Si hay un postre que vuelve locos a muchos ese es el pastel de queso, mejor conocido como tarta de queso. Este dulce tiene tanto recorrido que existe una gran cantidad de recetas diferentes que nos permiten disfrutarlo de maneras distintas. En este caso, te explicaremos cómo se prepara el pastel de queso en Japón.
A pesar de que esta receta sea algo más complicada y requiera que estemos más tiempo en la cocina, te aseguramos que el resultado final merece muchísimo la pena. A continuación, te facilitamos toda la información para que puedas preparar un cremoso y delicioso pastel de queso japonés. ¡Mucha suerte!
Cómo preparar un pastel de queso a la japonesa
En Japón, a este postre se le conoce como ‘fuwa-fuwa’, y se suele pedir en las cafeterías y pastelerías del país nipón. Se trata de una receta relativamente nueva, ya que se sirve allí desde hace apenas un par de siglos, cuando el gobierno Meiji animó a la población japonesa a probar alimentos extranjeros. En esta sección, te contamos todo lo que necesitas saber para preparar este dulce tan cremoso y exquisito.
Ingredientes necesarios
- 60 gramos de harina de repostería
- 6 claras de huevo
- 6 yemas de huevo
- 20 gramos de maicena
- 140 gramos de azúcar glass (50 gramos más si quieres decorarlo después)
- 250 gramos de queso crema
- 100 mililitros de leche
- 50 gramos de mantequilla
- 1 cucharadita de crémor tártaro
- 1 cucharada de zumo de limón
- 1 cucharadita de sal
Elaboración
Preparar un buen pastel de queso japonés lleva su tiempo, pero eso no quiere decir que sea una receta complicada. Si quieres hacerlo bien, debes seguir estos pasos con cuidado de no equivocarte ni perderte:
- Separa las claras de las yemas de los huevos, ya que ambos ingredientes van por separado. Después, en un cazo a fuego lento tienes que introducir la mantequilla, el queso crema y la leche, y remover para que todos los elementos se vayan mezclando.
- Tamiza la harina con ayuda de un colador para que quede más fina, incorpora la sal, el zumo de limón y las yemas de huevo. Acto seguido, bate todo hasta lograr una pasta homogénea. Cuando la tengas lista, mézclala con la mantequilla, la leche y el queso crema.
- Coloca las claras de huevo en un bol aparte y bátelas con unas varillas de cocina o con la batidora. Cuando empiecen a espumar añade el crémor tártaro y un poco de sal. Cuando veas que se van montando las claras, agrega el azúcar glas poco a poco.
- Precalienta el horno a 160 grados y prepara un molde forrado con papel especial para horno. Después, vierte el merengue en el recipiente donde tienes el resto de los ingredientes del pastel de queso y mézclalos suavemente.
- Introduce una fuente el horno, calienta agua en un cazo y viértela sobre la fuente. En el centro, coloca el molde, cubierto con un poco de papel de aluminio, con el pastel, y añade agua hasta que llegue por la mitad del molde.
- Hornea el paste durante 1 hora y 10 minutos a 160 grados. Es mejor mantener el pastel durante mucho tiempo a temperatura relativamente baja para que cuaje bien.
- Cuando haya pasado el tiempo, saca el pastel de queso del horno y deja que se enfríe fuera. Una vez haya alcanzado la temperatura ambiente, mételo en la nevera al menos dos horas antes de cuando vayas a servirlo. Puedes decorarlo con un poco de azúcar glas por encima.
La llegada del pastel de queso a Japón
Tras la II Guerra Mundial, las fuerzas de Estados Unidos habían llevado consigo recetas como el mítico Cheese cake o tarta de queso junto con otras recetas. Los gustos de los japoneses evolucionaron y, durante el periodo Showa (1926-1989), en el que gobernó el emperador Hiro Hito, los quesos suaves y los requesones se introdujeron en Japón. Pronto, las pastelerías niponas comenzaron a utilizar estos alimentos en sus recetas, y en la década de 1950 aumentó la elaboración de postres caseros, entre los que se encontraba el pastel de queso japonés.
Japón también es productor de quesos
Aunque parezca increíble, el país nipón también es un productor de quesos. Los tres más importantes son: el Mori No Cheese, elaborado en Nagano; el Sakura, elaborado en Shintoku; y el Kachokabaro, elaborado en Okayama. Todos ellos están elaborados con leche de vaca. Sin embargo, los ciudadanos japoneses se decantan más, por lo general, por los quesos provenientes de Francia, uno de los principales exportadores de este alimento. En total, el país galo exporta al año aproximadamente 1.000 toneladas de diferentes quesos que son una delicia para la gran mayoría de países.