La mesa perfecta para el comedor no es solo aquella que encaje a la perfección con nuestros gustos o con el estilo de la estancia. Es también la mesa que se adapte al espacio disponible. Y eso, a veces, limita la elección. Tener en cuenta este aspecto es fundamental para no arruinar la decoración con una mesa que sí, es fantástica, pero que se queda pequeña o, al contrario, es demasiado grande y hace que moverse a su alrededor sea casi imposible.
Por lo tanto, antes de empezar a buscar esa mesa que necesitamos para el comedor, el primer paso, siempre, será medir el espacio en el que se va a ubicar. Y mucho ojo, porque no solo cuentan las medidas y el volumen de la mesa, también el de las sillas que completarán el conjunto. ¿En qué debemos fijarnos? Aquí tienes todas las claves.
Distancias que debe guardar una mesa de comedor
Comenzamos con ese aspecto básico: las medidas de paso. Para que podamos movernos sin dificultades alrededor de la mesa y mover la silla con comodidad para sentarnos necesitamos un espacio libre de al menos 60 cm. Y ese espacio se refiere tanto a la distancia respecto a las paredes como a otros muebles del comedor. Y, si puede ser algo más y llegar a 80 cm, muchísimo mejor.
Ahora bien, hay que tener cuidado porque esos 60-80 cm libre se refieren al espacio entre el borde de la silla y paredes o muebles. Si tenemos en cuenta que un comensal sentado ocupa alrededor de 50 cm, eso quiere decir que desde el borde de la mesa habrá que calcular, como poco 110 cm sin obstáculos. Son esas medidas las que nos dirán cuál es el tamaño perfecto de la mesa de comedor.
Tamaño de la mesa según el número de sillas
¿No hay problemas de espacio? En ese caso, debes tener en cuenta una medida diferente, el número de comensales que vayan a ocupar esa mesa. Cada persona necesitará 60 cm de ancho (10 cm más si la silla tiene brazos) para poder comer con suficiente amplitud. Y a ello debes sumar el espacio imprescindible que debe quedar entre las sillas.
Dicho de otra forma, para sentar a seis comensales necesitarás una mesa rectangular de unas medidas aproximadas de 140×80 cm (con dos comensales en los lados más largos y uno en los estrechos) o de 180 x 90 cm (para tres comensales en cada uno de los laterales más largos). Si es una mesa redonda, el diámetro mínimo será de 120 cm.
Cómo elegir la forma de la mesa
La segunda de las claves para elegir la mesa perfecta es la forma. Si el comedor es grande, puedes permitirte el lujo de colocar cualquier tipo de mesa. Pero es cierto que en tamaños grandes, la que mejor luce, la más elegante y también la más práctica es la mesa rectangular. También puedes optar por una ovalada, que encaja muy bien en estilos decorativos más clásicos.
Si no hay mucho hueco, lo más aconsejable es decantarse por una mesa redonda. A nivel visual son más ligeras, además, optimizan más el espacio que las rectangulares o las cuadradas. Y tienen una ventaja añadida: si la superficie de paso es más ajustada, no hay riesgo de lastimarse a causa de algún golpe accidental con una de las esquinas.
La alternativa a la mesa redonda en espacios pequeños es la mesa cuadrada pegada a una pared. Es una solución menos elegante, pero permite ahorrar uno de los lados de paso, lo que implica un pequeño desahogo. Cuando sea necesario, siempre se puede separar de la pared para sentar a los comensales en todos los lados.
Soluciones ideales para espacios mini
Cuando el espacio es realmente ajustado, no queda más remedio que optar por soluciones más prácticas e imaginativas, aunque a nivel estético por lo general sean menos vistosas. La solución más socorrida son las mesas extensibles. Son muy funcionales y nos pueden sacar de una puro, además, las puedes encontrar en todo tipo de modelos y estilos. Solo tienen un inconveniente: que haya suficiente espacio libre como para poder abrirlas.
La segunda posibilidad son las mesas abatibles. Son aquellas que tienen alas que se pueden levantar en uno o en sus dos lados. Las hay con forma de consola que son decorativas y que recogidas no ocupan nada. Acompáñalas de unas sillas plegables y podrás montar un comedor en un rincón de la casa en cuestión de segundos.
Y la tercera idea son las mesas de centro convertibles. Son mesitas que se alzan y se extienden para transformarse en una mesa de comedor convencional. No sirven para muchos comensales, pero para espacios realmente pequeños es un dos por uno perfecto.