Puede que te guste estar siempre a la moda, también en lo que a decoración de hogar se refiere. Pero no nos engañemos, las modas son pasajeras y llevarlas hasta el extremo en casa puede salirnos muy caro si cada poco tiempo tenemos que cambiar textiles, mobiliario o accesorios decorativos.
¿Es posible vestir la casa de manera que no pase de moda, que siga teniendo estilo a pesar del paso del tiempo y que además sea cálida y acogedora? La respuesta es tan sencilla como rotunda. Por supuesto. Más allá de esas tendencias de decoración que aparecen y que se mantienen más o menos tiempo, hay maneras de tener una casa bonita, que no canse y que no envejezca. ¿Cómo? Vamos a verlo.
Blanco en la decoración de paredes y de techos
El blanco no solo es un color que no pasa de moda, sino que es la base perfecta para jugar con cualquier elemento decorativo o mobiliario porque combina con todo. Así que la primera clave para esa casa atemporal es vestir de blanco paredes y techos. Pero no es necesario que sea un blanco inmaculado, este color tiene infinidad de tonos y puedes apostar sin problemas por un blanco roto, ahumado o hueso.
Pero en decoración el blanco tiene otras muchas ventajas, por ejemplo, que potencia la luminosidad, crea ambientes cálidos y amplía visualmente los espacios. Por lo tanto, es el color perfecto siempre, pero mucho más en casas pequeñas.
Más colores: los neutros
Para tapicerías, cortinas y otros textiles, nada como los colores neutros. Son en su mayoría colores con un toque cálido, combinan a la perfección con esas paredes blancas y, lo que es más importante, de un modo u otro siempre están presentes en las tendencias decorativas. Si buscas un efecto muy tenue, opta por los más suaves. Si prefieres algo más de contraste, simplemente sube el tono.
¿Cuál es la paleta de los neutros? Fundamentalmente la fama de los marrones, de los ocres, los tierra o los beige, que además darán un toque al ambiente muy agradable. Pero también puedes elegir entre los grises. Con cualquiera de ellos puedes conseguir espacios atemporales y relajantes en los que siempre puedes introducir una nota de color de moda en forma de cojines o de cualquier otro accesorio de decoración.
Que no falten ni la madera ni las fibras naturales
La madera es un must en cualquier decoración atemporal. Madera preferiblemente en tonos claros porque aporta más luminosidad. En muebles, sí. Pero también en suelos y en pequeños accesorios de decoración. En cuanto a las líneas de ese mobiliario, lo ideal es apostar por la sencillez. Otros materiales naturales también encajan perfectamente en ese estilo atemporal. Las auténticas reinas en ese sentido son las fibras naturales que, además son muy versátiles. Igual sirven para dar forma a unas cestas o una lámpara que para esa mesita auxiliar o ese sillón ideal para un rincón de lectura.
Detalles que suman
Un hogar atemporal no significa un hogar sin personalidad, aburrido o soso. Nada de eso. Los detalles cobran una enorme importancia y son los que harán que tu casa sea única. Es en ellos en los que tienen que imprimir tu estilo propio y tu carácter. Puede ser una pieza vintage, un accesorio de artesanía o algún recuerdo que te guste especialmente.
Otro detalle: las plantas. Son perfectas para dar una nota de color, pero también para llenas espacios, para purificar el ambiente y para sentirte mucho mejor en casa. Y no pasan de moda. Fíjate en imágenes de cualquier estilo decorativo pasado o actual. Verás como siempre hay alguna planta como parte de la decoración.
No satures los espacios
No significa que tengas que apostar por el minimalismo más absoluto. Simplemente, que optes por el mobiliario necesario y no te excedas con los accesorios de decoración. Los espacios limpios, despejados, darán relevancia a esa decoración sencilla pero muy elegante. Además, es la mejor forma de que la luz lo inunde todo y en una casa en la que se busca la atemporalidad, es un aspecto muy importante.
Y en la cocina, blanco y madera
Ya hemos hablado del color blanco y de la madera. Pero en la cocina, su combinación es un clásico que encaja en cualquier estilo y que, por ello, es absolutamente atemporal. Puedes darle a la estancia, eso sí, un toque de modernidad con acabados brillantes o eliminado los tiradores. Y, como en el resto de la casa, evita el exceso de objetos en la encimera.