Pensamos en ellos como un espacio para relajarnos y disfrutar al aire libre cuando llega el buen tiempo. Si las temperaturas acompañan, esa terraza o ese porche se convertirán en el espacio favorito de casa desde entrada la primavera hasta que las hojas empiezan a caer. Pero desaprovecharlos una buena parte del año es una verdadera lástima. De hecho, podemos disfrutarlos durante mucho más tiempo sin necesidad de hacer grandes cambios.
Un buen mobiliario, textiles adecuados y alguna que otra idea más que te vamos a explicar en detalle son algunas de las claves para que esa terraza que tan buenos ratos te hace pasar en verano también sea un espacio en el que desestresarte llegado el frío. Ponlas en práctica y empezarás a mirarla con otros ojos.
Lo más práctico: acristalar la terraza
Es la solución más costosa, pero también la más funcional. Una terraza o porche acristalados se pueden disfrutar todo el año. Ya no tendrás que preocuparte por las temperaturas o por la lluvia. Además, tienes la ventaja de que el mobiliario estará mucho más protegido y tendrá una vida útil más larga. Para aprovecharlos mejor, simplemente instala algún sistema de climatización. De esta manera podrás tener un salón de invierno perfectamente acondicionado o incluso improvisar un cuarto de invitados.
Hay diferentes formas de acristalar los espacios exteriores. La más discreta son las cortinas de cristal porque carecen de perfiles. Cuando llegue el frío simplemente tienes que mantenerlas bien cerradas. Pero, cuando llegue el buen tiempo, se recogen de tal manera que pasan completamente desapercibidas y realmente parece que la terraza no está acristalada.
Si esa terraza o porche no está cubierto, tienes varias posibilidades, más allá de un techado de obra. Una son las, pérgolas bioclimáticas, que hacen que en verano la temperatura bajo ellas sea más agradable. La otra son los techos también acristalados, que pueden ser fijos o móviles, mucho más versátiles si en verano te apetecen espacios completamente abiertos.
Instala una barbacoa, una chimenea o una estufa
¿Por qué te damos varias alternativas? Porque la elección depende, en buena medida, de las características de ese espacio exterior que quieres aprovechar más tiempo. Si se trata de un porche o de un ático con una gran terraza, cualquiera de estas ideas será perfecta. Imagina estar sentado tomando algo calentito mientras dejas que el calor del fuego te arrope. La ventaja de barbacoas o chimeneas es que, además, podrás preparar algo de comer en ellas.
Pero cuando se trata de terrazas más pequeñas o de viviendas en altura, la única posibilidad son las estufas. Tal vez no sean tan versátiles, pero son una alternativa perfecta. Además, las hay mucho más decorativas que esas estufas de gas en forma de seta. Hablamos de los braseros y las estufas de carbón. Hay modelos tan bonitos que llenarán de estilo tu terraza, como las mesas que las llevan integradas y que son superprácticas.
Textiles y accesorios calentitos
Para conseguir que esa terraza sea cálida y agradable cuando las temperaturas bajan, aún vas a necesitar algo más. Empezamos por los textiles. Lo ideal es que cambies esas fundas del sofá de algodón o loneta por otras más acordes a las temperaturas, como la lana o el borreguito. Te encantarán el tacto y las sensaciones que provocan cuando las temperaturas bajan. Y, como complemento, mantas, muchas mantas.
Pero todavía puedes conseguir un ambiente más acogedor. La clave está en las alfombras. Los suelos de las terrazas y los porches suelen ser fríos. Para frenar esa sensación, lo más sencillo es colocar unas alfombras. Pueden ser de lana o de pelo. Solo asegúrate de que son mullidas y de que el tejido que elijas es aislante. Y para completar el conjunto, solo te hará falta colocar algunos farolillos o unas velas decorativas.
Otros consejos para prolongar el uso de la terraza
Además de todo lo explicado hasta ahora, hay algunas recomendaciones más con las que podrás prolongar el uso de la terraza más allá de los meses más calurosos. El primero de ellos es cambiar la distribución. Si en verano buscamos la sombra, en invierno hay que hacer lo contrario. Si tienes la posibilidad, cambia los muebles de sitio y coloca aquellos que vayas a usar en la zona más cálida y más protegida de la terraza.
Tampoco olvides la iluminación. Es cierto que, cuando las temperaturas bajan, no solemos usar los espacios exteriores por la noche. Pero también es cierto que los días son mucho más cortos. De modo que es importante que mantengas las mismas luces que durante el buen tiempo, y mucho mejor si se trata de una iluminación cálida.
Y, si tienes que renovar el mobiliario, apuesta por la madera. Es un material siempre elegante y cálido que, además, viste igual en verano que en invierno. Elige, eso sí, maderas aptas para exterior y que resistan bien los cambios de temperatura. Tampoco olvides el mantenimiento. De esa forma los muebles se mantendrán en perfecto estado durante muchos años.