Quién no ha dicho alguna vez aquello de “hogar, dulce hogar”. Es la expresión de que nos sentimos realmente a gusto en casa y en ello tiene mucho que ver la decoración. Y, si hablamos de dulces, ahí está ese chocolate que crea adicción. Con la excusa de la presencia en las carteleras de Wonka, el chocolatero que más ilusiones ha despertado, vamos a dar algunas ideas para que nuestro hogar sea dulce, realmente muy dulce.
No se trata de convertir nuestro hogar en esa fantástica fábrica de chocolate en la que todos hemos deseado entrar alguna vez. Se trata de dar un toque de color diferente a nuestra casa, de crear espacios en los que sentirse bien y, por qué no, también de darnos un pequeño pero muy merecido capricho en su decoración.
La elegancia del color chocolate en la decoración
Tal vez no sea uno de los colores más alegres, pero el color chocolate siempre resulta elegante. Es el color de esos sofás chester que, a pesar de su estilo clásico, nunca pasan de moda. Es un color, además, que encaja perfectamente en otros estilos muy diferentes, como es el minimalista o el industrial. Así que si estás pensando en renovar un poco el estilo de tu hogar, es una buena elección.
No solo en alguna pieza de mobiliario, como el sofá o algún sillón. Es un buen color para dar relevancia a una pared y generar profundidad en la estancia. Las demás paredes se pueden pintar de un color más parecido al chocolate blanco. El resultado será espectacular. Otra idea: un papel pintado con motivos muy sutiles que combinen ambas tonalidades.
Combinaciones en colores y texturas
Podría dar la impresión de que el resultado será frío. Pero ahí está la paleta cromática para aportar equilibrio. El chocolate es un color que combina bien con tonos arena, con grises muy suaves o beiges. También con amarillos claros, con rosas empolvados, con rojos o incluso con verdes pistacho y azules intensos. Por lo tanto, siempre será posible conseguir ambientes cálidos y acogedores con el toque exquisito del color chocolate.
Pero no solo con colores, el chocolate encuentra su complemento perfecto en las texturas. Es el caso de la superficie rugosa de la madera o de esos materiales naturales que tanto se llevan, como el mimbre o el ratán, todos con un toque más o menos pronunciado del tono del cacao. Y si buscamos algo más delicado, tejidos como el terciopelo.
Un rincón para una rica merienda
El chocolate es color y es también sabor. Si somos de los que disfrutamos con una taza de esa deliciosa bebida, nada como un pequeño rincón en el que poder disfrutarla con toda la calma del mundo. La elección dependerá del espacio que tengamos en casa. Un rincón de la cocina es perfecto para crear un office.
Una pequeña barra o una mesita pueden ser suficientes. Queda el toque especial. ¿Cómo conseguirlo? Con una pequeña repisa decorada con unas tazas y una chocolatera decorativa, con una pared de pizarra con esos motivos pintados en ella o con una simple bandeja con bombones envueltos en papel de colores, si lo que queremos es dar un toque de alegría a la cocina.
Un toque decorativo muy dulce
No hace falta renovar el mobiliario o la decoración de casa para darle un toque dulce que haría las delicias del mismísimo Willy Wonka. Esos mismos bombones de colores son perfectos para decorar un pequeño centro y colocarlo en una mesita auxiliar. Pero como seguramente la tentación sea grande, las bomboneras de toda la vida son una opción perfectamente válida.
Si en lugar de bomboneras simplemente rellenamos unos botes con tapa de corcho, tendremos un accesorio decorativo ideal para la cocina. Y, para darle un toque aún más especial, es muy sencillo hacer un pequeño bodegón de botes de diferente tamaño con bolitas de distintos tipos de chocolate. Eso sí, conviene mantenerlos alejados de los focos de calor.
Un a última idea para hacer que nuestro hogar sea muy, muy dulce. Como detalle de bienvenida a quienes llegan a nuestra casa, o simplemente para olvidarnos de esos momentos amargos cuando llegamos a ella, podemos colocar una bonita caja de estilo vintage con la tapa abierta y rellena de bombones sobre la consola del recibidor. Irresistible.