Sobre las zanahorias hemos escuchado auténticas barbaridades que se inventaron en su día y que hoy en día se han popularizado tanto que podemos llegar a creer que son ciertas. Una de ellas afirma que comer zanahorias podía agudizar el sentido de la vista hasta el punto de permitirnos ver en la oscuridad. Esto, obviamente, formaba parte de una leyenda que se remonta a la Segunda Guerra Mundial inventada por el ejército británico para hacer creer a los alemanes que sus soldados habían adquirido una especie de «superpoderes«. Otras creencias similares aseguran que comer zanahorias favorece el bronceado. ¿Será también una mera invención? Te lo contamos más abajo.
Comer zanahorias antes de tomar el sol hará que te broncees con más facilidad
La frase anterior la habrás oído cientos de veces, sin embargo, son pocas las personas que se cuestionan qué hay de verdad detrás de esta afirmación. Veamos cuáles son los componentes principales de la zanahoria capaces de ayudarnos a conseguir ese bronceado tan anhelado.
Muchas otras frutas y verduras con tonos anaranjados deben su color a los betacarotenos, los cuales son los precursores de la vitamina A (no son vitamina A en sí misma), además son antioxidantes, por lo que protegen a las células de los radicales libres de la radiación UV. Eso indica que las zanahorias ejercen un suave efecto de protección solar, lo cual no nos exime de utilizar protector solar cuando vayamos a exponernos al sol.
Lo que sí ocurre es que, si tomamos demasiados alimentos ricos en betacarotenos, nuestra piel adquirirá un tono anaranjado (que no tiene mucho que ver con el bronceado natural que se consigue tras exponernos al sol). A este efecto se le conoce como carotenemia. Muchas veces es en la zona del bigote donde se aprecia este color con más intensidad, aunque también puede ser muy visible en el torso, los pies, las manos y el resto de la cara.
Además de contener precursores de la vitamina A, la zanahoria es rica en vitamina C y E. Ambas vitaminas juntas actúan en sinergia como antioxidantes muy potentes, protegiendo la piel de la acción de los rayos solares. Ahora bien, eso no significa tampoco que promuevan el bronceado ni vayan a cambiar el color de nuestra piel.
La prueba de Chicote
Para comprobar finalmente si la zanahoria promueve el bronceado el chef español Chicote se decidió a realizar un pequeño estudio cuyos resultados pueden interpretarse como más o menos concluyentes. Probablemente habría que analizar otras variables secundarias que podrían haber alterado los resultados.
El ejercicio en sí consistía en someter a dos gemelas a varias sesiones de rayos UVA, con la única diferencia de que una de ellas tomaba 500 gramos de zanahoria cruda al día y la otra no. Sorprendentemente, la piel de la gemela que consumió zanahorias adquirió un tono algo anaranjado (la carotenemia de la que te he hablado), y la otra no.
Conclusiones respecto al consumo de zanahorias para broncearse
Después de todo lo argumentado, ya habrás entendido que comer zanahorias para ponerse morena es tan mito como que a los conejos les chifla esta hortaliza o que los pilotos de los cazas británicos pueden ver en la oscuridad si consumen muchas zanahorias.
Es innegable que las zanahorias son un alimento muy saludable rico en antioxidantes que, como mucho, podría dejarnos la piel como el famoso «Naranjito«, lo cual está a años luz del bronceado ideal que lucen las celebrities.