Cuántas veces hemos soñado decorar con el salón o el dormitorio igual que ese que hemos visto en una revista o en redes sociales. Y cuántas veces nos hemos topado con un inconveniente: la inversión necesaria para conseguirlo. A la hora de planificar el presupuesto para decorar la casa, conviene tener en cuenta que hay elementos en los que no es buena idea ser tacaños. Puede que suponga prescindir de otros, pero a la larga merecerá la pena.
Además, aunque haya que ajustar el gasto, siempre hay alternativas más económicas para algunos de esos muebles o accesorios de decoración que hemos visto y nos encantan. Todo es cuestión de buscar el equilibrio y, sobre todo, de ser realistas. ¿De qué sirve una lámpara maravillosa de diseño que nos ha costado una pequeña fortuna si hemos elegido un sofá de oferta pero muy incómodo?
Un básico en decoración que siempre debe ser de calidad: el sofá
Es el gran protagonista del salón, pero nunca debes dejarte llevar solo por su apariencia, por muy bonita que sea. Y tampoco es aconsejable que te fijes solo en el precio. Encontrar el equilibrio no siempre es fácil, pero es importante. Puede que hayas encontrado un sofá maravilloso a un precio estupendo. Pero ese chollo puede salir muy caro si al colocarlo te das cuenta de que no pega con el mobiliario o es demasiado grande para tu salón. Al final, será dinero tirado.
Y lo mismo ocurre si decides que es más importante conseguir ese salón de revista con mobiliario low cost. Tal vez en una mesa auxiliar o en el mueble de la tele sea una solución perfecta, pero no lo es en el caso del sofá. Escatimar dinero a la hora de elegirlo puede suponer que sea tan incómodo que no puedas descansar ni relajarte en él. O puede que la mala calidad de los materiales haga que la tapicería se estropee o lo rellenos se hundan en menos de lo que imaginas. Por tanto, en el sofá, siempre merece la pena gastar un poco más, pero sin precipitarse.
Lo que se ve y no se ve en el dormitorio: la cama
Volvemos a hablar de mobiliario económico. ¿Puedes escatimar en el cabecero y las mesillas? Sí. Es más, hay muebles low cost de diseños muy actuales con los que podrás tener ese dormitorio soñado con solo añadir algunos complementos de decoración bien elegidos. ¿Pero qué ocurre con la cama? Ten en cuenta que es el lugar en el que descansas y repones fuerzas, por lo tanto, en ella nunca debes escatimar gastos.
Si el presupuesto es ajustado, opta por base de calidad pero sencilla. Lo más importante es elegir un buen colchón. Será una buena inversión que tu cuerpo y tu mente agradecerán. Además, piensa que la vida de un colchón es de diez años, de modo que no es un elemento que tengas que cambiar cada poco. Si aún puedes gastar algo más, acompáñalo de un canapé, ganarás espacio de almacenaje.
El lugar de trabajo en la cocina: la encimera
Está expuesta a suciedad, a humedad constante, a golpes y a arañazos. Es inevitable porque la encimera es un espacio de trabajo. Por eso, merece la pena gastar un poco más en ella y elegir una de un material extraresistente. Granito y silestone son caros, es innegable, pero lo cierto es que tendrás encimera para toda la vida y sin necesidad de unos cuidados especiales. Otro consejo: tampoco escatimes en los muebles de la cocina, están casi tan expuestos como la encimera.
Una apuesta por una casa más eficiente: la grifería
El agua es un bien escaso, y también uno de los gastos inevitables en casa. Por eso, es más que recomendable gastar algo más en unos buenos grifos, en menos de lo que imaginas habrás amortizado el gasto extra con una factura de agua menos abultada. Lo ideal es elegir grifos con reductores de caudal o aireadores. Pero si no te importa gastar algo más, elige grifos con temporizador y termostáticos. Y busca también siempre materiales y acabados de calidad, si no, agua y cal los estropearán en poco tiempo.
La zona de trabajo o estudio: silla y lámpara
Si teletrabajas o si tienes hijos en edad escolar, no puedes escatimar en dos elementos importantes. El primero de ellos es la silla, que debe ser siempre ergonómica para que la espalda no se resienta. Elige también un modelo con buena tapicería, que sea transpirable y se pueda limpiar con facilidad. Tendrás que gastar más, pero al fin y al cabo tú o tus hijos vais a pasar muchas horas sentados en ella.
El segundo elemento importante tiene que ver con la iluminación, que es imprescindible para proteger la vista. Más allá de la luz de techo, es importante elegir una lámpara de mesa que ofrezca una buena iluminación y, a ser posible, que sea regulable en intensidad. Y, hablando de mesas, si es posible, una lo suficientemente amplia para trabajar con comodidad y con suficiente espacio de almacenaje.