Un sofá exento es una solución fantástica para decorar esos salones alargados o de grandes dimensiones. Con él podemos delimitar y diferenciar ambientes de una manera sencilla y sin necesidad de sobrecargar en exceso la estancia. Todo ello sin olvidar, evidentemente, que ese sofá es siempre el gran protagonista en la decoración del salón, el elemento que más se ve y que más estilo puede aportar… o al contrario.
El mayor inconveniente de un sofá exento es, precisamente, que esa parte trasera que queda a la vista no siempre resulta muy estética. Si es una pieza de líneas esculturales no necesitará nada. Pero si es una trasera simple y sin gracia hay que buscar formas de darle vida y conseguir que el salón gane puntos en lo que a estilo se refiere. Hay soluciones muy diferentes para ello, la elección dependerá no solo de aspectos decorativos, también del espacio disponible.
Lo más clásico: una consola detrás del sofá del salón
Las consolas tienen muchas ventajas a la hora de decorar la parte trasera del sofá y también de aportar estilo propio al salón. Solo es necesaria una consola sencilla con algún accesorio decorativo bien elegido o incluso con lámparas de pie para transformar esa trasera. Hay que tener en cuenta que puedes encontrar piezas realmente bonitas que no necesitarán mucho más para lucir espectaculares en el salón.
Lo más importante es que el tamaño de la consola sea proporcional al del sofá. Nunca debe sobresalir de él, pero tampoco debe quedarse muy corta. Debe ocupar, como mínimo tres cuartas partes del ancho del sofá. En lo que respecta al fondo, dependerá del espacio disponible. Si no es mucho, puedes colocar una de 20 – 25 cm, será más que suficiente. Y respecto a la altura, siempre inferior a la del sofá y a la del cabecero, si este es reclinable.
Lo más práctico: una librería o un aparador
Si necesitas espacio de almacenamiento, en lugar de la consola puedes colocar una estantería con varias baldas. Te servirán para dejar libros, revistas o todo tipo de objetos. Esos sí, procura siempre que las estanterías estén perfectamente ordenadas para no arruinar el efecto de la librería. Puedes colocar los libros, por ejemplo, por colores. Y el resto de objetos, mejor en cajas decorativas.
Si detrás del sofá está la zona del comedor, te resultará mucho más práctico poner una pequeña vitrina. En ella podrás guardar la vajilla y la cristalería que utilizas en ocasiones especiales. De esta manera la tendrás a mano y bien protegida del polvo. La ventaja de las puertas de cristal es que son más ligeras a nivel visual. Pero si prefieres que no se vea el interior, no hay problema, puedes elegir un mueble con puertas ciegas.
Un espacio para trabajar en el salón
Quienes teletrabajan saben lo difícil que es a veces encontrar un lugar para ello en casa. En muchas ocasiones son la mesa del salón o la de la cocina las que acaban convirtiéndose en escritorios. Pero resulta poco práctico y nada cómodo. Si detrás del sofá hay hueco, y no se necesita mucho, se puede convertir en un minidespacho fantástico.
Para trabajar con el portátil no necesitarás una mesa grande, con 50 cm de fondo será suficiente, aunque si es algo más, mucho mejor. Y podrás poner una silla adecuada para no lastimarte la espalda. Eso sí, como hablamos de la trasera del sofá, debes cuidar el estilo de la mesa. No todo vale, puedes elegirla del mismo material que el resto de los muebles, del color del sofá o, si quieres un efecto mucho más ligero, con la tapa de cristal.
Una barra de desayuno en la parte trasera de tu sofá
Es salones conectados con la cocina, es habitual que la zona de comedor sirva de transición entre ambas estancias. Pero no siempre es así. Sobre todo en viviendas de pequeño tamaño, puede ser el sofá el que haga de elemento separador. Una forma práctica y sencilla de decorar esa parte trasera es colocar una barra de desayuno.
La ventaja de esta solución es que las barras necesitan muy poca profundidad, con 45 cm es suficiente. Y debajo caben perfectamente dos taburetes. Eso te dará el espacio necesario para tomar algo rápido. En cuanto a la altura, si es algo más elevada que el sofá, mucho mejor, así estará menos expuesto a manchas.
Un rincón de lectura detrás del sofá
Si ese sofá exento no separa ambientes entre el salón y la cocina o el comedor, y si hay espacio para ello, siempre puedes crear otra zona de estar adosada a él, a sus espaldas. Una o dos butacas cómodas, una mesita de centro y tendrás un rincón perfecto para relajarte con una buena lectura o escuchando música. Y sin necesidad de ocupar sitio para ello en el dormitorio.