Loading...

7 Señales que pueden indicar que tu hijo sufre autismo

Estos comportamientos pueden ayudarte a estar alerta para contactar con un especialista

señales detectar autismo

Ser padre o madre es una experiencia maravillosa que trae alegría a nuestra vida pero, en ocasiones, también incorpora algunas preocupaciones. Preguntas del tipo de: ¿Saldrá todo bien? ¿Tendré un hijo sano? Son las que más suelen rondar la mente de los padres y es que existen algunos trastornos o enfermedades que pueden afectar la salud del bebé y condicionar su futuro.

En este sentido, uno de los trastornos más habituales es el autismo, el cual además, resulta imposible de diagnosticar antes del nacimiento del niño. Pero hoy vamos a dejarte 7 claves que te van a ayudar a conocerlo mejor, por si acaso te encuentras ante un caso de este tipo.

¿Qué son los trastornos del espectro autista?

Cuando hablamos de trastornos del espectro autista o TEA nos referimos a la serie de alteraciones del neurodesarrollo que suelen mermar las capacidades de adaptación de la persona, en su mayor parte vinculadas con el ámbito social.

Este tipo de trastornos no pueden diagnosticarse de manera previa al nacimiento, por lo que es importante actuar una vez se observan los primeros síntomas. De esta forma podremos intervenir para mejorar las capacidades de la persona afectada y así mejorar su calidad de vida.

No obstante, darse cuenta de que nuestro hijo sufre autismo no es algo tan sencillo como pueda parecer en un primer momento. Por eso te traemos 7 claves que pueden ayudarte a estar alerta para que le lleves a un especialista en caso necesario.

1. Dificultades para comunicarse

Probablemente, una de las señales más claras para sospechar que estamos ante un trastorno de comunicación son los problemas de comunicación. No obstante, no debemos confundir esto con inteligencia porque, en este sentido, tienen un nivel normal.

Hablamos de niños y adolescentes que muchas veces no establecen conversaciones con otras personas, incluso cuando estas les hablan. Esto puede ir hasta el punto de que no quieran que se establezca contacto físico con ellos porque les incomoda.

Además, algo muy típico cuando establecen conversaciones es que utilizan un lenguaje muy formal con independencia de que estén en una situación que no lo requiera.

2. Suelen tener intereses muy restringidos

No es algo que solamente ocurra con aquellas personas que sufre un TEA, pero sí que suele ser algo bastante característico de esta afección.

Suelen desarrollar interés por alguna temática en concreto y es sobre la que más investigan, leen, etc. Dejando de lado otras cosas que también podrían ser interesantes para una persona que no tenga este tipo de trastorno.

3. No captan las ironías ni el lenguaje no verbal

Gran parte de nuestro lenguaje corresponde al hablado y escrito, pero está claro que la parte no verbal también adquiere una especial importancia tanto en la infancia como en la adolescencia.

Saber que si la otra persona tiene el ceño fruncido puede estar enfadada o detectar la tristeza en un rostro es algo esencial para manejarnos correctamente en nuestro entorno. Pero, sin embargo, las personas que sufren autismo suelen tener dificultad para interpretar este tipo de gestos correctamente.

Lo mismo ocurre con el sarcasmo, las bromas o las ironías: no son capaces de entenderlas. Esto sucede porque ellos tienen un uso literal del lenguaje que hace que les resulte difícil comprender los dobles sentidos que muchas veces utilizamos para comunicarnos.

4. Suelen tener conductas repetitivas

Un rasgo muy característico de este tipo de trastornos es que suelen presentar comportamiento estereotipado o, lo que es lo mismo, conductas repetitivas. Puede ser mecerse de un lado a otro, golpearse, etc.

Esto muchas veces los sirve para aislarse del mundo y de los estímulos que les rodean, ya que suelen desestabilizarlos.

5. Poca tolerancia a los cambios

Ya hemos comentado el tema de que tienen intereses muy fijos y esto se relaciona con el hecho de que no les gusta cambiar su rutina. De hecho, cualquier cambio que hagamos en la vida de una persona con trastorno del espectro autista puede suponer un auténtico problema para ella.

Por eso es importante establecer rutinas que le sirvan de ancla para manejarse en su día a día, como puede ser el hecho de hacer todos los días los deberes a la misma hora, seguir una rutina para ducharse, etc. De esta forma conseguiremos estabilizarle.

Si, por el contrario, introducimos grandes cambios en su vida, podemos encontrarnos ante una persona que comience a mostrar conductas agresivas. Piensa que, cuando tienen que enfrentarse a situaciones nuevas, suelen elevarse sus niveles de ansiedad, por lo que lo normal es que respondan con un impulso agresivo para tratar de evitar ese cambio.

6. Aislamiento social

Todos los factores que hemos comentado hasta ahora nos llevan hasta un camino muy claro: el aislamiento social. Al tratarse de personas que no entienden parte del lenguaje no verbal y tienen problemas para comunicarse con otros, muchas veces toman la determinación de no establecer muchas relaciones sociales.

Incluso puede que lo hagan con un grupo reducido de personas y no tengan ningún tipo de comunicación con las personas que no se encuentran dentro del mismo.

7. Hipersensibilidad sensorial

Finalmente, otra de las señales más claras para comenzar a sospechar de un caso de autismo es la hipersensibilidad a diferentes estímulos sensoriales. Las luces brillantes, los ruidos fuertes y otros estímulos muy llamativos pueden generarles graves problemas.

Esto es así porque son personas que tienen una mayor sensibilidad a la hora de notar los cambios que hay en su entorno, como si los filtros que operan habitualmente en el ser humano y que nos permiten evadirnos, tuviesen un funcionamiento deficitario.

De esta forma, los estímulos sensoriales que a otra persona no le molestarían a ellos les afectan mucho más. De ahí que tengamos que acercarnos a ellos con cuidado para no asustarles y provocar picos de estrés.

Como ves, existen muchas señales claras que pueden ayudarnos a sospechar si estamos ante un caso de este tipo o no y esperamos que este listado te haya ayudado a aclarar un poco las dudas.

No obstante, también debemos ser conscientes de que este tipo de trastornos son muy variables en cuanto a sintomatología y por eso lo mejor es que contactemos directamente con un especialista que pueda realizar un diagnóstico completo de la persona en cuestión. De esta forma, en caso de que sufra TEA, podrás tomar las medidas correspondientes para mejorar su vida.

Salir de la versión móvil