El cambio de estación ya está aquí y nuestra casa, al igual que nuestro armario, necesita algunos cambios en la decoración. Se trata de conseguir que sea algo más acogedora para que nos sintamos totalmente a gusto en esos días en los que ya no apetece tanto salir a la calle. Y, por qué no, también de dar un nuevo aire a su estilo.
No se trata de hacer cambios radicales, si no es lo que quieres o tu presupuesto no da para mucho. Pequeños detalles conseguirán esa decoración otoñal perfecta. Tal vez ya no puedas disfrutar de la terraza, pero con los consejos que te vamos a dar seguro que la echarás mucho de menos.
Colores y textiles para una decoración otoñal
El otoño tiene su gama cromática propia, que es la de los ocres. Si quieres empezar a vestir tu hogar para la estación, hay mil formas de introducirlos en la decoración. Lo más sencillo es a través de textiles y complementos: cortinas, colchas, cojines, etc. Y ya que hablamos de textiles y de cambios, mucho mejor tejidos como la lana, el algodón y el terciopelo para crear esos ambientes cálidos que ya empiezan a apetecer.
¿Te parece una decoración algo triste? Introduce notas de color que aporten calidez. Por ejemplo, con colores con el mostaza o los granates. Esos matices amarillos y rojizos son también muy otoñales, combinan a la perfección con los ocres y crean ambientes muy agradables en cualquier estancia de la casa.
Las alfombras, indispensables
Si tienes en casa alfombras de materiales naturales como el yute o el sisal, no hace falta que las cambies. Encajan sin problemas en una decoración muy de otoño. ¿No tienes alfombras? Ha llegado el momento de ponerlas. Alfombras, sobre todo, de pisada cálida en materiales como la lana. En el dormitorio puedes incluso darte el lujo de colocar una alfombra de pelo, ¡imagina la sensación de pisarla nada más levantarte!
Las alfombras son muy decorativas, sobre todo si las eliges con algún tipo de motivo o patrón o en colores algo más intensos. Con ello conseguirá subir el nivel de la decoración en estancias en las que predominen los neutros. Pero las alfombras tienen una ventaja añadida que vendrá muy bien cuando el otoño comience a dar paso al invierno: son un buen aislante y ayudan a mantener la temperatura en casa.
Un cambio en la distribución
A veces no es necesario cambiar nada, o casi nada. Simplemente, echa un vistazo a tu casa, sobre todo a tu salón, con ojo crítico. ¿Puedes cambiar la distribución del mobiliario? Si es así, simplemente haz la prueba. A veces moviendo el sofá o la mesa del comedor se consigue ganar algún centímetro o que la estancia parezca mucho más luminosa. Y son cuestiones que harán que te sientas mucho más a gusto en casa en esos días otoñales.
Lleva la naturaleza a casa
Los días empiezan a ser más cortos y las temperaturas más bajas. Ya no es posible disfrutar tanto al aire libre, así que no hay mejor idea que llevar un pedacito de naturaleza a casa, te permitirá mantener esa conexión que tanto se necesita para relajarnos y sentirnos bien. ¿Cómo hacerlo? Sencillo: con plantas. Son decorativas y además le darán un toque de alegría a la casa.
Otra posibilidad es utilizar para la decoración esos elementos que identificamos con el otoño, como son las piñas, las ramas secas o las espigas. Con ellos puedes hacer bodegones realmente bonitos que puedes colocar en cualquier lugar de la casa. Además, buscarlos es una excusa perfecta para salir al campo y a provechar esos últimos días de buen tiempo.
Renueva la iluminación
Una iluminación adecuada es esencial para conseguir ambientes tranquilos, relajantes y muy acogedores. Por ello, el consejo es cambar las luces frías por otras más cálidas, sobre todo en el dormitorio y en el salón. Allí donde sean necesarias también luces neutras, como en la cocina o el comedor, apuesta por la iluminación regulable o que te permita cambiar la temperatura sin necesidad de cambiar las luminarias.
Complementos indispensables
Hay un sinfín de detalles con los que también podrás dar ese toque otoñal pero a la vez acogedor a tu hogar. Algún cojín más o una mantita en el brazo del sofá o a los pies de la cama; manteles en colores ocre o ambientadores que llenen tu casa del aroma de la madera, de la canela o de la naranja; o incluso algunas velas para ambientar el salón, el dormitorio o incluso el baño siempre serán bienvenidos.