Cuando el calor empieza a ser sofocante, lo que más nos apetece es refugiarnos de él en casa. El aire acondicionado es el mejor aliado para sentirnos lo mejor posible, pero no siempre es posible instalarlo. ¿Qué hacer entonces? Con una decoración adecuada podemos conseguir que la temperatura en nuestro hogar baje algún grado o, al menos, que el ambiente resulte mucho más refrescante.
Aprovecharse de ello siempre es una buena idea. Por un lado, porque nos sentiremos mejor en casa. Por otro, porque daremos un aire diferente a la decoración y podremos renovar el estilo de casa. Te vamos a dar algunas ideas sencillas, pero que realmente funcionan.
Aligera espacios en casa decorándola así en verano
Lo primero es dar un pequeño repaso a casa y guardar todo lo que nos recuerde al invierno. Si ese plaid que tienes en el brazo del sofá te da calor solo con mirarlo, retíralo. Guarda también esa alfombra de pelo largo tan agradable cuando hace frío, pero no cuando suben las temperaturas. Estos y otros elementos solo crean sensación de agobio.
También es importante que retires muebles auxiliares o accesorios. Por un lado, porque espacios despejados siempre crean la sensación de que son más frescos. Por otro, porque cuantos menos objetos y muebles haya que puedan entorpecer las corrientes de aire, mejor.
Elige bien los colores
Seguro que lo sabes, pero nunca está de más recordarlo. Los colores claros “repelen” el calor. Si tienes que pintar las paredes, apuesta por ellos, preferiblemente por el blanco. Y lo mismo ocurre con los textiles. Luego puedes dar a la casa un toque personal y refrescante con los complementos. No hace falta complicarse demasiado, unos cojines de colores llamativos darán un toque alegre y vitalista o, si son azules, conseguirás un aire marinero muy agradable.
Cambia los textiles
Sustituye nórdicos, fundas de sofá y cortinas por otros más fresquitos. ¿Qué elegir? Algodón y lino son tejidos más fresquitos, son traspirables y se lavan bien, así que son los tejidos veraniegos por excelencia. Los colores lisos son perfectos para el verano, recuerda, mejor en colores claros. Pero si quieres dar algo de alegría al dormitorio o al salón, puedes elegir estampados con motivos florales o vegetales, siempre veraniegos.
En cuanto a las cortinas, olvídate de esas sobrecortinas que tan cálidas resultan en invierno, las ventanas, cuanto más despejadas estén, mucho mejor. Lo ideal son visillos superligeros y vaporosos que dejen pasar el aire cuando las ventanas están abiertas por la noche.
El ventilador es imprescindible
Los ventiladores realmente no bajan la temperatura, pero hacen que el sudor se evapore y la sensación del cuerpo sea la de mayor frescor. Hay modelos realmente decorativos, que no tienen un precio elevado y que, además, consumen muy poca electricidad y son supersilenciosos. Los de techo son perfectos, pero cualquier modelo funciona realmente.
Elige siempre uno que tenga posición de invierno, así lo podrás utilizar todo el año. ¿Cómo funciona? Cuando las aspas giran en sentido contrario al del verano lo que hacen es desplazar el aire caliente que se acumula en la parte alta de la casa hacia abajo. Por ello, el ventilador es también un buen aliado en los meses fríos.
Que no falten las plantas
Las plantas ayudan a refrescar el ambiente y son un recurso decorativo estupendo, así que cuando llega el calor siempre es buena idea colocar alguna en el salón o en el dormitorio. ¿Tienes terraza? Perfecto, no olvides colocar también plantas en ella, además de que te sentirás más a gusto cuando estés fuera, crearán una especie de pantalla que impedirá que el calor exterior entre en casa.
Otras ideas para sentirte bien en casa cuando las temperaturas suben
Hay otros recursos decorativos que también puedes utilizar para que tu hogar resulte algo más fresco en verano o, al menos, para engañar al organismo. Por ejemplo, los muebles de rejilla, que permiten que el cuerpo transpire sin problemas. Son ideales para la terraza, pero incluso puedes colocar un sillón en el salón para disfrutar de tus ratos de relax. ¿Te atreves a algo más? Pon un sillón colgante de mimbre o bambú en un rincón del salón o del dormitorio. ¡No querrás levantarte!
Y un elemento muy importante son los toldos. Si el sol incide de manera directa en tu casa, proteger ventanas y terrazas de él es importante. Si no quieres gastar demasiado, un toldo vela en la terraza o en el porche cumplirá perfectamente su función y su precio no es elevado. Un último consejo: revisa tu casa y elimina fuentes de calor. Hay más de las que imaginas. Por ejemplo, cambia las viejas bombillas por otras de LED, que no dan calor. Si pones pantallas de fibras naturales en las lámparas el efecto será muy refrescante. Y desenchufa los aparatos que no uses, el standby no solo consume electricidad, también genera calor.