La decoración de la mesa cobra un enorme protagonismo en las fiestas navideñas. De estilo sofisticado, elegante o minimalista, el toque definitivo lo pondrá el centro de Navidad. Se puede comprar, pero con un poco de tiempo también podemos hacer uno realmente bonito con materiales que seguramente tenemos en casa o que encontraremos con facilidad.
En este caso, vamos a apostar únicamente por materiales naturales. Visten bien la mesa, son muy económicos y, además, son sostenibles. Con ramas, hojas, flores o frutos secos, cuerda y velas es muy sencillo hacer centros que nada tendrán que envidiar a esos que vemos en tiendas o en revistas de decoración. Pueden ser más o menos elaborados, dependerá en buena medida del estilo que queramos dar a esa mesa de Nochebuena, Navidad o Año Nuevo.
Centros de Navidad naturales y de diferentes estilos
Lo primero que habrá que decidir es la forma. Depende en buena medida de las dimensiones de la mesa. Si es muy grande, mejor colocar dos centros iguales. Si su tamaño es pequeño, podemos colocar uno más grande en el medio o hacer un centro alargado que cubra todo el espacio. Lo importante es que el efecto sea equilibrado.
A partir de ahí, ya podemos empezar a hacer el centro de mesa. El elemento indispensable es una base, que puede ser una bandeja, un plato de cristal, una tabla de madera, corcho o un trozo de corteza. Con los materiales mencionados y un poco de imaginación no es complicado dar forma a ideas muy diferentes:
- Si el estilo de la mesa es clásico y queremos darle un toque muy tradicional al centro, lo más sencillo es una base con hojas de abeto o cedro. Se pueden colocar encima hojas de eucalipto o alternarlas con musgo o ramas de acebo para darle color.
- También tradicional, pero con un aire rústico que queda bien en cualquier mesa, es un centro con una base de corteza en la que se colocan ramas de abeto y piñas rodeando unas velas gruesas, blancas o rojas. Para rematar, unas ramitas de canela o unas clavellinas rojas secas. Las velas quedan más vistosas si se envuelve su base con tela de arpillera o saco.
- Para conseguir un centro elegante, una idea es optar por tonos ocres y dorados. ¿Cómo? Basta con sustituir las ramas de abeto por hojas secas (al natural o pintadas de dorado) y elegir velas blancas. Se puede decorar también con vainas o rodajas de naranja secas para dar algo de color.
- En caso de querer dar a la mesa un aire más sofisticado, un diseño que siempre queda muy vistoso consiste en poner ramas secas que son sean muy gruesas sobre la base y encima ir colocando como al descuido piñas, hojas de cedro, algún fruto rojo o flores secas en rama para darle algo de volumen.
- No necesariamente tienen que ser centros grandes, también podemos adornar la mesa de Navidad con otros mucho más discretos, por ejemplo, colocando en botes de cristal un fondo de musgo y una vela. Rematamos adornando la parte superior con una ramita de acebo sujeta con una cuerda fina y listo. En este caso sí se pueden poner varios centros, incluso de diferente tamaño.
- Otra idea para decorar con centros pequeños es hacer pequeños bouquets de hojas y ramas secas atadas con cuerda. Si se colocan repartidos por la mesa, se alternan con velas y algún elemento ornamental como piñas o incluso granadas, el efecto es espectacular.
Consejos para decorar la mesa con centros naturales y triunfar
Para dar volumen a los centros, basta con colocar sobre la base una esponja de florista e ir pinchando en ella hojas y ramas de diferente altura. Por lo tanto, se deben elegir algunas con tallo alto. Además, si optamos por este tipo de centro, hay que tener cuidado con dos aspectos: el primero, que el centro no sea tan alto que impida ver a los otros comensales y, el segundo, que no queden huecos por donde se vea la esponja.
Las velas son un elemento habitual en los centros de mesa. Pero no son imprescindibles. Si se colocan, es importante que su grosor y altura sean los adecuados para la forma y tamaño del centro. Y un consejo fundamental: si se van a encender, se deben elegir siempre velas sin olor. Tampoco son imprescindibles esos adornos típicos, como bolas o estrellas, pero si tenemos alguno en casa que nos haya sobrado de la decoración, podemos añadirlo al centro.
La idea de un centro decorativo siempre funciona, pero cabe la posibilidad de sustituirlo por una guirnalda vegetal. Tampoco es complicado hacerla. Se puede usar alambre o cuerda e ir sujetando ramas, hojas, piñas, ramitas de canela o rodajas de naranja y limón secas. Una vela por aquí y otra por allá y el resultado será elegante, delicado y muy decorativo.