Hoy vamos a aprender una receta venezolana de un plato muy versátil, protagonista de fiestas y celebraciones en el país latinoamericano, que descubrí por casualidad y quedé encantada con él. Nuestro plato de hoy se llama tequeño, son palitos de queso fresco enrollados en masa de pizza que se come especialmente como tapa, pero puede sustituir perfectamente un desayuno, un entrante o una merienda.
El origen de este entremés típico venezolano no está muy claro, pero todo apunta a que fue un invento de una familia de la ciudad de Los Teques que se popularizó a mediados del siglo XX, de ahí su nombre “tequeño”.
Yo lo conocí por casualidad una noche en la que salí a cenar en Madrid centro y fuimos a la Rollerie, un restaurante que está muy de moda por su amplia carta de platos internacionales y cuyo local está decorado con estilo provenzal francés muy chulo.
Queríamos pedir algún entrante para compartir, y la chica venezolana que nos atendió, nos invitó a probar los tequeños. Venían acompañados de mermelada de frutos rojos y la masa era una delicia. El contraste entre el queso salado, la masa crujiente y la mermelada dulce, nos enamoró. Por eso hoy están en La Cocina Fácil de Parmelia, y aunque pueda parecer una receta muy sencilla, os iré dando algunos secretos que he encontrado, para que puedan disfrutar en casa de este picoteo tan delicioso y versátil.
Ingredientes:
- 1 kilo de harina de trigo multiusos
- 200 gr de mantequilla
- 1/2 cucharadita de sal
- 2 cucharadas de azúcar
- 250 ml de agua fría
- 2kg de queso latino semiduro
- 4 tazas de aceite de maíz (para freír)
Paso 1:
Corta el queso en tiras de 1,5 cm de ancho por 5 o 6 centímetros de largo aproximadamente.
Paso 2:
Mezcla la harina con la mantequilla, que no debe estar demasiado fría, debe tener consistencia de pomada. Asegúrate de que no quede grumosa y que la mantequilla quede bien incorporada.
Paso 3:
Diluye la sal y el azúcar en el agua.
Paso 4:
Agrega poco a poco la mezcla de agua a la harina y amasa con fuerza hasta que esté suave y no se pegue a los dedos. Haz una bola cúbrela con plástico y déjala reposar entre 45 minutos y una hora a temperatura ambiente.
Paso 5:
Espolvorea harina en una superficie plana y con la ayuda de un rodillo extiende la masa hasta formar un cuadrado de aproximadamente ½ cm. de espesor. Luego corta en tiras largas de aproximadamente 1 cm de ancho con la ayuda de un cuchillo filoso.
Paso 6:
Coloca el queso en un extremo de la tira de masa y envuelve en espiral, asegúrate que va quedando sellado, termina en el otro extremo (cubre completamente el queso). Sella los extremos con los dedos y un poco de agua para evitar que el queso se salga al freírlo.
Paso 7:
Este es un truco que he descubierto funciona de maravilla para que el queso no se salga de su envoltorio: en la medida que vayas haciendo cada tequeño, cúbrelo con un poco de harina y llévalo al congelador por un par de horas antes de freírlos.
Paso 8:
Justo antes de comerlos calienta el aceite a fuego alto en un sartén alto para freír. Cuando el aceite esté caliente baja el fuego a medio. Asegúrate de que el aceite cubra bien los tequeños y no frías más de 6 cada vez.
Cuando los tequeños estén doraditos y crujientes estarán listos para comer.
Como último consejo te recomiendo que prepares una salsa para mojar los tequeños en cada bocado, una mostaza dulce, una mermelada o simplemente ketchup completarán la experiencia al 100%
¡Buen provecho! y nos vemos por La Mansión de las Ideas.