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La fascinante historia de la silla por la que suspiran las celebrities

Diseñada por Pierre Jeanneret, es un de los iconos Mid Century y la favorita de interioristas, decoradores y amantes del diseño

El estilo de decoración Mid Century no deja de ser tendencia gracias a su excelente combinación de innovación y vanguardia. Un estilo que, en sus inicios, hace ya varias décadas, buscaba ante todo la funcionalidad de sus productos, de ahí la pureza de sus líneas pero sin descuidar la forma. Precisamente estas cualidades hacen que siga ganando adeptos más de medio siglo después.

Y si hay un diseño que destaca sobre los demás dentro de este es una silla de madera con su característica pata en forma de V. Una silla tan minimalista y sencilla que se ha convertido en la favorita de destacados diseñadores internacionales, así como de celebrities como Kourtney Kardashian, quien cuenta con varios modelos originales de estas sillas en su casa de Los Ángeles, y eso que está prohibido sacarlas de la India, donde se crearon, sin el permiso del ministro de Cultura del país. ¿El motivo? Sigue leyendo.

Silla Mid Century de Jeanneret con patas en forma de V fabricada con madera de roble

Estamos hablando de la silla Chandigarh, fabricada con madera maciza de roble con una acabado natural que aporta textura al diseño. Tiene insertados en asiento y respaldo un cuadrante de rejilla convirtiendo el conjunto en un diseño ligero con una fuerte estructura que se acoplan al cuerpo y le aportan ese extra de confort de otro modo impensable en una silla de madera. En el asiento, un cojín cuadrado relleno de espuma aporta comodidad.

silla original

La historia que tiene detrás es fascinante a la par que interesante. Implica a un gran arquitecto y a una ciudad con amplios espacios verdes y rotundos edificios de interiores llenos de color. Una ciudad como ninguna otra en todo el mundo, cuyo origen data del año 1947. Tras la división de la India Inglesa en India y Pakistán, la provincia de Punjab necesitaba una nueva capital siendo el arquitecto suizo Le Corbusier, el nombre más influyente de la arquitectura moderna y el primero en construir con hormigón armado, el encargado de diseñarla.

En un principio, el diseño de la nueva ciudad, que debía dar cabida a 150.000 habitantes – en la actualidad viven allí más de un millón de personas- fue en principio encargada al arquitecto Matthew Nowicki y al urbanista Albert Mayer, quien llegó a crear un plan inicial de urbanismo. Sin embargo, la trágica muerte de Nowicki en un accidente aéreo llevó a la búsqueda de un nuevo arquitecto. Y no tardaron en encontrar al idóneo.

Sería Le Corbusier, conocido por su tendencia a la innovación en la planificación de viviendas sociales, el nombre elegido para iniciar por fin el proyecto junto con sus asociados Jane B. Drew y Maxewell Fry y un equipo de arquitectos e ingenieros locales. A esta nueva ciudad la llamaron Chandigarh, nombre resultado de la combinación de «Chandi», la diosa del poder y la transformación, y «Garh», que significa fortaleza, y su finalidad principal era acercar a la India a la era moderna.

Fue el primo de Le Corbusier, Pierre Jeanneret, el encargado de diseñar todo el mobiliario de los edificios oficiales de esta nueva capital, una completa línea de muebles de formas funcionales y depuradas, que remitían al Movimiento Moderno y así es como hace más de 70 años nació la silla V, diseñada para amueblar las salas de reuniones de los edificios oficiales de esta nueva capital y que la gente pudiera sentarse.

En una época en que la mayoría de los muebles se diseñaban con aluminio y otros materiales innovadores, las sillas Chandigarh originales se fabricaron con materiales autóctonos, asequibles y apropiados para aquel clima, como la teca, el mimbre, el bambú y el cuero, en talleres artesanos indios, pues se había acordado con el gobierno del país que fueran elaborados por talleres locales.

A partir de los años ochenta del pasado siglo, aquellas piezas originales no pasaban por su mejor momento: deterioradas por el uso y el tiempo, comenzaron a apiñarse en almacenes públicos. Algunas, las que se salvaron de la destrucción, se vendieron por un puñado de rupias. Pero, para entonces, los «connaisseurs» o expertos en arte occidentales habían posado su vista en un mueble que parecía destacar de entre el resto.

Y es que las piezas de Jeanneret estaban concebidas, en teoría, bajo estrictos criterios utilitarios, pero su particular amabilidad orgánica las revestía de una cálida elegancia que encantaba a los decoradores, que comenzaron a añadirlas a los interiores más sofisticados de Europa y América. Estas distintas variantes de la silla en forma de V invertida, originalmente prevista como mobiliario de oficina, se convirtieron en objeto de deseo y pasaron a bautizarse, en el mundo del diseño, como sillas Chandigarh.

Como consecuencia, subió el interés dentro de la propia India por aquellos muebles. Tanto que, en 2011, el gobierno los reconoció como parte del patrimonio del país y prohibió que traspasaran las fronteras sin la aprobación expresa del ministro de Cultura. A raíz de esta decisión, las sillas originales se volvieron más escasas en el mercado internacional, y por tanto, aún más deseables. Los precios subieron estratosféricamente, de modo que sólo los más acaudalados pudieron incluirlas en sus colecciones.

No obstante, si te gusta el mundo de la decoración, te habrás dado cuenta de que estos asientos se ven cada vez más en los interiores de tendencia, sin necesidad de que pertenezcan a las casas de los más ricos del mundo. ¿Cómo es posible? La respuesta está en los albores de la propia Chandigarh, entre cuyos documentos, paradójicamente, no se encuentra ningún dibujo de mobiliario firmado por Pierre Jeanneret. Se asume que fueron suyos por entrevistas y otras informaciones, pero, al no existir datos oficiales de su autoría, sus diseños pueden reproducirse a voluntad.

Así, puedes llevarte a casa una réplica de la icónica silla Chandigarh por un precio que no hará saltar en pedazos tu bolsillo y que te posibilitará albergar un pedazo de la historia de la arquitectura en tu casa. Y es que son varias las firmas que en las últimas décadas han incluido en sus colecciones un modelo de silla muy similar a la original, entre ellas Westwingnow o Sklum. Una silla que utilizada como apoyo en el salón, como sillería del comedor o en tu dormitorio, funciona como una escultura. Sin duda, es el complemento perfecto de cualquier espacio.

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