Los vinos generan mucho encanto pues las empresas que los producen hacen un mercadeo orientado a captar la atención de los sentidos. Es que además del atractivo de las botellas y empaques, sus colores y diversas tonalidades despiertan pasiones.
Es una información muy difundida que algunos van mejor como acompañantes de carnes rojas, otros calzan con pescados y así sucesivamente aumenta el catálogo de relaciones y combinaciones. El consenso universal es que existen cinco tipos de vino, cada uno identificado con una tonalidad y demás características que los representa: Tintos, Rosados, Blancos, Generosos y Espumosos.
Pero de todos los tipos de vino, el más vendido tanto en el mercado interior como en el exterior es el tinto. El 60% de la población española se considera consumidora de vino, de la cual el 80% lo hace de forma habitual y el 20% lo hace de forma esporádica. Las preferencias de los consumidores respecto al tipo de vino evidencian que una gran mayoría apuesta por el vino tinto.
De modo que es muy útil saber un poco más acerca de la diferencia de colores de los vinos y en especial de los que se encuentran en el top de los más vendidos: el tinto y el blanco. Aquí te mostramos algunos elementos que permite diferenciarlos.
¿Percepción o química de los colores?
Para que conozcas un poco más sobre este tema, debes saber que los responsables de estos diferentes colores son unos compuestos que se denominan fenólicos o antocianos (del griego anthos, flor y kyanos, azul). Son esas sustancias de la uva que pasan al mosto (es decir, el zumo de la uva que contiene diversos elementos de la fruta como la piel y las semillas, que pasan al vino durante la fermentación).
Los antocianos son los responsables directos del color rojo azulado de la piel de las uvas tintas y naturalmente del color del vino tinto. Por su parte, la crianza en barrica también es un factor determinante que permite que el color del vino tinto evolucione.
Como sabemos que eres amante de los vinos, te contamos ¿Cuál es la razón por la que las botellas de vino espumoso son más grandes que las de blanco?
Importancia del prensado
Entre los aspectos que inciden en el color del vino se encuentra el prensado, pues su tipo define el resultado. Se trata de la presión aplicada por intermedio de una prensa a las uvas, los racimos, orujos o restos para extraer zumo, mosto o vino de ellos.
El momento del prensado y su intensidad son muy variables, y dependerán del tipo o estilo de vino que se persiga. El prensado parcial corresponde a vinos blancos. Por su parte, el prensado total aplica para los vinos tintos. De allí que cada tipo de prensado genera un efecto diferente que incide en el aspecto final y la tonalidad del vino.
Diferencia de uso
Quizás la diferencia de uso es la más resaltante pues es ya tradicional en el mundo de la gastronomía debido a sus características y cualidades. En ese mundo de la preparación de los alimentos y bebidas se han establecido combinaciones (químicas y alquímicas) generales que sirven de guía a la hora de mostrar diferencias entre el vino tinto y el vino blanco.
Mientras que el vino tinto se suele asociar a las carnes, por su sabor, aroma y estructura, el vino blanco se sirve frecuentemente para acompañar pescados y mariscos, y también es ideal cuando se consumen pastas y arroces.
Por lo general, el vino blanco se sirve más frío que el vino tinto, aunque no todo el vino blanco se sirve frío y no todo el tinto debe servirse a temperatura ambiente. Pues otra diferencia resaltante es la temperatura sugerida e ideal para servir cada tipo de vino.
Cuando se trata del vino blanco fermentado en barrica la temperatura ideal es 12 °C; el vino tinto crianza preferiblemente debe ser consumido a 15 °C, mientras que vino tinto reserva y gran reserva se aprecia mucho mejor a una temperatura de 17 °C.
Las anteriores son solo algunas diferencias entre el vino tinto y el vino blanco, que tal vez no conocías. De manera que después de leer las líneas anteriores sabrás algunos de los aspectos que marcan diferencias no solo de color, sino también de otras cualidades. De cualquier manera, el vino es sinónimo de celebración y compartir entre familiares y amigos ¡A brindar! con el mejor tinto o blanco, cada cual según lo que se desee lograr.