Todos hemos oído hablar alguna vez de esas hormonas de la felicidad y el bienestar, es decir, de las endorfinas, las serotonina, la oxitocina o la dopamina. ¿Y qué tiene esto que ver con la decoración? Mucho más de que a veces podamos imaginar. Los colores tienen un enorme influjo a nivel emocional y los más alegres son capaces de ayudar al organismo a segregar esas hormonas. Así que la conclusión es sencilla: si los llevamos a la decoración, seremos algo más felices en casa.
Esa idea tiene un nombre, es la decoración dopamina. Y se ha popularizado enormemente en los últimos tiempos. ¿Lo mejor de todo? Que no solo ayuda a sentirse mejor en casa, sino que no está sujeta a modas o tendencias del momento, aunque de algún modo sí se pueda combinar con ellas. ¿Quieres saber en qué consiste? Vamos a explicarlo.
Los dos pilares de la decoración dopamina
La dopamine decor se basa, fundamentalmente en la colorterapia. Es decir, que busca crear ambientes que nos ayuden a sentirnos más felices a través de los colores. Colores, como es fácil de imaginar, casi siempre vibrantes, que ayudan a recargar pilas y a sentirse llenos de energía. El objetivo es, de algún modo, “engañar” al cerebro para que segregue esas hormonas, especialmente la dopamina, que es la que permite regular el estado de ánimo y activa la sensación de placer.
El otro pilar de la decoración dopamina son los estampados. ¿Por qué? Porque son perfectos para combinar esos colores alegres que deben protagonizar la decoración de la casa. Y, si son patrones grandes, mucho mejor, puesto que aquellos que son muy pequeños pueden llegar a resultar agobiantes. Como también puede serlo abusar de esos estampados. La clave, como siempre, está en el equilibrio.
¿Qué colores son los protagonistas en la decoración dopamina?
Cualquier color alegre es un buen vehículo para llevar la decoración dopamina a nuestros hogares. Pero cuidado, alegre no necesariamente quiere decir intenso o chillón. A partir de ahí, depende de lo que queramos conseguir con este tipo de decoración y de las sensaciones que queramos promover:
- Para despertar nuestras energías, el mejor color es el rojo, que es estimulante y dinámico.
- Si lo que buscamos es mejorar nuestros niveles de autoconfianza, los colores indicados son los amarillos y cualquier tono que los recuerde, como es el caso del dorado.
- Para transmitir alegría, nada como los naranjas en cualquier tono, incluyendo cobrizos u óxidos.
- Para relajarse, porque al fin y al cabo la felicidad también depende de nuestros niveles de estrés, los colores perfectos son los azules, si son en tonos pastel, perfecto.
- Si buscamos la reflexión, lilas y violetas en toda su gama. Estos últimos son los colores más espirituales y se considera que ayudan a combatir los miedos.
¿Se pueden mezclar estos colores? Por supuesto, pero buscando siempre un efecto que nos ayude a sentirnos realmente bien. Llenar la casa de colorido sin más, lejos de ayudarnos puede tener un efecto contraproducente. Por ello, la moderación debe ser siempre el punto de partida. Luego, si esas notas de color nos parecen insuficientes siempre podemos ir ampliándolas.
Cómo llevar la decoración dopamina a nuestra casa
No es necesario cambiar mobiliario. Basta con ir introduciendo en la decoración pequeños toques de color. Por ejemplo, alfombras y cuadros son un buen punto de partida. Al igual que lo son mantas o cojines. Mezclar colores, patrones diferentes, texturas y tamaños en el caso delos cojines funciona a las mil maravillas.
Los accesorios de decoración son otra posibilidad. Un jarrón diferente y divertido, una figura abstracta pero llena de colorido, incluso plantas con flores son también elementos que encajan perfectamente en la decoración dopamina. Ten en cuenta que no hay normas estrictas, que en este tipo de decoración el eclecticismo es una de las claves. Todo vale, siempre y cuando tú te sientas bien con el resultado.
¿Qué más hay que tener en cuenta? Dos aspectos. Por un lado, las líneas curvas, mucho más atractivas a nivel emocional que las rectas. Por otro, la iluminación, cuestión en la que siempre debe tener prioridad absoluta la iluminación natural. ¿Necesitas intimidad? Unos visillos rosas, azules o en cualquier otro color alegre quedarán perfectos.
Dopamina no solo en el salón
Pensar que solo se puede llevar la decoración dopamina al salón es un error. Tenemos que sentirnos bien en casa, en cualquier estancia de la casa. Así que no hay que tener miedo en llevarla al dormitorio, apostando por tonos más suaves. Y también se puede llevar al baño con textiles divertidos o una encimera llena de color o a la cocina, de la mano de esos electrodomésticos de tipo vintage en verde, rojo o incluso rosa chicle.