Seguramente, al momento de elegir algún vino para acompañar momentos de celebración lo que menos tienes en cuenta son los detalles como la presencia de varios tamaños de botellas según los tipos de vino. Lo que más importa al común es disfrutar de la bebida icono de cualquier celebración. Pero, si quieres saber un poco más de los tamaños de las botellas en las cuales se presentan los vinos, continua leyendo.
Tipos de botellas de vino
Debes saber que existen muchos tipos de botellas de vino bautizadas con nombres llamativos, catalogadas según su tamaño. Por ejemplo, la de 18-37 cl: Benjamín. 50 cl: Frasca. 62 cl: Clavelín. 75 cl: regular. 150 cl: Mágnum. 300-450 cl: Jeroboam. 600 cl Imperial.600-640 cl: Matusalem.
Pero, en cuanto a las botellas también surgen enigmas como la razón de por qué las botellas de espumoso son más grandes que las de blanco o tinto, aunque contengan la misma capacidad y es esta cuestión la que abordamos en este artículo.
El valor de la botella
El recipiente que contiene una bebida tan especial como el vino cuenta con varios detalles que son clave para su calidad. Varios factores influyen en ello, como es el caso de los tapones de corcho para el vino. Luego del embotellado empieza una fase conocida como de crianza en botella, momento justo en el que en el que el vino alcanza su madurez.
Generalmente, durante esta fase la botella está durmiente, o lo que es lo mismo, se mantiene en posición horizontal con el fin de que el corcho permanezca húmedo en todo momento por el contacto constante con el líquido. Justamente, la ausencia casi absoluta de aire hace posible que los elementos del vino reaccionen entre sí y terminen de formarse sus matices.
Allí es cuando el aroma y sabor del vino se afinan y equilibran como resultado de reacciones que ocurren en el interior de la botella, en virtud de las cuales se eliminan parte de los taninos (sustancia química natural vegetal que se encuentra en el vino y que procede de las partes más sólidas del racimo y de la madera de las barricas), y también permite que disminuya el nivel de astringencia del vino.
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¿Física de las botellas?
Aunque es poco conocido, las botellas de espumoso tienen el vidrio mucho más grande que las botellas de blanco o tinto, y esto es posible porque permite que se produzca una segunda fermentación en botella, y si el vidrio no fuese así de grueso toda la presión, ya sin atmósfera, rompería el cristal.
Por ello, las botellas de cava, champagne o vino espumoso ocupan más espacio a pesar de contener la misma cantidad que la botella de vino estándar, con el fin permitirle más espacio al vidrio y que la presión creada durante la fermentación en botella no termine estallando el vidrio.
Es así que aunque no es un dato muy popular, resulta útil y necesario tomarlo en cuenta para sumar elementos para una cultura sobre el vino. Y despejar un dato que resulta obvio para los sentidos. Pues, en cuestiones de tonificar el sistema circulatorio o aligerar el proceso digestivo, una copa de espumoso cae de maravillas.