Realizar ejercicio es algo esencial para mantener una buena condición física, retrasar el envejecimiento y reducir la probabilidad de aparición de algunas enfermedades como puede ser las cardiacas. No obstante no todas las personas tienen la misma resistencia física a la hora de practicar deporte y, en algunos casos, se necesita de un complemento que nos permita sacar el máximo partido a nuestra rutina de ejercicio como puede ser el caso de las bebidas isotónicas.
Pero, ¿sabes para qué sirven realmente las bebidas isotónicas?¿Cómo están preparadas? A continuación te descubrimos todos los detalles que tienes que conocer sobre las mismas antes de consumirlas.
¿Qué son las bebidas isotónicas?
Seguramente hayas escuchado hablar alguna vez de las bebidas isotónicas pero quizás no sepas para qué sirven realmente las mismas y es que, en muchas ocasiones, se las trata como si se tratase de refrescos cuando la realidad es que no se parecen en nada.
Las bebidas isotónicas están pensadas para favorecer la hidratación o absorción del agua por parte de nuestro cuerpo a la vez que le aporta los nutrientes esenciales que ha perdido durante la actividad física mediante el sudor. Por eso suelen utilizarlas los deportistas cuando van a llevar a cabo algún tipo de deporte muy intenso o una actividad prolongada en el tiempo.
Para ello estás bebidas están preparadas con una concentración de compuestos que es similar a la de la sangre, facilitando así su absorción por parte de nuestro organismo. Esto hace que el intestino la absorba más rápidamente y que pase a la sangre de una manera más rápida para que sea efectiva lo antes posible.
Como ves, se trata de una bebida con unas características muy especiales y por eso es importante saber en qué momento deben consumirse y en cuáles no.
3 beneficios de las bebidas isotónicas
Ya hemos visto para que nos sirven pero, ¿cuáles son los beneficios reales de consumir bebidas isotónicas? Te los contamos a continuación.
1. Repone los niveles energéticos
Las bebidas energéticas nos ayudan a reponer la glucosa, que es el combustible principal de nuestro cuerpo.
Cuando hacemos un ejercicio muy intenso o prolongado en el tiempo corremos el riesgo de vaciar los almacenes que contienen este elemento y que se encuentran ubicados tanto en el hígado como en los músculos.
Por eso cuando consumimos bebidas de este tipo notamos que nuestra energía se recupera de manera más rápida, porque volvemos a rellenar dichos almacenes.
2. Son una excelente fuente de electrolitos
Al realizar ejercicio lo más probable es que sudemos y este proceso hace que perdamos sales minerales, algo que puede dar lugar a la fatiga o incluso la deshidratación.
En este sentido las bebidas isotónicas nos aportan esos minerales que hemos ido perdiendo y, como hemos visto previamente, lo hacen con gran rapidez para que podamos recuperarnos lo antes posible. Así mantenemos a nuestro cuerpo en condiciones óptimas.
3. Nos hidratan y mejoran la resistencia
La principal función de estas bebidas, como hemos visto más arriba, es la de mantener a nuestro cuerpo hidratado para que así pueda reponerse antes de los líquidos que ha perdido durante la práctica de deporte.
Esto implica conseguir un balance mineral que es esencial ya que, parte de éstos, se pierden durante la sudoración. Y este equilibrio, junto con los altos niveles de energía de los que nos provee, hace que aumente nuestra resistencia durante la práctica física.
En resumen, estas bebidas tienen muchos beneficios siempre y cuando las consumamos en el momento para el cual están pensadas: la práctica de ejercicio. De lo contrario podemos correr el riesgo de sufrir los efectos negativos del consumo de bebidas isotónicas.