Seguro que las has visto decorando establecimientos comerciales. Y también en casas de campo o de aires rústicos. Hace años eran un utensilio casi imprescindible en el día a día. Hoy son un accesorio muy cotizado en decoración. ¿Adivinas a qué nos referimos? Tal vez por su nombre no las reconozcas, pero su aspecto son inconfundibles.
Las damajuanas son esas grandes botellas de cristal de panza redondeada y cuello corto que se utilizaban para guardar todo tipo de líquidos, fundamentalmente vino, aunque también aceite o agua. Botellas que a veces se forraban de cuerda o de esparto para darles asas y poder transformarlas con facilidad. Ahora son casi un objeto de culto en decoración. ¿Quieres saber más?
¿Cuál es el origen de las damajuanas?
Es posible que el nombre te haya llamado la atención, quizá es más habitual emplear términos como garrafas o, simplemente, botellas o botellones de cristal. ¿Por qué damajuanas? Tiene una explicación curiosa que merece la pena conocer. Se cuenta que ese nombre está relacionado con la reina Juana I de Nápoles.
Dice la tradición que, durante una tormenta, la reina se refugió en el taller de un artesano vidriero y que quiso fabricar una botella tal y como él lo hacía. Lo consiguió, pero en un tamaño bastante más grande de lo que era habitual. El maestro decidió homenajear a la reina bautizando a esa botella como “dame-jeanne”. No es la única historia sobre el origen del nombre de estas botellas, pero sí la más romántica.
Las mejores ideas de decoración con damajuanas
Las damajuanas tienen algo que las hace especialmente atractivas. Sus formas redondeadas y sus colores han conseguido que, lejos de caer en el olvido cuando su uso ya no es imprescindible, hayan escalado puntos como objeto decorativo. Además, es un accesorio modesto, fácil de encontrar y muy económico. Pero en decoración da mucho, muchísimo juego.
Damajuanas como floreros y jarrones
Una de las grandes ventajas de las damajuanas es que no importa el estilo de la estancia, siempre encajarán sin problemas. Más allá de esas casas de campo o de estilo rústico, puedes decorar con ellas un salón de estilo nórdico, o industrial, una terraza minimalista o un recibidor de aires boho o shabby. La clave está en cómo acompañar esas botellas.
Su uso más común es el de floreros, jarrones o centros de mesa. Para ambientes clásicos o románticos, con unas flores frescas en colores que combinen con el resto de la decoración quedarán espectaculares. ¿Algo más alegre y atrevido? Opta por flores de colores llamativos. Y para estancias de estilos nórdico u oriental, bastará con unas ramas y unas hojas secas.
Una iluminación diferente
Las damajuanas son también maravillosas para crear iluminación ambiental en un salón o una terraza. Tienes dos opciones. La primera es introducir en ella una guirnalda luminosa o unas luces de hadas. Si la damajuana es blanca y las luces también, crearás un ambiente elegante y muy sereno. Pero si el recipiente es de color, subirás el nivel decorativo de la estancia.
No es la única posibilidad de iluminar con damajuanas. Con ellas puedes hacer lámparas de sobremesa llenas de encanto. Y es muy fácil. En la boquilla se coloca el portalámparas con la bombilla, se hace un agujero para pasar el cable y se coloca una pantalla que encaje con la decoración de la habitación. Quienes sean algo habilidosos y tengan herramientas, cortando la base de la botella es posible hacer lámparas colgantes igual de encantadoras.
Una o varias juntas
Una forma muy atractiva de decorar cualquier rincón de casa con damajuanas es hacer pequeños bodegones con ellas. No necesitarás nada más. Simplemente elige las botellas de diferente tamaño y color y verás que efecto tan decorativo. Para un recibidor o un rincón vacío del comedor son una idea diferente y muy vistosa que jamás pasará desapercibida.
Más ideas para decorar con damajuanas
Las damajuanas de cristal transparente son muy versátiles y puedes hacer con ellas auténticas maravillas. En la cocina o el dormitorio quedan bien esas botellas más pequeñas que se han transformado en terrarios de plantas naturales o decorados con flores secas en su interior.
También queda muy vistoso rellenarlas de arena, de botones de colores, de pequeñas piedras, caramelos o incluso legumbres de diferentes formas y colores. O puedes pintarlas o forrarlas por fuera a tu gusto, por ejemplo, con una malla de cuerda. De esta manera personalizarás la damajuana aunque, eso sí, perderá parte de ese encanto original que las hace tan especiales.