Si hay una combinación triunfadora en decoración es la pareja que forman blanco y madera. Es elegante, cálida, luminosa y encaja a la perfección en todo tipo de casas y de estancias. Pero también es cierto que en ocasiones puede parecer algo impersonal. Dar un toque diferenciador a esa decoración no es en exceso complicado, pero sí es importante saber cómo hacerlo para no caer en errores o en excesos.
Una de las grandes ventajas de la decoración en blanco y madera es que se lleva bien con muchos colores, más vivos o más apagados. Y también lo hace con las texturas. Y ahí está la clave para dar mucho estilo propio a nuestro hogar. Eso sí, el protagonismo debe ser siempre para esa pareja tan bien avenida, el resto de los colores, siempre con moderación.
Un estilo personal para la decoración
Los complementos aportarán personalidad, por eso, el primer paso es definir claramente qué estilo queremos dar a la casa. El blanco y madera encaja a la perfección en ambientes rústicos, clásicos, modernos y hasta industriales. Y los complementos que se elijan deben combinar y resaltar ese estilo. Un ejemplo, una alfombra tipo kilim llena de colorido es ideal para un salón de estilo boho o escandinavo, pero no tanto para uno rústico.
Alfombras, cojines, cuadros o cualquier otro accesorio decorativo es bienvenido en una decoración en blanco y madera. Pero es fundamental buscar el equilibrio en colores y patrones para que esa combinación que sirve de base no pierda su fuerza ni el resultado final sea en exceso llamativo.
Complementos que encajan en una decoración en blanco y madera
El objetivo fundamental de los complementos en este tipo de decoración es el de introducir una nota de color. Y es algo que puede conseguirse de manera muy sencilla en cualquier estancia de la casa, desde el dormitorio hasta el salón la cocina o el baño.
Textiles
Si hay un complemento que pude dar vida a la decoración en blanco y madera son los textiles. Si quieres dar una nota de vitalidad al ambiente, opta por tonos vivos y con un toque de calidez, como puede ser el granate. Si prefieres un resultado más sereno, cualquier tono empolvado encajará a la perfección desde verdes o azules hasta rosas o amarillos.
Por supuesto, puedes jugar con los estampados. Los geométricos son perfectos para esos cojines que decoran la cama o el sofá. Pero, si no te atreves a introducir mucho colorido, opta por colores neutros suaves. También tienes la posibildiad de apostar por las texturas, de hecho, nudos y puntos gruesos aportan volumen y carácter a la decoración sin provocar un efecto en exceso llamativo.
Todo esto que se aplica a los textiles puedes llevarlo a ese complemento tan importante como son las alfombras. Si optas por colores vivos y patrones llamativos tendrás un punto focal fantástico para transformar por completo una estancia. Y no necesitarás mucho más para que esa decoración en blanco y madera deje de parecer aburrida.
Cuadros o fotografías
Decorar esas paredes blancas es fundamental para conseguir un efecto acogedor. Es cierto que la madera aporta calidez, pero a veces no es suficiente para dar vida a los espacios. Cuadros, fotos o incluso artesanía son perfectos para complementar la combinación de blanco y madera en las paredes.
Estos complementos son ideales para personalizar los ambientes. Pero hay que tener en cuenta que también deben encajar en esa decoración. ¿Qué significa? Que lo adecuado es que no sean en exceso llamativos, que su estilo y paleta cromática combinen con los del resto de la decoración.
Flores y plantas
Es la forma más natural de aportar color a la decoración en blanco y madera. Y tienen una ventaja: no importa la especie ni el estilo de tu hogar, las plantas siempre quedan fantásticas. Además, recuerda que ayudan a purificar el ambiente y a refrescarlo en verano. ¿Necesitas ideas? Plantas colgantes y trepadoras para estancias con un toque bohemio o romántico, con mucho porte para un estilo más clásico, especies aromáticas para la cocina o suculentas para decoraciones minimalistas.
Otros accesorios
Hay otros muchos complementos que pueden dar personalidad a esos espacios decorados en blanco y madera. Por ejemplo, un plaid en el brazo del sofá o a los pies de la cama, algún objeto de artesanía de tipo étnico en una estantería o unas simples revistas colocadas estratégicamente sobre la mesita auxiliar.
Cualquier accesorio que diga algo de nosotros, de nuestros gustos y personalidad, es un complemento perfecto para una decoración en blanco y madera. Simplemente hay que atreverse a jugar y a probar diferentes combinaciones hasta dar con esa con la que nos identificamos.