Muchos y muchas seguro que alguna vez han soñado con algunas de las impresionantes mansiones en las que los protagonistas de muchas series y películas disfrutan tanto de su día a día como de sus vacaciones de verano. Tanto en la vida real como interpretando algún personaje. Muchas de ellas se encuentran en Los Hamptons, el rincón dorado de los americanos, un paraíso de playas infinitas y lujosas viviendas ubicado en Long Island, en el estado de Nueva York. Es una zona conocida por su exclusividad que ha marcado su propio estilo en la decoración de interiores.
Un estilo que, más que por el lujo, se caracteriza por tener un ambiente limpio y relajado más acorde con lugares vacacionales. La sensación de exclusividad, calma y sosiego que destilan estas majestuosas viviendas se respira también en el interior de la casas, espacios con una paleta de colores azul, blanca, verde y gris en los que brillan las piezas especiales, aquellas que cuentan alguna historia. Una atmósfera que puedes recrear en casa si escoges las piezas adecuadas. Toma nota si no quieres fallar en tu elección.
Claves del estilo de decoración como en Los Hamptons
Lo que define al estilo Los Hamptons son, principalmente, grandes dosis de blanco con toques de azul y los objetos marineros. Asimismo, el material por excelencia para recrear una casa con decoración Los Hamptons es la madera en cualquiera de sus acabados. La favorita es la reflotada, aunque la envejecida y la natural, especialmente pintada de blanco, es perfecta para revestir suelos y paredes. No debemos olvidar que, aunque son los lugares de veraneo de la clase alta, se trata de casas de playa. De ahí que sean construcciones clásicas y tradicionales, con materiales nobles, pero sin olvidar la elegancia más pura y sencilla.
- Fondo blanco con pinceladas azules. El lienzo del estilo de Los Hamptons es blanco y es el color que inunda sus viviendas (suelos, techos, textiles, mobiliario, etcétera), normalmente acompañado con toques azules. Se suele utilizar el marino para los detalles y un tono azulado más claro para superficies más grandes. También se puede combinar con otros neutros como arena o beige o, si se quiere aportar elegancia extra, con negro o dorado. Unas combinaciones que dan como resultado atmósferas relajantes y sosegadas perfectas para descansar tras un largo día en la playa.
- Detalles significativos, especialmente marineros. Los elementos decorativos más pequeños son la guinda del pastel para obtener una decoración de estilo Los Hamptons. No es necesario cambiar por completo la decoración de una casa para que la vivienda respire ese ambiente moderno pero sofisticado. Las piezas grandes importan, pero los pequeños complementos también aportan mucho, como una cesta de mimbre decorando el salón.
Además, accesorios propios de la playa como conchas o estampados náuticos son habituales en este estilo decorativo tan demandado. En una casa de playa, ya sea en la costa mediterránea o en la de Long Island, no pueden faltar estos detalles propios de casas ubicadas cerca del mar. Y es que si hay un color que combina a la perfección con el blanco es el azul, creando una atmósfera playera y relajante. Destacar asimismo que este estilo es acogedor y cálido, sin resultar pesado. En estas casas nada está puesto por azar; cada pieza tiene un propósito, por eso están llenas de diseños realizados para resistir las tendencias pasajeras.
- Luminosidad ante todo. Las viviendas de este estilo típico de lugares con mar se caracterizan por aprovechar la luz natural. Grandes ventanales sin cortinas ayudan a conseguirlo, pero también pintar paredes y techos de blanco. Normalmente estos últimos suelen tener gran altura y estar hechos de lamas de madera con acabado a dos aguas. Las típicas casas de Los Hamptons suelen ser construcciones de madera, con paredes, suelos y techos revestidos de listones de pintados en blanco, creando atmósferas luminosas y muy acogedoras.
Y es que no se debe olvidar que la luz natural tiene tanta valor como la luz artificial en este delicioso rincón del estado de Nueva York, puesto que, cuando se pone el sol, sigue apeteciendo contar con una buena iluminación que impregne todos los espacios de la casa. Por eso, las lámparas adquieren una gran importancia. Escoge aquellas que te transmiten personalidad pero que son delicadas al mismo tiempo y, a ser posible, de color blanco.
- Frescura y elegancia natural. En conjunto, este estilo refleja lujo y elegancia pero de una forma relajada y sin recargar los espacios. Al igual que en la decoración costera, los materiales naturales como la madera y los colores neutros lo convierten en un lugar fresco y que evoca a la naturaleza. Dado que está pensado para viviendas vacacionales, es lógico que se quiera sentir como un ambiente confortable y que invite a descansar. La madera y las fibras vegetales, ya sea al natural, reflotada, en acabado envejecido, decapada o pintada en blanco, es protagonista de este estilo decorativo, también en el exterior.
- Jardines perfectos. Otra de las claves indispensables en este estilo son sus jardines perfectamente cuidados. El césped, los setos, las flores, todo está cortado al milímetro, dando una sensación de armonía y paz. Asimismo, la artesanía también está muy bien valorada, siempre y cuando tenga rasgos sofisticados. Un jarrón con motivos marineros o de algún color refinado lucirá espléndido en el recibidor o en el comedor de casa. También puedes optar por una jarra y ponerla como parte de la decoración de la mesa interior o exterior en los desayunos y en las comidas. Es uno de los complementos más favorecedores.
- Cocinas abiertas. Los Hamptons son sinónimo de exclusividad, calidez, playa… Para traer un trocito de esta zona de Long Island a nuestra cocina, hay que elegir una gama cromática neutra y en tonos claros que envuelvan un diseño abierto. Al tratarse de un estilo costero, la cocina deberá contar con una paleta de colores que oscile entre los tonos blancos y los beiges, incluyendo detalles en azul cian. Estas tonalidades, unidas a un espacio abierto, consiguen aportar una sensación extra de amplitud implícita en este estilo.
En lo que respecta al diseño, los expertos recomiendan huir de las fronteras arquitectónicas para crear un espacio abierto que permita cocinar, pero también en el que se pueda trabajar, en el que los niños puedan jugar, o que sirva de lugar de reunión con familia o amigos. Aunque es cierto que este estilo proporciona la modernidad adherida a los espacios abiertos, un punto importante para conseguir el toque de Los Hamptons se consigue a través de los acabados.
Ya sea a través de molduras que bordeen las puertas de los armarios o mediante la búsqueda de texturas en los cajones que integran la cocina, el toque elegante del volumen en todo el mobiliario es imprescindible para darle el toque clásico y elegante necesario. Finalmente, la atención en los detalles es la que va a hacer que consigamos los resultados requeridos. Los toques dorados en los pomos y los elementos lumínicos aportan un contraste visual con un toque único de elegancia.