Seas ordenado o no, tengas tu casa como una patena o reine en ella el caos, seguro que has oído hablar de Marie Kondo y su teoría del orden. Suyas son máximas como «las prendas se colocan en vertical » o «desechar las cosas que no producen alegría y dar a las que sí el lugar adecuado y a la vista”. Y es que es precisamente a la vista donde debes dejar todos los objetos para que reine la armonía en tu hogar. Sí, has leído bien, debes simplificar tu casa y decir adiós a guardar las cosas en muebles o armarios.
Aunque, a priori, tenerlo todo a la vista en el comedor, el dormitorio, la cocina o en el baño puede ser abrumador, realmente resulta pero muy práctico si nos dejamos llevar por el sentido común y no sobrecargamos el ambiente. Y lo mismo ocurre con zapateros o armarios sin puertas que dejan a la vista todo su contenido. Aunque te cueste creerlo, los beneficios de ésta técnica son muy grandes. Quizá el más evidente es que te obligará a mantener «todo en su sitio» y a decir adiós a todo lo que realmente no usas.
Beneficios de tenerlo todo a la vista
Además de hacer que todo esté en orden, pues de la contrario tu casa se te caería encima, el tener tus objetos a la vista activará tu consumo responsable, ya que no puedes acumular demasiadas cosas porque genera desorden visual y, a la larga, mental. Así, tendrás un control de todas las cosas que compras y no consumirás de manera compulsiva, algo de agradecer en los tiempos que corren.
Otra de las ventajas está relacionada con la sostenibilidad, pues al no poder guardar cosas en armarios, serás más consciente de lo que tienes y de lo que realmente necesitas, lo que hará que recicles o tires un buen número de artículos. Además, con todo a la vista harás que cada cosa tenga un sitio asignado en tu hogar, cuidando mucho el orden y la estética, lo que se traduce en hogares realmente bonitos que, en muchos casos, transmiten relax.
Si la teoría la tienes clara, pero a la hora de llevarlo a la práctica no sabes por donde empezar, vamos a darte unos consejos centrándonos, habitación por habitación, en los pasos a seguir. La clave está en el minimalismo, especialmente en baños y cocinas, así como en dormitorios donde tu ropa compartirá protagonismo, y gama cromática, con tus colchas y cojines.
Paso a paso, habitación por habitación
- Entrada. Es el espacio más común de la casa, porque por ella pasa todo el mundo, así que conviene que el orden nunca falte. Para su decoración, lo mejor es consensuar entre todos los miembros de la vivienda qué debe estar ahí para todos, y después decidir la forma en que se pueda ver. ¿Una planta, un perchero y un espejo?, ¿alfombra, balda y maceta? Sea lo que sea, pero siempre en perfecto estado de revista.
- Cocina. En la cocina está tendencia ha ganado mucho protagonismo con estanterías donde quedan a la vista los platos, las tazas o los botes de cristal o metálicos. Eso sí, debe cuidarse mucho la estética. Sin duda, la cocina es uno de los espacios en los que nunca hay armarios suficientes, pero si se trata de una zona con pocos metros, lo ideal es optar por baldas que pongan al alcance de la mano platos, vasos, sartenes y especias. Sobra decir que el orden es imprescindible y la limpieza también, para mantener el atractivo.
En resumen, en la cocina, lo mejor es deshacerse de lo que no utilizas y elegir tazas o vajilla de colores y un frutero que añada color con diferentes tipos de frutas. Otra posibilidad es superponer sobre una pequeña isla o en una barra los cazos, o cazuelas; u optar por armarios con puertas transparentes que, de un solo vistazo, nos permitan descubrir qué guardamos en su interior.
Si tu cocina tiene despensa, es fundamental realizar cada cierto tiempo labores de revisión y de reciclaje de latas, dejando únicamente lo que está vigente, después lo que vas a utilizar seguro, a continuación hacer inventario de todo lo que hay, ya sean alimentos, productos de limpieza, ambientadores,… lo más recomendable es ordenar por estantes o cajones y guardar todo de manera vertical.
- Salón. En el salón, opta por unos estantes abiertos de arriba a abajo de la pared, pues decoran mucho y, al igual que los muebles gigantes que solía haber en los salones de antaño, te ofrecerán el almacenaje que necesitas. Los que lo necesiten pueden incluir también un aparador de diseño donde proteger la vajilla y la cristalería. Las cajas y las cestas también son buenos aliados del salón, aunque no debe guardarse en ellas cualquier cosa…
- Dormitorios. En los dormitorios, la tendencia llega en forma de burros con ropa que se ubican a los pies de la cama o en un lateral. Es importante que optes por prendas que no arrastren y guarden cierto parecido cromático, por lo que, en este caso, podría decirse que se trata más de una opción estética que de una solución de almacenamiento real. En cuanto al armario, seguramente no utilices ni la cuarta parte de lo que tienes ahí guardado. Sácalo todo, ponlo en una superficie plana, míralo todo bien, analízalo exhaustivamente y deshazte de lo que no haya pasado ese filtro. Te sorprenderá el resultado, porque, seguramente, lo que dejes vas a utilizarlo todo.
En cuanto al escritorio que muchos y muchas tienen en su habitación, suele guardar cosas importantes, pero en ocasiones otras no tanto. Así que de nuevo, deshecha, clasifica y ordena por categorías. Un objeto por función. Agrupa por categorías y después se trata de ordenarlo de forma que lo veas todo al primer vistazo. Si lo haces bien, incluso puedes hasta prescindir de los cajones…
- Baño. Otra de las habitaciones «clave» de tu casa. Si analizas tu baño, te darás cuenta de la cantidad de productos de higiene, maquillaje, depilación o afeitado que tienes, algunos de ellos sin usar, o incluso sin abrir, desde hace años. Pues bien, no queda otra que ser muy práctico y dejar única y exclusivamente lo que necesitas cada día, y aquello un poco más especial que usas con frecuencia pero no a diario, como sales de baño, una mascarilla facial, aceites y perfumes, etcétera, es importante ordenarlos de manera visual, es decir que a la altura de tus ojos quede lo de siempre, y en el resto, lo esporádico. Y lo mismo con las toallas, en vertical, primero los colores claros y a la vista.
En la nueva era de la decoración, el menos ya no es más. El más es mostrarlo todo. Cualquier objeto con encanto debe estar bien visible. Desde libros, platos, cajas, jarrones, macetas, marcos, espejos, o vasos, el único límite lo marcará su propia belleza y la composición que forme junto al resto de artículos de la balda. No tengas miedo y muestra los tesoros de tu hogar.