Si hay dos estilos ideales para nuestros hogares cuando suben las temperaturas son el marinero y el mediterráneo. Son estilos de decoración que tienen muchos puntos en común: son alegres y vitalistas, muy luminosos y transmiten buenas vibraciones. Con pocos detalles podrás recrear en tu casa ese ambiente que te hará soñar con el mar y con la playa, con paseos por la arena y con atardeceres mágicos.
Si tienes una segunda residencia cerca de la costa, cualquiera de ellos será , sin duda, un estilo ideal para su decoración. Pero incluso tierra adentro, un ambiente marinero o mediterráneo es ideal porque nos invita a relajarnos, a tomarnos la vida con calma y a disfrutar de cada momento. ¿Cómo llevarlo a casa? Aquí tienes solo algunas ideas.
Los colores de la decoración marinera y mediterránea
Seguro que ya lo sabes, el blanco y el azul son las bases de estos estilos. ¿Solo ellos? Lo cierto es que no. Aunque estos colores sean los protagonistas absolutos, en ellos también caben esos otros colores neutros que nos recuerdan el color de la arena, de los acantilados que mueren en el mar o los aperos de los pescadores.
Pero hablemos de tonalidades, puesto que al fin y al cabo, todos los colores, incluso el blanco, tienen un buen número de ellas. En el caso del azul, lo más clásico son los marinos, pero también se pueden introducir tonalidades algo más claras sin ningún problema. Si buscas un efecto muy relajante, son esos colores más claros, combinados con arenas, los que darán forma a ese espacio cálido y acogedor en el que te sentirás bien.
Materiales para un ambiente muy marinero
La segunda clave de estos estilos son los materiales. Y aquí también hay grandes y casi únicos protagonistas. En mobiliario, sí o sí, madera en bruto, sin tratar. Esa madera tosca pero que da como resultado muebles únicos y con mucho carácter. Pero si no es el acabado que más te gusta, la alternativa son esos decapados que dan a los muebles un aspecto envejecido.
Las otras grandes protagonistas son las fibras vegetales, sobre todo mimbre, ratán y sisal. Puedes introducirlas en mobiliario, pero también en pufs, lámparas, alfombras y objetos decorativos. Y mucho mejor si son objetos hechos a mano, ya que con ellos lo que conseguirás es dar mucho estilo propio a la estancia. Y si hablamos de textiles, inevitablemente, los más veraniegos: lino y algodón.
Combinación de texturas y estampados
Ya tenemos colores y materiales, ahora llega el momento de combinarlos. Y esa es otra de las claves de estos estilo. Si hablamos de textiles, no hay que limitarse a las típicas rayas. Estampados con motivos que recuerden al oleaje de mar, cuadros o figuras geométricas que combinen blanco y azul son más que aceptables. Si la base elegida para las tapicerías o la ropa de cama es uno de esos colores en liso, nada como los cojines para poner esa nota marinera.
Pero no solo estampados, la combinación de texturas también es importante. En textiles, si no quieres recargar mucho las estancias con el color, puedes optar por jugar con telas en acabados lisos, con nudos, con relieves, etc. Y en el resto de la decoración, ese juego de texturas lo pondrá el acabado de la madera y las fibras naturales.
Accesorios de decoración en un ambiente marinero
Lo más importante en este aspecto es la moderación. No se trata de llenar la casa de conchas y caracolas, sino de darle un toque marinero, pero simple y elegante. ¿Cómo conseguirlo? Una idea muy sencilla es poner alguna lámina que de un modo u otro nos recuerde al mar. También sirve alguna lámpara de latón, igual que las que llevaban los barcos antiguos. Si te apetece un toque vintage, ese tipo de luminarias es perfecto. También lo son los espejos con forma de timón o incluso alguna red colgada de la pared.
Sobre los muebles siempre puedes colocar algún motivo náutico (anclas, figuras de barcos o de faros, un pequeño salvavidas, etc.) o puedes elegir las más clásicas conchas o caracolas. En ese sentido, escoge lo que más te guste, pero no te excedas. Lo ideal es optar por algún rincón para convertirlo en ese homenaje al mar. Busca un mueble antiguo que puedas recuperar y coloca en él algún adornos. No hará falta mucho más.
Es muy importante que no recargues el ambiente. El estilo marinero y el mediterráneo son, ante todo, dos estilos sencillos, que apuestan por materiales modestos y que buscan crear estancias sin artificios, naturales y muy relajantes. Una decoración que casi nos hace sentir la brisa marina y la calidez de la arena, pero sin salir de casa.