En el desayuno una de las opciones más saludables es tomar un smoothie verde. ¿Por qué? Por sus propiedades nutritivas, antioxidantes, vitamínicas y diuréticas. Claro que esto también dependerá de cuáles ingredientes vayas a usar.
Aunque hoy estén de moda este tipo de bebidas por ser potenciadores de energía y nutrientes, mucho antes existían los jugos verdes, hermanos mayores que siguen llevando la delantera en cuanto a la rapidez con la cual activan el metabolismo.
Hoy te explicaremos la diferencia entre ambos y te enseñaremos a preparar un versátil smoothie verde, al cual le podrás agregar el ingrediente que más te guste.
Cómo preparar un smoothie verde
- Empecemos por la base de este y de cualquier smoothie, la cual debe ser líquida: Puedes usar la leche que más te apasione (de coco, soya, descremada, de almendras), agua normal, té verde, agua de coco, yogurt natural.
- Escoge la verdura, hortaliza o vegetal: Este es el fundamento que conferirá el color verde y el mayor valor nutricional. Las posibilidades son inmensas; por ejemplo, espinaca, acelga, coliflor, lechuga, hojas de remolacha, apio, pepino, calabacín, zanahoria, col rizada.
- Añade la fruta para aportar dulzor: Aguacate, kiwi, plátano, mango, papaya, melocotón, durazno, manzana, pera, melón, fresa.
- Un toque extra de energía: Ya sea para adornar el smoothie o para incorporar a la mezcla, puedes sumar semillas de chía, de linaza, avena, espirulina, cacao, vainilla, yogurt griego, canela, jengibre.
- Para los amantes del dulce: Si quieres realzar el sabor agrega miel, stevia, jarabe de arce, dátiles picados o, en opción menos saludable, azúcar.
- Introduce en la licuadora los alimentos seleccionados y bate hasta que obtengas una consistencia cremosa. También puedes añadir cubos de hielo.
Beneficios de tomar smoothie verde
- Es el perfecto complemento alimenticio para el desayuno; de hecho, es una opción más saludable que consumir pan o hotcakes.
- La mayoría tiene un efecto diurético y desintoxicante, que ayuda a excretar las sustancias dañinas para el cuerpo. Esta función la proporcionan alimentos como el pepino, calabacín, perejil, col rizada, fresa, melón, piña.
- Activan la energía y protegen el sistema inmune para mantener alejadas las enfermedades, gracias al contenido de vitamina C y minerales.
- Son digestivos debido a que contienen altas cantidades de fibra, lo cual a su vez permite la limpieza de los intestinos, evitar la acidez y combatir el estreñimiento.
- Tienen poderes antioxidantes, lo cual detiene el efecto oxidativo de los radicales libres en las células, de esta forma ralentizan el envejecimiento.
- Promueven la concentración y son revitalizantes.
- Regulan los niveles de colesterol, azúcar y triglicéridos en la sangre, lo cual dependerá en mayor o menor medida de las verduras y frutas que escojas para realizar el smoothie.
- Agilizan la pérdida peso, por eso son muy demandados cuando se realiza una dieta detox.
- Si escoges alimentos como la espinaca o el brócoli sentirás llenura toda la mañana, pues tienen efecto saciante; por ejemplo, este batido de espinacas con kiwi.
Diferencias entre smoothie verde y jugo verde
Mientras que el smoothie tiene una textura cremosa y consistente, el jugo es líquido y no contiene tal conjunción de elementos que interactúan entre sí.
El smoothie aporta sensación de llenura, incluso por sí solo funciona como desayuno; mientras que el jugo es un complemento de otros alimentos secos.
La absorción de los nutrientes del smoothie es más lenta, pues el organismo debe digerirlo; mientras que los nutrientes del jugo van directo al torrente sanguíneo, agilizando el proceso depurativo y regenerativo del organismo.
El smoothie es una concentración de las verduras y frutas en su totalidad; el otro es el zumo natural que contiene cada vegetal y fruta en su interior.
Por su versatilidad el smoothie acepta cualquier agregado, por ejemplo semillas u hojuelas; mientras que el jugo es más básico y no admite tanta variedad, pues se trata del zumo.