por lo que busca la forma de defenderse de la misma. Esto hace que, en muchos casos, la manipulación se intensifique con el objetivo de parar dicha defensa por parte de la víctima.
3. Indefensión aprendida
Finalmente, llega el punto en el que muchas personas asumen que lo que hace y dice la persona manipuladora es lo correcto y por eso lo incorporan a su discurso. Algo que termina derivando en problemas de confianza en sí mismos y también otra serie de problemas anímicos que les provocan infelicidad.
¿Cómo son las personas que hacen luz de gas?
Ahora que ya conoces un poco más sobre esta estrategia, es importante que aprendas a detectar las señales y estrategias más habituales del gaslighting. Solo de esta manera podrás frenar el proceso al más mínimo signo de estar sufriéndolo en tus propias carnes.
Para ello te explicamos qué es lo que hacen habitualmente las personas que ejercen este tipo de manipulación.
1. No son congruentes con sus actos
La mayor parte de las personas que ejercen este tipo de conductas no suelen mostrar congruencia entre lo que dicen y lo que hacen. Esto hace que la persona que está pasando por este proceso no sepa predecir su comportamiento ni sepa como comportarse para evitar los posibles problemas derivados de su conducta.
2. Se apoyan siempre en mentiras
Otro de los recursos comunes de este tipo de personas es el uso de las mentiras con el objetivo de conseguir que la otra persona desconfíe de lo que está haciendo y de cómo lo está haciendo. Incluso aunque existan pruebas con respecto a que algo no ha ocurrido, ellos seguirán apoyando sus argumentos hasta conseguir lo que quieren.
Este tipo de comportamientos son muy similares a los que emiten las personas tóxicas.
3. Desprecian a su pareja
El desprecio hacia lo que quiere hacer su pareja, lo que le interesa o aquello que está logrando en su vida también es muy habitual, ya que de esta forma adquieren poder sobre ella. Pero, por otro lado, la víctima puede llegar a sentir un desánimo profundo que le lleve incluso a replantearse cuáles son sus objetivos y prioridades.
Por eso es importante que, una vez finalizada la relación, la persona afectada comience a trabajar ciertas estrategias que le permitan mejorar su autoestima y ser más feliz.
4. Atacan constantemente a otros
No solamente desprecian lo que hace su pareja, sino que además buscan la manera de atacarles constantemente para luego ofrecerles como refugio seguro sus brazos. De este modo les demuestran que están ahí para ayudarles en caso de que lo necesiten y que son una de las pocas personas en las cuales pueden confiar.
5. Utilizan el doble vínculo
Existe otra técnica muy utilizada en el gaslighting o luz de gas y consiste en utilizar una estrategia de doble vínculo. Esto quiere decir que, haga lo que haga, la persona que está siendo manipulada va a ser castigada porque estará mal visto por el manipulador.
Es un método para conseguir socavar su confianza y que piensen que sus comportamientos no son adecuados a la vez que provocan confusión en los mismos. A su vez, es una de las estrategias más usadas cuando se dan este tipo de procesos.
6. Cuestionamiento de las capacidades básicas.
Frases del tipo: «No te enteras de nada» «Esto no ha pasado así», etc. Son muy habituales también en este tipo de relaciones. Y es que lo que buscan durante estos procesos es que la otra persona se cuestione incluso sus propias capacidades para así poder controlarla en mayor medida.
Algo que también termina influyendo de manera considerable en el estado anímico de la otra persona.
Esperamos que estos rasgos te hayan ayudado a entender un poco más cómo funcionan este tipo de procesos y que sepas detectarlo si en algún momento comienzas a sufrirlo. En cualquier caso, si crees que es así, te recomendamos que contactes con un profesional que pueda asesorarte.