Las cortinas son fundamentales en un dormitorio. Por un lado, tienen una función práctica, en otras palabras, aportan intimidad y regulan la entrada de la luz, además de que también son ligeramente aislantes. Por otro lado, son uno de los elementos que más viste la estancia, más decorativos. De esta forma, la elección de las cortinas debe hacerse con especial cuidado para conseguir el perfecto equilibrio entre funcionalidad y estética.
Más allá de las tendencias del momento, es importante valorar toda una serie de aspectos básicos antes de elegir la cortina perfecta para el dormitorio. ¿Ligera o tupida? ¿En tejido liso o estampado? ¿Cortina sencilla o doble? Y aún quedará por decidir si es mejor cortina o estor. ¿Cómo acertar? Con estos consejos que te vamos a ofrecer lo tendrás mucho más fácil.
Primera decisión: cortina o estor para el dormitorio
Aparte de tus gustos, hay un factor que puede inclinar la balanza hacia un lado u otro: el sistema de apertura de la ventana. Si es corredero, no hay problema, puedes elegir lo que más te guste. Pero si son ventanas batientes, siempre resultarán más cómodas las cortinas porque se abren con más facilidad, mientras que si pone estor, para abrir la ventana tendrás que recogerlo por completo.
Si quieres un plus de elegancia, y tienes ventanas correderas, la solución ganadora puede ser combinar cortina y estor. Elige un estor ligero que permita el paso de la luz durante el día y una cortina más pesada para conseguir oscuridad total durante la noche. Para un efecto moderno o juvenil, opta por estores enrollables o incluso cortinas venecianas. Pero si buscas un aspecto ligero, con un toque clásico o incluso romántico, elige estores que se recojan en forma de onda.
Materiales para las cortinas del dormitorio
En el aspecto de los materiales, depende fundamentalmente del grado de luz y de intimidad que busques para tu dormitorio. Los visillos son siempre una buena elección: son vaporosos y dejan pasar la luz pero no miradas indiscretas. Y puedes compensar esa ligereza con una sobrecortina de un tejido más grueso.
Pero hay otras formas de vestir las ventanas con las cortinas: eligiendo el material según la estación. Para el verano son perfectas esas cortinas ligeras y vaporosas de lino o de seda que aportan una sensación de frescura. En cambio, para el invierno nada como esas otras que nos transmiten calidez, como es el terciopelo o la lana.
¿Qué colores son los más adecuados?
Respecto a los colores, lo más aconsejable es usar colores claros porque dejan pasar la luz y aportan calidez a las estancias. Blancos, beiges o grises son opciones perfectas, como también lo son los tonos pastel muy suaves. Si se quiere dar una nota de color o de dinamismo a la decoración, el recurso son las cortinas dobles.
Esas sobrecortinas pueden ser lisas o con estampados. Pero siempre debes buscar que compartan una misma gama cromática con otros elementos decorativos de la estancia. Y un consejo importante: si optas por estampados, aligera la decoración del dormitorio, opta por textiles lisos en la cama, puedes poner algún cojín con el mismo motivo que las cortinas, pero nada más si no quieres que el resultado resulte muy pesado.
Otros consejos para elegir bien las cortinas del dormitorio
Ya hemos dado las principales claves para acertar con las cortinas. Pero, para que el efecto decorativo sea el que buscas, el que dará estilo y personalidad al dormitorio, aún tienes que tener en cuenta algunos otros aspectos:
- Cuanto más fruncida esté la cortina, más peso visual tendrá, sobre todo si es de tejido opaco. Tenlo en cuenta de manera especial si la habitación es pequeña.
- El largo más elegante es aquel que hace que la cortina apoye ligeramente en el suelo. Eso sí, en dormitorios infantiles o de personas con problemas de movilidad lo ideal es que no llegue al suelo para evitar accidentes.
- Si el techo de la habitación es muy alto, lo ideal es que la cortina no llegue al techo. Lo aconsejable es colgarla a una distancia de 2/3.
- Para disimular un techo bajo, mejor cortinas que caigan desde él, darán mayor sensación de amplitud. Y mucho mejor si llevan el mecanismo oculto con una galería o una moldura.
Un último consejo: en una habitación infantil o juvenil puedes jugar mucho más con colores y estampados. Pero recuerda que los colores tienen un efecto importante en nuestras emociones y comportamientos. Si te gustan los más alegres y atrevidos, mejor para habitaciones destinadas al juego y la creatividad. Para dormitorios, en los que hay que facilitar el descanso, siempre colores suaves.